mezcla de manera fascinante lo antiguo con lo moderno:

Salvador de Bahía, la histórica capital brasileña de la alegría

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Qué ver en Salvador de Bahía

Playas cristalinas, valiosos vestigios históricos y un fascinante entramado de culturas diversas sirven de escenario para la enorme lista de atractivos turísticos que ver en Salvador de Bahía. Las costas y el centro de la ciudad sorprenden a los turistas a cada paso, sumergiéndolos en un crisol de coloridas tradiciones y paisajes casi pictóricos, que hacen de esta ciudad uno de los destinos turísticos más afamados y cautivantes de Brasil


La hibridación entre culturas de origen europeo, amerindio y africano se expresa en la singular gastronomía bahiana, la ecléctica arquitectura, el sincretismo religioso y las magníficas artesanías que se encuentran en todos los rincones de la ciudad. A ello se suma la gran infraestructura urbana propia de su condición como tercera ciudad brasileña en población.

Para no perderte detalle de este increíble panorama, te ofrecemos una guía sobre los sitios que no puedes dejar de ver durante tus vacaciones en Bahía.



1) EL CASCO ANTIGUO



Pelourinho, Salvador, Bahia


Salvador tiene la distinción de ser la primera capital de Brasil, cabecera de la Corona Portuguesa en América desde los inicios de la conquista hasta 1763. No es difícil imaginar el inmenso valor histórico de algunas construcciones de la ciudad, que en su mayoría de concentran en el Casco Antiguo, declarado por la UNESCO como Patrimonio Histórico de la Humanidad. 


El casco Viejo se compone de varias zonas de visita obligada: la plaza Municipal, el Largo de São Francisco, el Pelourinho y el Largo de Santo Antônio Além do Carmo. Casonas, edificios, plazas e iglesias de los siglos XVI, XVII y XVIII pueden contemplarse y visitarse durante un paseo por el centro histórico de Bahía, el cual invita a una inmersión en los orígenes mismos de Brasil.


2) LAS PLAYAS BAHIANAS Y FUERTE DE SANTA MARÍA


Playa del Puerto de la Barra en Bahía


Playa del Forte, en el estado de Bahía cerca de Salvador de Bahia.


Con 50 kilómetros de arenas blancas, Salvador detenta una de las costas más extensas del país. Desde Inema hasta Flamengo, son varias las playas que se distribuyen entre la ciudad baja (bañada por la interminable Bahía de Todos los Santos) y la ciudad alta (de aguas atlánticas). 


La temperatura tropical del agua, los magníficos paisajes marítimos y las animadas actividades culturales caracterizan la costa bahiana. El Puerto de la Barra es una de las playas más atractivas de Salvador, ya que es la única de la ciudad alta emplazada sobre la Bahía de Todos los Santos. Praia do Forte, alejada del centro, deslumbra con sus riquezas ecológicas.


El fuerte Santa Maria, cerca de la playa de Barra. A lo largo de su primer siglo de existencia, la ciudad dependió de la exportación del azúcar. Más tarde, se introdujo la cultura del tabaco y la ganadería de vacuno se abre en la región. La exportación de oro y de diamantes desde las minas de la tierra adentro procuró una inmensa riqueza a Salvador de Bahia, como de ello testimonia su opulenta arquitectura barroca. 


Forte de Santa María, Salvador, Bahia



3.- EL FAMOSO CARNAVAL DE BAHÍA


Entre los célebres carnavales de Brasil, el de Bahía ocupa un lugar incomparable por sus pintorescas tradiciones y su espíritu alegre y desenfrenado. Los propios brasileños lo consideran el carnaval más divertido de Brasil, y no es para menos: la celebración recorre 25 kilómetros de calle donde los “tríos elétricos” son seguidos por unas dos millones de personas saltando y bailando al ritmo de la música que no se interrumpe durante cuatro días mueven multitud de bahianos y gentes de todo el mundo. 


Cuentan incluso con grupos artísticos como “Oladum” y “Filhos de Gandhi” que en su origen tienen las tradiciones africanas tan vivas y celebradas en Bahía, exaltando los tiempos de la esclavitud. En Salvador de Bahía, las madrugadas mantienen el mismo ambiente festivo con comparsas de todo el país. 


Los amantes de las fiestas no pueden perder la oportunidad de viajar a Bahía en febrero, el mes del carnaval.



4. - PASEOS POR LA PLAZA DE L CATEDRAL


Praça da Sé en Salvador de Bahía

Uno de los paseos peatonales preferidos en el centro de la Ciudad Alta es la Praça da Sé, conectada al Terreiro de Jesus a través de la Catedral. Esta zona no solo es la puerta de entrada al histórico Pelourinho, sino que también goza de una animada vida cultural y comercial en sus numerosas tiendas y locales gastronómicos.


5. - ATARDECERES EN EL SOLAR DO UNHÃO


Puesta del Sol en el Solar do Unhão, Salvador de Bahia 


El mejor atardecer de Salvador puede apreciarse desde este complejo de arquitectura colonial, emplazado en la Bahía de Todos los Santos. Dentro de la antigua construcción funciona un pequeño Museo de Arte Moderno y un restaurante de excelente comida típica. Los sábados a la noche se ofrecen conciertos de jazz.


6. - ECOLOGÍA EN EL PARQUE ABAETÉ 


SalvadordebahaELPARQUEABAETVista area do Abaet

Vista aérea panorámica El Parque de Lago Abaeté


En torno al Lago Abaeté (famoso por el contraste cromático de sus aguas oscuras con las dunas blancas) se despliegan vigorosas bellezas naturales, conservadas por el Estado como áreas protegidas. 


El Parque se encuentra en el barrio Itapuã de Salvador, y además de su fascinante biodiversidad cuenta con un área de entretenimiento con bares donde disfrutar buena música.


7.- LA RIQUEZA ARQUITECTÓNICA DE LAS IGLESIAS



Catedral de Salvador de Bahía

Catedral de Salvador de Bahía


Iglesia de Nosso Senhor do Bonfim


Iglesia del Convento de San Francisco, con el Pelourinho delante

 

Salvador es una ciudad de gran arraigo religioso, como demuestra la gran cantidad de iglesias y capillas antiguas que se distribuyen en su territorio, es reconocida en el mundo por sus más de 360 iglesias. Los templos ineludibles son la Catedral de Salvador, majestuoso ejemplar de la arquitectura manierista con más de 300 años de antigüedad; la Iglesia de Nosso Senhor do Bonfim sobre la península de Itapagipe, de rica decoración neoclásica; y el Convento de San Francisco, una de las iglesias de mayor magnificencia en el país, de lujoso estilo barroco.


8. - DE COMPRAS EN EL MERCADO MODELO



Lo más colorido de las tradiciones bahianas se encuentra en este enorme mercado de casi un siglo de vida, colmado de tiendas de arte y artesanía así como algunos típicos bares y restaurantes.


9. - ELEVADOR LACERDA


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Punto emblemático de la ciudad, este ascensor público fue creado en el siglo XIX por el ingeniero Augusto Frederico de Lacerda. Con sus 72 metros de altura, el elevador es utilizado diariamente por unos 20.000 usuarios, y no solo representa uno de los puntos turísticos de Salvador. Localizado en la Plaza de Cayru en el barrio del Comercio, conecta la Ciudad Alta con la Ciudad Baja, situándose en la estratégica Praça Cayru del barrio de Comércio y el sólo ascenso o descenso constituye un interesante recorrido para el turista. Desde su altura se obtienen fabulosas vistas de la Bahía y el Mercado Modelo.


10. -  LA ISLA DE ITAPARICA



Un agradable paseo en barco conduce hasta ltarapica, una hermosa isla cercana a Bahía y plagada de encantos coloniales en armonía con playas paradisíacas. La isla alberga dos municipios, Itaparica y Vera Cruz, ambos conocidos por su excelencia turística. Sus aguas curativas y sus bellos arrecifes de coral convierten a las costas de Itaparica en uno de los destinos favoritos para una excursión desde Salvador de Bahía.


11.- UN TOUR GASTRONÓMICO


La gastronomía bahiana tiene carácter propio. Mezcla de sabores autóctonos del territorio pre-colonial, tradiciones europeas y, principalmente, influencias de los esclavos africanos, la cocina de Salvador se saborea (y se respira) en playas y calles, pero también en sofisticados restaurantes. Imposible resistirse ante los sabores intensos de los mariscos, el coco y las especias, con el aceite de dendê (herencia directa de África) como ingrediente protagónico.


El acarajé de Bahía, Salvador, Bahia


Las bahianas del acarajé con sus delantales blancos son una típica postal de la ciudad, aunque esta deliciosa especialidad (bollo frito de feijao relleno con camarones) debe ser probada con cuidado por los estómagos delicados. También son imperdibles la moqueca (mariscos y pescados en leche de coco), la “casquinha de siri” (carne de cangrejo servida en su caparazón) y las dulces cocadas (postre frutal con coco, leche y azúcar). Una recorrida por los restaurantes y puestos de comidas ambulantes (siempre chequea su calidad primero) es un descubrimiento de sabores nuevos, tan simples como exóticos.


Bahiana del acarajé con su delantal blanco 

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