Los asistentes al curso aprendieron de primera mano procedimientos y técnicas aplicadas a platos de pescado crudo y cuestiones relacionadas con la calidad y la frescura de los productos utilizados, así como con la seguridad alimentaria.
Al tan de moda tartar de salmón le acompañaron platos más exóticos, como el tiradito de atún (fusión peruano-japonesa), una elaboración emparentada con el ceviche y que es un nuevo referente en Latinoamérica, y el propio ceviche de maragota. Por supuesto, no faltaron algunos de nuestros platos tradicionales, como los boquerones en vinagre y el escabeche de caballa, eso sí, matizados con un aporte de cultura oriental.
Especial interés despertó el apartado de guarniciones y creatividad a la hora de realizar las presentaciones: espuma de leche de tigre, virutas de picante, “caviar” de limón, fruta de la pasión…
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