La escalera helicoidal del Museo do Pobo Galego vuelve a lucir sin humedades

La triple escalera helicoidal, une todas sus plantas, obra de gran ingenio del arquitecto Domingo de Andrade 

La emblemática escalera barroca helicoidal del Museo do Pobo Galego vuelve a lucir sin humedades tras terminarse la actuación llevada a cabo en sus tres cuerpos diseñados por Domingo de Andrade.

De ello ha informado este miércoles el Consorcio de Santiago, que apunta que esta reforma ha contado con un presupuesto global de 44.165 euros.

La coordinadora de este arreglo y arquitecta del Consorcio, Idoia Camiruaga, señala que se "producían filtraciones de agua de la lluvia al interior procedentes del encuentro de sus muros con la cubierta y de las propias juntas del mampuesto". De este modo, "se recebaron los muros que conforman el buque de la escalera, tanto por las superficies interiores como, especialmente, por el exterior".

En el interior de la torre, el revestimiento estaba en general en buen estado, pero con aparición de humedades a medida que se ascendía, con el desprendimiento de la revocadura interior.

Por tal motivo, se han eliminado las revocaduras en las partes que ha sido necesario, especialmente en la parte alta del buque de escalera, con un saneamiento de la zona. También se ha realizado un pintado final con pintura mineral que permite el paso del vapor de agua.

PROTECCIÓN DE MONTEAS Y LIMPIEZA DE FACHADA

En esta actuación también se ha realizado una actuación para proteger las monteas --trazas que servían para guiar a los canteros a la hora de la talla en cada piedra-- que se encuentra en el pavimento, en el comienzo de la escalera, que son únicas en Galicia.

Sobre este extremo, Camiruaga llama la atención sobre que si no se actúa para proteger estas monteas desaparecerán por el tránsito de visitantes. Por ello, se ha instalado una plataforma elevada que permitirá no dañarlas y que estas trazas sean observadas por los transeúntes sin ser pisadas.

Asimismo, en el exterior aunque el estado de la piedra es bueno, existía una colonización de plantas, de forma que se ha limpiado la fachada.

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