¡Prego, dejen la arena en la playa!

Numerosos y visibles carteles presentes en la playa indican en varios idiomas que no se les permite extraer arena y que esto se considera un delito

La Agencia Nacional de Turismo de Italia (Enit) ha advertido a los turistas que regresan a sus países de origen que está tajantemente prohibido llevarse la arena de las playas como recuerdo de sus vacaciones.

Y no se lo tomen a broma o cachondeo, que le esperan sanciones de hasta 3.000 euros por llevarse un frasquito o un tupper con arena, piedrecitas de la playa y conchas diversas. La razón es que el expolio de arena se está convirtiendo en una amenaza para el litoral italiano. Este verano la isla de Cerdeña recibió más de dos millones de turistas. Si cada uno de ellos se llevase una botella de medio litro con arena como souvenir, dejarían las playas de Cerdeña con 9000 toneladas de arena menos.

Esta situación queda reflejada en la página de Facebook Sardegna Rubata e Depredata (Cerdeña, robada y depredada) creada por personal de vigilancia del aeropuerto de Cagliari donde se puede ver maletas enteras rellenas de arena, conchas, piedras etc.

Panorámica de Cala Cala Cipolla, con su aspecto característico y conserva una vegetación salvaje

Más drásticas son las autoridades turcas, que este verano encarcelaron durante cuatro semanas a un turista al comprobarse en el aeropuerto que en la maleta de su hijo menor de edad llevaba algunas conchas y piedras no autorizadas para su exportación. Se pueden imaginar la cara de disgusto que tenía el padre en el aeropuerto que ignoraba por completo esta prohibición.

Más sutiles son los vigilantes de los parques nacionales de la isla de Hawaii que ante la mala costumbre de llevarse piedras volcánicas como recuerdo turístico, han difundido (con éxito regular) la leyenda que esas piedras están bajo una maldición y el que las tenga será víctima de desgracias. No hay semana que reciban devoluciones vía postal o mensajería por parte de turistas que ignoraban esa advertencia.