Chalosse Tursan en Las Landas: patrimonio, vinos y termalismo

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      Después de nuestro recorrido por Las Landas de Armagnac (Leer: Bastidas, Castillos y Armagnac en Las Landas (Francia), tomamos rumbo hacia la comarca denominada de Chalosse Tursan, que reúne estas dos zonas históricas, al sur de Mont-de Marsan.


      En ella, visitaremos el pueblo medieval de Saint-Sever, los viñedos de Tursan (los vinos emblemáticos de Las Landas) y su bodega-cooperativa La Cave des Vignerons Landais, pasearemos por el pueblecito balneario-gastronómico de Eugénie-les-Bains y veremos el Museo de la Faïence (loza) y de las artes de la mesa en Samadet.


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Iglesia abacial Ville de Saint-Sever  ©Flora Valette


      Y, si esto no es suficiente, en el caso de que sea temporada, podremos acudir a un espectáculo de corrida landesa, una de las costumbres más arraigadas, amadas y festivas de la zona, en alguna de las innumerables “arènes” (plazas de toros) presentes en muchos de los pueblecitos (como es el caso de Saint-Sever). Para los profanos sobre este espectáculo local- a medio camino entre toreo y deporte-durante las corridas suele haber voluntarios-aficionados de la zona que explican, desinteresadamente, a los visitantes todos los trucos y secretos de este emocionante tipo de torear, en el que la vaquilla no muere.


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      Una etapa indiscutible en esta región, que además se encuentra en el Camino de Santiago, es precisamente, la pequeña ciudad de Saint-Sever, cuya máxima reputación estriba en su fastuoso patrimonio, representado por su iglesia abacial, fundada a finales del s. X e inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco. 


Iglesia abacial ©Flora Valette  Ville de Saint Sever

 Iglesia abacial Ville de Saint-Sever ©Flora Valette


    La ubicación de este pueblo, entre el río Adour (el más importante de Las Landas), la llanura de pinos de Gascuña y las suaves colinas de la Chalosse, es espectacular. Así, cultura, gastronomía e historia se dan la mano en esta recoleta población landesa.


     Saint-Sever, gracias a su abadía benedictina fue una de las ciudades más poderosas de la Edad Media. La iglesia, construida en el siglo XI (y restaurada en 2021) es muy original por tener un plano con siete ábsides escalonados, un conjunto excepcional de 150 capiteles esculpidos de formas diversas entre sí y unos mosaicos románicos. El bellísimo claustro, el campanario de la iglesia adonde se puede subir o el Beatus de Saint-Sever (el original está en la Biblioteca Nacional de Francia, en París), manuscrito del s.XI de valor incalculable y narración del Apocalipsis de San Juan, que se encuentra en la sala del tesoro, son de obligada visita.


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Claustro de la Abadía Saint-Sever (c) Toutatis


      En un paseo por la ciudad, además de callejear por su precioso centro histórico, donde se ubica la residencia del general Lamarque o la casa “Sentex” (que alberga un tesoro galorromano), entre otros edificios muy interesantes de los que nos informarán en la oficina de turismo de Saint-Sever, podemos visitar el recientemente inaugurado Museo de Arte e Historia del Cap de Gascogne y el elegante y sobrio convento de los Jacobinos (hoy, lugar de eventos, espectáculos…). Atalayas y murallas completan la configuración de esta excepcional pequeña ciudad por la que es un placer pasear.


Le cloitre vu de nuit

El Claustro del Convento de los Jacobinos de noche


      A la hora de descubrir las joyas gastronómicas de la comarca, encontraremos en esta zona de La Chalosse, el famoso buey, reputado por su carne tierna y perfumada, el siempre presente pato de las Landas o el pollo amarillo de Saint-Sever. Todos estos productos poseen la etiqueta roja “label rouge” que certifica su altísima calidad, únicos en su estilo. El ya citado en nuestro artículo de Landes d´Armagnac, el pastis landés, y la “tourtière” (torta de manzanas y ciruelas a la que se suele añadir Armagnac) son otros de los atractivos gastronómicos de la región. Los espárragos llamados de “las arenas” y el Kiwi, que se produce, más al sur en Las Landas, en el valle del kiwi, componen el abanico de productos landeses de calidad que caracterizan estas tierras. Existe un nutrido mundo de productores que protege la riqueza gastronómica del lugar.


      Pero, si nos dirigimos hacia el Tursan, la zona limítrofe con la Chalosse, un poco hacia el sur este, vamos a descubrir en el marco vitivinícola, los vinos DOP-Tursan e IGP- Landas, los más representativos de Las Landas. En las viñas secretas de tierras arcilloso-calcáreas, de arenas “fauves” (rojizas) y piedras del Tursan y de la Chalosse, radica el origen de los citados vinos, que se encuentran entre los más antiguos de Europa. Poseen una cepa única en el mundo, cuya característica primordial, es la acidez: el Baroque. Los vinos de Tursan eran conocidos en origen por ser blancos en un 80% pero desde los años 80, han surgido tintos y rosados. Hoy, los blancos son solo el 20%, los tintos, 40% y los rosados, 40%.


Viu00f1edos en Tursan

Viñedos en Tursan


     La cave des Vignerons du Tursan, en el pueblo de Geaune (caveau-geaune@tursan.fr), es una bodega-cooperativa que agrupa desde finales de los años 50 a 36 comunas y una centena de viticultores en 400 hectáreas que trabajan activamente para el bien de la comunidad vinícola (incluso destinan dinero con sus vinos para fines sociales como para los heridos del Rugby, deporte local por excelencia). 


     La “cave” organiza visitas guiadas, catas, difundiendo su saber-hacer vitivinícola del sudoeste, en un ambiente cordial donde además, podremos comprar sus productos en una bonita tienda. Durante estas visitas de enoturismo, aprenderemos que los blancos se elaboran a raíz de las cepas Baroque, Gros-manseng, petit-manseng y Sauvignon blanco. Los tintos tienen cabernet franc, tannat (una cepa del sudoeste), merlot, fer-servadou y cabernet sauvignon (éstas tres son cepas accesorias). 


      Actualmente, la Cave des vignerons se moderniza elaborando vinos naturales, sin sulfatos, vino 100% baroque, vino bio, y hasta, vino naranja (que está muy de moda) con uvas blancas que se vinifican como vino tinto, dejándolas macerar durante 15 días. Los viticultores trabajan, en función de sus hectáreas, en servicios para la cooperativa, difundiendo el espíritu de estos vinos tan interesantes, en las citadas visitas y recorridos, que, desde aquí, recomendamos vivamente. Se pueden hacer encargos online a la cave des Vignerons  o comprar los vinos en el Mercado de La Paz de Madrid.


      Siguiendo por los paisajes de verdes y bucólicas colinas del Tursan, desde donde podemos descubrir vistas a los Pirineos o a la región del Bearn (por ejemplo, desde el coqueto pueblecito florido de Pimbo, una de las bastidas más antiguas de Las Landas y etapa del Camino de Santiago), llegamos a Samadet.


Vistas desde Pimbo ( Tursan)

Vistas desde Pimbo ( Tursan)


      Aquí, es de visita obligada, el Museo de la Faïence (loza) y de las Artes de la Mesa, donde conoceremos todos los secretos de la loza, patrimonio único en Las Landas. No en vano, la loza proviene de la calidad de las arcillas locales. Samadet, colaborando en la “Manufactura Real de Loza” tuvo su auge entre los siglos XVIII y XIX. El Museo conserva más de 300 lozas históricas de una belleza sobrecogedora (cuyos emblemas más típicos son las mariposas, la rosa y la paloma), entre las que destaca un precioso aceitero-vinagrero con un caballo. Una exposición permanente sobre la evolución histórica, muy bien documentada, de cómo se ha comido, en la mesa, a través de los tiempos complementa el Museo. Talleres, seminarios, clases, exposiciones son habituales en esta institución. La Maison de la Céramique (la casa de la cerámica), también en Samadet tiene gran interés. Está previsto que, próximamente, se reúnan los dos museos en uno solo.


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Exposición permanente del arte de la mesa en el Museo de la Faïence


       Hay muchos pueblecitos encantadores, con gran patrimonio que visitar en esta zona. Pero, no podemos pasar por alto, un lugar muy llamativo por su oferta termal (una de las características de Las Landas por la cantidad y calidad de sus aguas y sus barros) que, además, es como el paraíso en la tierra por la belleza de sus jardines floridos. Hablamos de Eugénie-les-Bains, una estación balnearia impulsada por la emperatriz Eugenia de Montijo, en 1860 (de ahí su nombre). 


Establecimientos termales en Eugu00e9nie Les Bains

Establecimientos termales en Eugénie Les Bains


     Este pueblecito elegantísimo, dedicado a la gastronomía, la salud y el adelgazamiento es uno de los más refinados de Francia y donde se come mejor. No en vano, Michel Guérard, uno de los chefs más emblemáticos de Francia, un “tres estrellas” de renombre desde hace décadas, es el creador de la “cocina dietética gastronómica” en este lugar. En sus diversos establecimientos hoteleros termales y de restauración, desarrollados en los años 60 junto a su esposa, se respira un ambiente refinado, placentero, lujoso, perfecto para el alma y el cuerpo. Un lugar de “puesta a punto” ideal en un marco estético, verde y natural de primer orden. Hacerse un tratamiento de aguas, descansar o simplemente, darse un paseo por Eugénie-les-Bains es algo a tener en cuenta en nuestro viaje a la zona. No faltan, además, las “arènes” para la corrida landesa, ubicadas entre jardines.


      Chalosse Tursan es, por tanto, otra etapa fundamental en nuestro recorrido por Las Landas, por su importancia gastronómica, vinícola e histórico-patrimonial. Un lugar para recrearnos con su preciosa campiña, sus atractivos termales y su “savoir-vivre” tan a la francesa.

¿Dónde alojarse?


      En las afueras de Hagetmau, en plena Chalosse, se encuentra, un bed&breakfast muy agradable, propiedad de Anne-Sylvie Caron. Hagetmau, conocido como la capital de la silla por ser un centro industrial importantísimo de producción de este mueble en Francia, es hoy una ciudad florida por antonomasia y con numerosos centros deportivos. La Chaise Haute se encuentra rodeada de un paisaje verde y frondoso, donde la calma le invade a uno nada más llegar. Anne-Sylvie trata a sus huéspedes con simpatía, amabilidad y discreción, ofreciendo desayunos y cenas (éstas últimas a petición). Una casa rural, con encanto y todo el confort moderno, con un bonito jardín silvestre conforman esta atractiva oferta para un buen alojamiento en nuestro viaje por Las Landas.


La chaise haute

Hagetmau

¿Dónde comer?



      Comer en Saint-Sever es fácil: L´Art des Mets es un simpático restaurante con una comida sana, moderna, pero, también, cocinan recetas tradicionales y… a precios excepcionales. Hay un menú diario a 15 euros.


Restaurante Lu00b4art des mets en Saint Sever

Restaurante L´art des mets en Saint-Sever


Para más información: Oficina de Turismo de www.landes-chalosse.com


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Autora: Carmen Pineda







Coro y  transept en la abacial de Saint Sever (c) Paul Meyranx
Coro y transept en la abacial de Saint Sever (c) Paul Meyranx

Rue du Touron Saint Sever
Rue du Touron Saint Sever

Exterior del Convento de los Jacobinos
Exterior del Convento de los Jacobinos

El aceitero vinagrero del Museo de la Faïence
El aceitero vinagrero del Museo de la Faïence

Vino tinto de Tursan
Vino tinto de Tursan

La chaise haute
La chaise haute

Piezas en el Museo de la Faïence
Piezas en el Museo de la Faïence

Vinos blancos del Tursan
Vinos blancos del Tursan

Restaurante y hotel del chef Michel Guérard en Eugénie Les Bains
Restaurante y hotel del chef Michel Guérard en Eugénie Les Bains

Jardines en Eugénie Les Bains
Jardines en Eugénie Les Bains

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