Siempre escapando

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Fernando Gonzalez

La gran mayoría de los españoles están cumpliendo estoicamente el durísimo confinamiento impuesto por el Gobierno. Sin embargo, desde que se decretó el Estado de Alarma, llevamos alrededor de 700.000 denunciados por incumplimiento de la cuarentena, aunque existe un paisano que a pesar de ser “pillado in fraganti” por reporteros de “La Sexta”, todavía no figura en esta cifra: se trata de un gallego que no sabemos si sube o si baja, buen maestro en estar hablando durante mucho tiempo sin concretar casi nada.


Me vienen a la memoria, las imágenes en las que asustado y a patas, huía de los periodistas que le acechaban en el Congreso, por la inminente intervención económica y el caso Bárcenas de los que se libró por los pelos. No practicó la corrupción, pero no luchó contra ella. Aun así, la mancha de su sobresueldo lo salpicó, los bancos y muchos constructores escaparon, y la gran mayoría de los españoles pringamos. En su socarronería y apariencia de bonachón se escondía un carácter fuerte para ocultar las heces y no perder los nervios frente al marrón que le dejaron el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español.


“Se fuerte, Luis”, una frase histórica e inolvidable. Su táctica de dejar pasar el tiempo y de rodearse de gestores económicos decentes con ideología conservadora, estabilizaron los indicadores y disminuyeron el déficit anual, pero la desigualdad económica y precariedad laboral juvenil no bajaron, y el independentismo casi lo devora. Escapó a Rivera, Iglesias, Sánchez, Aznar y Esperanza hasta que la sentencia de la Gurtel lo atrapó. Y siguió huyendo a ese restaurante madrileño, mientras su escaño vacío estaba, y muchos españoles ingenuos imaginábamos que un plan oculto tenía para perder la Presidencia con la dignidad de Adolfo Suárez, pensando en el bien de esa España con sentido común que decía defender. Simplemente, se desentendió de sus responsabilidades con nuestra nación y los votantes que le dieron apoyo, como si fuese un niño asustado.


   Regresó a su plaza de Registrador, procurando con elegancia no inmiscuirse en el nuevo rumbo del Partido Popular liderado por Pablo Casado. Sin embargo, volvió a huir varias veces de sus responsabilidades de expresidente, recorriendo unos pocos kilómetros, fuera de su amplia casa adosada de 280 metros cuadrados y pequeño jardín de 30. Han pasado seis días, y no ha pagado ninguna multa, ni todavía ha pedido disculpas a decenas de millones de españoles confinados en sus domicilios más pequeños. Incrédulos a esas imágenes, una parte de sus simpatizantes alega que no fueron grabadas durante el Estado de Alarma, bulo que ha obligad a la Cadena a reiterar la autnticidad de las imagenes.


En 1ª de Juan 1:9, se nos invita a pedir perdón cuando pecamos: “Si confesamos nuestros pecados, Él (Dios) es fiel y justo para perdonarnos los pecados y limpiarnos de toda maldad”.  ¿Seguirá escapando?

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