Grootoonk y familia
El relato de su fracasada huida a Alemania, su estancia temporal en una cárcel inglesa y su vuelta a Vigo son las últimas informaciones epistolares que disponemos de Karl Grootoonk con su familia. A la vuelta a Vigo se entera por sus compañeros que a principios de enero de 1917 un temporal con ráfagas huracanadas azotó Vigo, afectando el Stephan, que se fue al garete y, arrastrando las anclas, cayó sobre el bergantín goleta italiano Minnie rompiéndole el botalón y causándole otras averías en la proa. Además el muelle del Arenal, zona donde estaba anclado el Stephan durante su internamiento en Vigo, sufrió un nuevo derrumbamiento en su extremo Oeste con una longitud de 29 metros de longitud.
Para Alemania la situación bélica se complica a partir del mes de febrero de 1917 cuando EE.UU entra en la guerra. También en esas fechas España sufre una de sus múltiples crisis políticas. Con el estallido de la revolución soviética de 1917, el país está en permanente lucha social que desemboca en un clima de violencia sin precedentes. Los atentados anarquistas con pistola están a la orden del día.
Obtener información vía periódicos se hace imposible para Karl Grootoonk en Vigo. En marzo de 1917 hasta junio se instauró en España la censura previa a la prensa donde no podía tratar: cuestiones militares, movimientos de tropas, juntas de defensa, manifiestos y proclamas societarias; mítines y huelgas; movimientos de buques de guerra; torpederos de barcos nacionales o extranjeros en aguas jurisdiccionales, etc.
Las simpatías cara Alemania cada día se reducen en la opinión pública ante el rumbo que toma la guerra y por las acciones de los submarinos alemanes en las costas españolas. El vapor español Tavira con sede en Gijón es torpedeado en febrero por error por un submarino alemán, hiriendo a un marinero y causando daños en el casco.
Alemania reaccionó ofreciendo salvoconductos para los barcos fruteros españoles que se dirigían a Inglaterra que serían extendidos por los cónsules alemanes, una vez comprobada la mercancía, para que los submarinos del Kaiser no atacaran a los fruteros, pero con la condición de que Inglaterra dejase paso libre a los que se desplazasen a Holanda, con la intención de que fuesen reexportados a Alemania. Inglaterra demoró la respuesta hasta enero de 1917, insistiendo en que el derecho internacional permitía visitar y capturar los barcos con salvoconducto enemigo, sólo por consideración a España renunciaba a ejercer ese derecho y aceptaba los salvoconductos. En febrero, con el comienzo del ataque indiscriminado de los submarinos los salvoconductos sólo pudieron ser extendidos para puertos de destino situados fuera de las zonas de guerra.
Tarjeta postal y Libreta marítima de Grootoonk
En el mes de junio Grootoonk y la tripulación del Stephan asisten al entierro del súbdito alemán Karl Kaklin del Cap Arcona que había fallecido en el hospital.
El 3 de marzo de 1918 se firmaba el acuerdo de paz de Brest-Litowsk y el 7 de mayo el de Bucarest, dando por terminada la guerra en el este. En el frente belga-francés del 8 al 11 de agosto tuvo lugar la batalla de Amiens en la que los tanques ingleses destrozaron las líneas alemanas A partir de mediados de julio de 1918 la situación de los alemanes en la guerra ya había tomado un curso decididamente negativo. La neutralidad española sufrió al continuar durante el mes de agosto el hundimiento de barcos españoles por alemanes. Por parte del Gobierno se tomó la decisión de enviar una nota al Gobierno alemán en la que se volvieron a recordar todos los problemas surgidos de la guerra submarina: el ataque a barcos bajo la protección del Gobierno en los que a veces viajaban diplomáticos españoles, el no dar ayuda a los náufragos lejos de la costa causando a veces su muerte, los perjuicios para los navieros españoles haciéndoles imposible la navegación, y, en general, la desaparición de cerca del 20% de la flota española a manos de submarinos alemanes. Con motivo de estos hechos y de haber violado la neutralidad y la amistad de España, se tomaba la decisión de que cada barco español hundido tanto en zona de guerra, como fuera de ella, a partir de la recepción de la nota, sería sustituido por un barco alemán internado en España.
Tras plantear el presidente norteamericano Wilson sus 14 puntos para la paz, los generales alemanes Hindenburg y Ludendorf pidieron un alto el fuego. En noviembre estalló la revolución en varias ciudades como Kiel, Munich y Berlín. El Kaiser Guillermo II presenta su abdicación el 9 de noviembre y se proclama la República Alemana. El 11 del mismo mes los contendientes llegaron a un acuerdo de tregua en Compiégne y el 10 de enero de 1919 Alemania firma el tratado de Paz de París y el 28 de junio el tratado de Versalles.
Grootoonk esperaba impaciente la vuelta a casa. El 5 de junio de 1919 llegaba a Vigo el crucero americano Galveston que custodiaba hasta los EE.UU al Stephan que fue concedido a Norteamérica. En su momento fue ofrecido por el gobierno alemán por 8 millones de pesetas a España pero no se llegó a un acuerdo satisfactorio. Y el 10 de junio el Galveston pone rumbo a Inglaterra con la tripulación del Stephan que después será enviada desde allí a Alemania en otro barco.
Casa de Grootoonk
El Stephan fue asignado a la British Telegraph Construction and Maintenance Co. Fue puesta bajo custodia estadounidense en Vigo, España, el 27 de mayo de 1919 y Naval Nucleus Crew 3 se hizo cargo de ella, cuyo registro se extiende del 5 de junio de 1919 al 3 Julio de 1919, fecha en que fue transferida otra vez al Reino Unido. Después de prestar su servicio mundial bajo la bandera británica, fue desguazado en 1926.
<< Un corresponsal del diario leonés El Día escribe la siguiente columna de despedida. >>
"Stephan", ¡Adiós!; cuatro años de verte en la bahía casi a diario han hecho nacer en mi espíritu una profunda simpatía hacia ti, amigo; cuando vuelva otra vez a Vigo, ya no podré admirar tu fina silueta, el elegante corte de tu casco gris, la arrogancia germana de tu agudo espolón, la esbeltez de tu graciosa de tu chimenea y de tus palos, todo tu orgulloso porte del mejor cablero del mundo, de sabio joven conocedor de innumerables secretos que la vieja Europa decía en alemán a esa América que te esclaviza por intermedio del cable que pasa por tu cubierta.
Yo he padecido el día de tu entrega; oí la voz de “ya vienen” “ya vienen” que el vigía de tu trinquete dijo a tu cubierta y vi como ésta, por medio de los ventiladores, la transmitió hasta las profundidades de tu bodega: después sentí repercutir en mi corazón el estremecimiento que sacudió hasta la última fibra de tu madera, hasta la última partícula de tu acero, cuando soportaste por vez primera el peso del cuadrado zapatón americano, y lloré tu rabia y tu impotencia cuando la bandera interaliada fue izada en el asta de tu popa. ¡Pobre barco orgulloso bajo la doble águila, condenado a navegar esclavo de un poder extranjero, soportando los colores blanco y azul de un pabellón sin patria!
Yo, que he sido, aunque neutral de acción y de palabra, francófilo de pensamiento; y cuando “tu” viejo y formidable Hindenburg hacia avanzar los ejércitos alemanes por el corazón de Francia, ahora soy germanófilo, mas germanófilo que “tu” bravo y desgraciado general, y quiero expresarte aquí mi simpatía y mi cariño…no, no me des las gracias, ni menos se te ocurra pensar mal de esta inconsecuencia de mis afectos, que me lleva colocarme siempre al lado del débil, del vencido…esta inconsecuencia amigo “Stephan” es un herencia noble y preciosa, aunque nada práctica, que recibí de un glorioso y loco antepasado mío “un ingenioso hidalgo que no vivía hace muchos años en un lugar de la Mancha.”.
Dos compañeros de Grootoonk, Otto Jacob y Karl Waidele, finalmente vuelven y se casan con dos jóvenes viguesas. Grootoonk continúa en su puesto de trabajo con ingeniero eléctrico en el ámbito de los cableros submarinos y sigue viajando por el mundo, incluida España, hasta su fallecimiento en 1927.
Campana alusiva a la I Guerra Mundial, en Nordenhamm
>> Para Almut Leonhäuser (1941-2017) in memoriam
Fuentes consultadas:
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