Formentera, un sueño desde el amanecer al atardecer

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Madrugar en Formentera tiene premio: ver cómo el sol irrumpe por arte de magia desde el horizonte mediterráneo, con suavidad y dulzura, como el recién nacido que poco a poco va desperezándose, abriendo sus ojos… ¿Dónde? En la Mola, al extremo más oriental de la isla. Y tras una apasionante jornada en la menor de las Pitiusas, nada mejor que despedirla al otro extremo, admirando el crepúsculo sobre los acantilados del cabo de Barbaria.


FORMENTERA  Puestas de Sol 1499

Crepusculos de Formentera, sobre los acantilados del Cabo de Barbaria


Formentera es una isla tan coqueta y manejable que, estés donde estés, todo queda cerca; pues solo una veintena de kilómetros separan sus dos extremos: La Savina, al noroeste… y la Mola, al este. Allí se escenifica el primer gran espectáculo natural de cada jornada: el amanecer. Un lugar mágico cuyo faro inspiró una de las obras de Julio Verne, ‘Hector Sevadac’, como certifica la placa de un monolito dedicado al escritor francés, genio de la novela de aventuras. 


Formentera Faro de La Mola 1600


Formentera, Faro de La Mola


Tras una intensa jornada iluminando con sus rayos a la menor de las Pitiusas y regalándole su calor, al astro rey le llega también el momento de descansar, de sumirse en un profundo sueño...


    Lo hace en el extremo opuesto, el cabo de Barbaria. Una carretera secundaria de 9 kms que parte de Sant Francesc lleva hasta allí. Los tres últimos, tras sortear la pequeña loma del Puig d’en Guillem, asemejan un paraje lunar donde, al final de una interminable recta, emege poderoso el faro de Barbaria.


Formentera FARO DE BARBARIA  Amparo Arias 1519


Formentera, Faro Barbaria (foto: Amparo Arias)


Este lugar de pereginación vespertina tiene otro ritual: descender por un agujero hasta una cueva subterránea –la Cova Foradada– con impresionantes vistas al acantilado. Barbaria se convierte cada atardecer en el majestuoso palco natural desde el que contemplar, en respetuoso silencio, cómo ese sol vuelve a acunarse en el horizonte del Mare Nostrum hasta desaparecer, dejando el cielo teñido de su roja estela. ¡Good night, Formentera!


Formentera cova foradada 1600


Bajada a Cova Foradada, Formentera 

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