La Santa Basílica Catedral de San Salvador de Oviedo es el centro del centro. Con más de mil doscientos años de pasado y presente que reflejan piedra a piedra una gran parte de la historia ovetense y asturiana. El conjunto catedralicio nació bajo el reinado de Alfonso II. Fruela su padre, había construido previamente una basílica dedicada a San Salvador, otra a San Julián y Santa Basilisa y un palacio para su esposa Munía, dando impulso al “ Ovetao” que crecía alrededor del monasterio de San Vicente. Tristemente todo fue destruido por un ejército musulmán encabezado por Andrés el Melilla, penetró en Asturias el año 794. Tras derrotarlo y expulsarlo del territorio astur, Alfonso II inició una profunda reconstrucción y reformas urbanas: el palacio real, las basílicas de San Salvador y Santa María, las capillas superpuestas de Santa Leocadia y San Miguel y la separada iglesia de San Tirso constituyeron una hierópolis comparable en belleza y estilo a otras de la Europa carolingia.
Con la basílica de San Salvador de núcleo, la Sancta Ovetensis,creció uniendo capillas y espacios prerrománicos y románicos. Maestros flamencos, franceses, asturianos y castellanos lograron dar unidad a ese conjunto. Con los años Oviedo perdió el carácter de ciudad de primera importancia pero reunía suficiente tamaño y categoría para merecer una catedral digna y entusiasmo por levantarla.El siglo XV fue un tiempo de revueltas y muchos problemas políticos y financieros que que complicaron las obras. Don Gutiérre de Toledo obispo de Oviedo entre 1377 y 1389 y hombre de gran influencia en la política y en la administración inició las grandes obras góticas. El XIV y el XV son siglos de mucho movimiento laboral. Andamios, canteros y albañiles que terminaron primero la cabecera y la capilla mayor-Siglo XVI-, luego las naves, el crucero y las bóvedas-Siglo XV- y por último la fachada y la torre- Siglo XVI- Juan de Badajoz fue su primer arquitecto y su pretensión eran dos torres como la mayoría de las catedrales góticas.La falta de presupuesto obligó obligó al proyectista a involucrarse en una sola torre dándole una formas y unas proposiciones únicas. La torre gótica comenzó su construcción a primeros del siglo XVI y finalizó en 1587 con una altura de 62.05m.
La torre es un elemento llamativo y que marca la calidad urbanista de sus arquitectos. Forma parte del paisaje capitalino y asturiano y es un compendio de la elegancia renacentista.
Subir a la Torre
Ascender a la torre gótica es una experiencia irrepetible con aquellos recuerdos de la Regenta y el cura Fermín de Pas y su catalejo para la observación íntima. Sus cerca de trescientos escalones dan prueba de lo que representa alcanzar el pináculo y la flecha. En la subida por escalera de caracol se va uno fijando en los pasos seguidos y parte de la ciudad a tus pies. Casi al final hay un descansillo a modo de museo con piezas románicas y góticas rescatadas de las distintas construcciones del conjunto catedralicio.Una vez arriba, con las diferentes campanas, la de Wamba emociona, la visual que ofrecen sus miradores es un momento de gratas sensaciones y un placer para los sentidos. Oviedo y todo su alfoz a vista de pájaro. Y en verdad, desde esas alturas, parece que se está tocando el cielo.
Texto y fotos. Carlos Cuesta
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