Pirineos franceses: la gran ruta de los balnearios

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La Grande Route des Spas en los Pirineos franceses está integrada por ocho localidades termales: Argelès-Gazost, Bagnères-de-Bigorre, Barèges, Beaucens, Capvern-les-Bains, Cauterets, Luz-Saint-Sauveur y Saint-Lary. Ubicadas en los valles de Vallée du Louron, Vallée d'Aure und Vallée des Gaves e incluso en el mítico alto del Tour de France, el Tourmalet.


El balneario más alto de Francia, curiosamente con el nombre de Ciéléo, se encuentra justo en las proximidades del famoso alto ciclista, concretamente en el pueblo de Barèges (180 habitantes y 1250 m de altitud) que el año 2016 tuvo la visita de más de 20.000 personas. 


Cieléo, Thermes de Barèges 


 

La mayoría de los centros termales de esta región son de origen romano, pero la Edad de Oro fue concretamente el siglo XVII cuando personajes y personalidades de la corte francesa empezaron a frecuentar las aguas termales, como la amante del rey, el ministro de guerra o la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, que por agradecimiento de la curación de su esposa, después de un parto difícil, ordenó invertir en grandes infraestructuras en la zona, impulsando la Route Termale que va desde Biarritz hasta Bagnères-de-Luchon en la frontera española. La propia madre de Napoleón III, la reina Hortensia, era una forofa de las aguas e incluso las malas lenguas atribuían la existencia del propio Napoleón a algún supuesto romance de su madre con un pastor de la zona.


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Lago de las Termas de Bagnères de Luchon


También se desarrollaron vías ferroviarias y carreteras amplias de acceso a las zonas termales pirenaicas. La línea ferroviaria París-Tarbes, que se había completado recientemente, permitió a la ciudad pirenaica dar la bienvenida a una clientela acomodada, que luego fue distribuida en los diferentes centros de salud para tratar dolencias como reumatología, problemas de las vías respiratorias, enfermedades del metabolismo, trastornos del aparato digestivo, del aparato urinario, problemas psicosomáticos…


Sus aguas termales son sulfurosas. En sus piscinas al aire libre se puede contemplar nevar en invierno a 40 grados centígrados.


Los Bains du Rocher de Cauterets son hoy en día uno de los centros termales más elegantes del circuito que en el siglo XIX llegó a acoger en los veranos una media de 20.000 personas. El pueblo era meta de la aristocracia de toda Europa que venía aquí para pasar sus vacaciones. Hoy en día es frecuentado por alrededor de 6000 visitantes anuales. En 1565, Catalina de Médici y su hija Isabel, reina de España, venían a tomar los baños de Cauterets.Resultado de imagen de Bains du Rocher de Cauterets

'Les Bains du Rocher' en Cauterets, un oasis de relax tras la jornada de esquí FOTO: Les PyrénéesExterior e interior de "Les Bains du Rocher" en Cauterets, todo para el relax Foto: Les Pyrénées  


La abuela de Macron


La supervivencia de esta ruta termal pirenaico francesa parece estar asegurada ya que una de las abuelas del actual presidente Macron vivía en Bagnères-de-Bigorre, la villa termal más antigua de la zona. Durante su etapa escolar el presidente solía pasar sus vacaciones en esta localidad de más de 8.000 habitantes y parte de su familia sigue residiendo todavía en el pueblo.


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Centro termolúdico en Bagnères de Bigorre


Aquí se ubica el centro de bienestar Aquensis que cuenta con 3.000 metros cuadrados dedicados al cuidado del cuerpo. Se encuentra a tan sólo un cuarto de hora en coche de Lourdes, la famosa meta de peregrinación para los católicos de todo el mundo.


Resultado de imagen de AquensisEn Bagnères de Bigorre se halla el espectacular espacio termolúdico Aquensis presidido por una nave central con una gran cúpula de madera.






Mas información:

http://www.tourisme-hautes-pyrenees.com/

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