Abrimos una botella de vino, no la terminamos y luego no sabemos cuánto tiempo puede durar el vino en buen estado. Nos ha pasado a todos. O nos la terminamos sí o sí, que no siempre es lo más indicado, o la guardamos. Vamos a ver cuánto dura el vino una vez abierta la botella.
Conviene saber que en cuanto abrimos una botella de vino comienza la cuenta atrás.
En los primeros minutos se produce una oxidación que hace que el vino “despierte”, de hecho lo primero que hacemos al tomar la copa es moverla para que el vino se oxigene y se liberen sus aromas. ¿Qué sucede cuando dejamos el vino más tiempo del debido en contacto con el aire?
Para conservar el vino una vez abierto debemos tener en cuenta que se trata de una sustancia viva que está en constante evolución, es por eso que necesita de unas condiciones ambientales determinadas para no perder sus propiedades organolépticas. Por ello, es muy importante almacenarlo de forma correcta, pero, sobre todo, saber qué debemos hacer para que no se eche a perder una vez que lo hemos abierto.
Aunque lo más aconsejable es consumir el vino el mismo día que se abre la botella y aunque existen formatos de botellas adecuados para casi cualquier ocasión, lo cierto es que no es raro abrir una botella de vino y que no se acabe al momento.
Hay que tener en cuenta que un vino abierto se puede consumir hasta pasadas 36 horas. Una vez que se ha abierto la botella, comienza la oxigenación del vino con lo que sus propiedades se diluyen. Además, muchos de sus componentes son volátiles por lo que, cuanto más tiempo estén en contacto con el aire, más se perderán.
Para mantener las propiedades del vino y poderlo consumir más adelante, es importante que se encuentre en una zona fresca y seca de la casa. La temperatura ambiente de la estancia no debe superar los 22 ºC. Ahora, en veranos, lo recomendable es mantener el vino abierto en la nevera, ya que las temperaturas son más altas, por lo que el vino se deteriorará más rápidamente. Recuerda, además, que hay que alejarlo todo lo posible de la luz tanto solar como artificial.
Al contrario de lo que ocurre con las botellas cerradas, cuando ya están abiertas es mejor guardarlas en vertical. De esta manera, disminuimos el contacto del aire con el vino y evitaremos las oscilaciones de la botella.
Hay que tapar siempre la botella abierta con su propio corcho para conservar el vino abierto. Este material es uno de los mejores aislantes de líquido que existe. La corteza de alcornoque es capaz de contener el vino mientras le aporta la mínima oxigenación que necesita para madurar, pero sin que se abombe. Si el corcho ha quedado inutilizado, existen en el mercado una gran variedad de tapones con las mismas funciones y beneficios.
Otra gran alternativa cuando no se ha terminado la botella, es cambiarlo a una más pequeña. Mediante un embudo se puede hacer el traspaso de un frasco a otro, aunque hay que intentar llenarlo lo máximo posible de tal forma que apenas quede un dedo entre la botella y el tapón.
Si acostumbramos a dejar media botella para otro dia, es mejor utilizar botellas vacías de 375 ml. para almacenar el vino restante que sobró de las botellas grandes. Haciendo esto, el vino que sobró de la botella de 750 ml., por ejemplo, irá ocupar casi integralmente el espacio de la botella pequeña no sobrando espacio que permita la oxidación, de forma que nos permitirá prolongar un poquito mas la vida del vino.
Estas son unas recomendaciones generales para conservar el vino una vez abierto. Ahora bien, hay que tener en cuenta que no todos los vinos se conservan en buen estado durante el mismo tiempo.
>>> ¿Cuánto duran los vinos una vez abierta la botella?.
No más de 2 o 3 días con el corcho, y si tenemos un vaciador de aire durará el vino un poco más. Generalizando:
Los vinos espumosos son los que más rápido se deterioran, mientras que los tintos jóvenes pueden durar alrededor de una semana. Los vinos blancos, tintos crianza y rosados, duran entre 3 y 5 días.
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Fuente: Corporación Vinoloa y elaboración propia
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