apostar por la mediocridad nos ha traído hasta aquí

El vino chino desbanca por primera vez al gallego

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Fue la gran campanada en el último concurso mundial del vino de Bruselas, que dicho sea de paso, se celebró en Bulgaria. China pasó de 5 medallas en 2014 a 36 en 2016, nueve de ellas de oro. ¿Qué ha pasado? El gigante ha empezado a embotellar su propio vino y pronto será el mayor productor del mundo 


Hasta 2014 el palmarés de los premios del Concurso Mundial de Bruselas se saldaba holgadamente a favor de los vinos gallegos con una abrumadora relación de hasta 20 medallas gallegas por cada medalla china. Pero en lo que va de década la diferencia se fue acortando. 


En 2011 Galicia obtuvo 26 y China 3. En 2015, Galicia 26 y China 14 y ahora en 2016, Galicia 20 y China 36. Ya sabemos que los concursos ofrecen resultados subjetivos en función de los gustos de los catadores y de las modas del momento. Pero tras este dato, que en sí mismo puede ser poco significativo, hay otros que despiertan cierto temor en un cambio de rumbo de los mercados mundiales. España cuenta a día de hoy con la mayor superficie cultivada de viñedo: alrededor de un millón de hectáreas. Pero el segundo lugar ya no lo tiene ni Francia, ni Italia.


Es China, con más de 700.000 hectáreas. En un país en el que el ritmo de las importaciones de vino estaba creciendo con cifras anuales que superaban el 40 y hasta el 100 por ciento, tiende a ralentizarse gracias a la producción interna. Según datos elaborados por el Instituto de Comercio Exterior de España y el Observatorio del Vino y otras fuentes, pese a su bajo consumo por habitante, menos de una botella por persona y año (0,60 litros), la tendencia es al alza y a poco que se incremente, como el índice multiplicador es muy alto (hoy China tiene más de 1.350 millones de habitantes) pronto se convertirá en un gran mercado consumidor. Esa fue, precisamente, la razón del gran despliegue de viñedos, especialmente en las regiones del noroeste, a orillas del río Amarillo y al norte de la Gran Muralla, las más idóneas para este tipo de cultivo.


Hoy día, China ya es el cuarto consumidor de vino del mundo en términos absolutos. Las importaciones tienen un peso muy alto en el contexto interior, siendo Francia el mayor exportador de vinos a China, seguido de Australia. España ocupa el cuarto lugar después de Italia y los dos antes citados, y nuestros vecinos portugueses el 9 lugar. Pero ya nadie espera hacer las américas en China, ni tan siquiera en el resto de los mercados asiáticos, porque con la cosecha de 2016 se espera que China se convierta en el sexto productor mundial, por encima de Australia que es de momento uno de sus principales proveedores, y de Chile.


Pero la noticia tiene su lado bueno para Galicia. El gigante asiático no tiene, de momento, plantaciones ni de Godello, ni de Albariño ni de Treixadura ni de ninguna de nuestras variedades autóctonas. Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonay y otras variedades francesas son las preferidas de sus viticultores. Los blancos chinos todavía no son una amenaza.

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