Alemania solicita la protección de patrimonio inmaterial para la cultura del té de su región de Frisia oriental

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El estado federal alemán noroccidental de Baja Sajonia propone que se incluya la cultura del té de Frisia oriental (Ostfriesentee) en la Lista nacional del Patrimonio Inmaterial. 


Frisia oriental es una región costera del Mar del Norte en Baja Sajonia que presume de una cultura del té muy arraigada. Si se aprueba, el consumo de té de Frisia oriental también podría inscribirse en la Lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.


Historia


La cultura del té de Frisia oriental comenzó a desarrollarse en la segunda mitad del siglo XVII, concretamente en el año 1610, cuando la poderosa Compañía Holandesa de las Indias Orientales empezó a importar mercancías exóticas hacia Europa. El té era vigorizante, más barato que la cerveza y más inocente a los ojos de la Iglesia. Tenía hasta el año 1675 fines medicinales y a partir del año 1720 empezó siendo una bebida para ricos. Con inicios del siglo XVIII conjuntamente con la patata se expande rápidamente por todo el norte de Alemania, en especial por el impulso del Rey de Prusia Federico II.


Pero con la quiebra de la compañía prusiana asiática en el año 1768, la administración prusiana quiere eliminar la costumbre establecida del consumo del té y potenciar más la cerveza, calificando la bebida preferida de los frisios como veneno de dragón chino. Ante las trabas administrativas los frisios se dedicaron al contrabando intensivo del brebaje asiático y la administración real prusiana tuvo que claudicar ante la evidencia social. Incluso el bloqueo marítimo decretado por Napoléon Bonaparte contra Inglaterra (1806-1814) aumentó el contrabando de té en la zona.


La escasez si apareció durante la Primera Guerra Mundial, en especial por el elevado impuesto especial que tenían los tés de Frisia. Tan era la dependencia y la costumbre arraigada en la Frisia Oriental que después de la Segunda Guerra Mundial, durante los primeros años de la reconstrucción germana, caravanas de frisios se dirigían hacia los mineros de la cuenca del Ruhr para cambiar su ración especial de té por tocino, mantequilla y huevos de la Frisia Oriental.


Mesa típica del té frisio 


Ceremonia del té


Con el tiempo, surgió una ceremonia única del té en Frisia oriental con carácter propio. Conlleva ciertas mezclas de té preparadas localmente, porcelanas bellamente decoradas y diferentes rituales. La gente hereda incluso las técnicas de preparación del té y una preferencia por ciertas mezclas junto con los juegos de té de la familia.


Las mezclas de té de Frisia oriental son fuertes y normalmente incluyen más de 10 variedades diferentes de té. El té de Assam domina generalmente las mezclas de Frisia oriental. El té se bebe con crema líquida y Kluntje (azúcar piedra blanco) sin ningún tipo de agitación.


Azúcar (Kluntje)


Primero se prepara el té y se deja reposar durante cinco minutos. Se coloca un Kluntje en cada taza, y sólo entonces, se sirve el té sin llenar la taza, cubriendo justo el azúcar. Si éste hace un chasquido significa que el té está lo suficientemente caliente. Entonces se vierte la nata formando las Wulkje, llamadas así por su apariencia de nubes (Wolken en alemán).


TeconnataWulkje

Te con nata (Wulkje)


Primero tomamos la nata, después el té amargo y por último el té endulzado. Por eso se dice que el Ostfriesenteer representa las diferentes facetas de la vida: suave, amarga y dulce. Este proceso se repite tres veces, en las que se rellena la taza, tras el cual colocamos la Rohmlepel (cuchara curvada de té) impoluta dentro de la taza, como muestra de que ya no queremos más, haciendo honor al dicho “Dree ist Oostfresen Recht”.


Elemento socializador


La hora del té en Frisia oriental es una oportunidad para socializar. De hecho, el consumo de té es una parte tan integral de la vida cotidiana que la región representa una cuarta parte del consumo total de té en Alemania.


Este té puede tomarse en esta zona debido a los puertos marítimos que podrían tener conexiones con las indias. Se trata de una mezcla de hasta diez tés negros de Assam y Ceilán, aunque pueden mezclarse con tés de: África, Java, Sumatra, así como Darjeeling. El consumo media anual de los frisios está en 300 litros por persona, uno de los más altos a nivel mundial.


En general se suele servir en pequeñas tazas tradicionales de la región acompañado de galletas durante la semana, cuando se trata del consumo diario. Para los fines de semana y ocasiones especiales se sirven con tartas. 


En el invierno para luchar contra las bajas temperaturas típicas de la zona, se suele agregar un chorrito de ron haciendo del té una bebida más estimulante. Los lugareños afirman que este té les sirve para combatir los dolores de cabeza, problemas estomacales y el estrés.


Empresas


Existen algunas empresas dedicadas al comercio de este té en Ostfriesland, tales como:Bünting-Gruppe (creada en 1806),Thiele & Freese (1873) y Onno Behrends (1886). Todas ellas ofrecen sus propias mezclas populares en la zona.


Museo del Té


La tradición de servir un té a los invitados sigue estando muy viva aún hoy en día en Frisia Oriental. Para los más principiantes, tanto en el Museo del Té en la ciudad de Norden, como en los bonitos pequeños cafés que se encuentran a lo largo de la costa se muestra cómo es la ceremonia del té en Frisia Oriental. También la empresa Bünting ha creado su propio Museo del Té (www.tee-museum.de) donde hace un repaso en general al origen de la cultura del té en el mundo, hasta llegar a la creación en el año 1806 de la empresa Bünting.


Casa matriz de la empresa Bünting


Norden Ostfriesisches Teemuseum 

 Museo del Té en Norden.



FUENTE:


https://de.wikipedia.org/wiki/Ostfriesische_Teekultur



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