La Terraza de Sada (A Coruña) declarada bien de interés cultural

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La Terraza de Sada es un pabellón modernista comenzado a construir en 1912 en el relleno del paseo de Méndez Núñez en A Coruña, sobre un diseño probablemente del arquitecto Antonio López Hernández, destinado a quiosco de los jardines. 


La terraza en la coru  a Sada, 1918


La Terraza en A  Coruña, su ubicación inicial. la foto corresponde al año, 1918


Esta preciosa foto de La Terraza, de estilo modernista, corresponde a la época en que este original edificio estaba situado en los jardines de Mendez Núñez de La Coruña. El arquitecto fue Antonio López Hernández. Se construyó en una zona conocida por El Relleno, que eran terrenos ganados al mar. Tenía una planta baja de 20 metros de fachada, que luego se alargó hasta los treinta. Posteriormente se utilizó la planta superior como terraza cubierta, pero totalmente abierta a la que se accedía por dos escaleras laterales. Luego terminó cerrándose la planta superior, eliminándose las escaleras exteriores, sustituyéndolas por otras interiores en el centro del edificio y frente a la entrada principal.


Fue trasladado, entre los años 1919 y 1920, a la playa urbana de la villa de Sada para continuar con la misma función de servicio hostelero y recreo. Construido principalmente en madera y vidrio, con las formas y colores del modernismo, profuso en adornos geométricos estilizados y voluptuosos, tiene desde su origen un concepto esbelto, ligero, abierto y luminoso, favorecido por el carácter efímero y flexible, del cual es prueba su propia biografía.


Tranvia 51


La Terraza de Sada, en el año 1920, en su ubicación actual


Inicialmente se construyó en uno de los dos espacios de concesión del paseo en planta baja, pasando enseguida a entoldar la planta alta ante el aumento del número de sus usuarios. La ampliación de los períodos de concesión municipal animó en su día a invertir en instalaciones actualizadas y modernas, teniendo en cuenta la necesidad de competir comercialmente por los clientes con otros establecimientos localizados en paralelo.


El lenguaje arquitectónico empleado combina la versatilidad de un espacio diáfano con el empleo de un estilo radical, urbano y actual, enlazado con la tendencia europea de la época y con el claro objetivo de diferenciarse de la arquitectura histórica y la institucional que imitaba su aspecto de forma ecléctica.


El edificio, con este carácter vivo y dinámico, evolucionó para adaptarse a la transformación de los usos y de las expectativas de sus gestores. De tal forma que, desde el modelo sencillo de planta baja y azotea abierta, pasó a cubrir la planta alta con un sugerente salón de baile diáfano de unos 150 m2, rodeado de paneles acristalados de colores vivos.


Para su traslado a Sada se construyó un sótano sobre el que apoyarlo en aquella superficie arenosa y se modificaron algunos aspectos, como la instalación de un espacio para cocina y aseos en un módulo trasero o la reforma del sistema de acceso, que mudó a un único espacio central cubierto; la supresión de las escaleras exteriores y la introducción de una escalera interior también en la posición central. Además de estas modificaciones espaciales y funcionales, también el paso del tiempo derivó en algunas intervenciones de carácter pragmático, tanto en entrepaños y colores de acabamiento como en reparaciones puntuales que tenían por objeto prolongar su vida, si bien desde premisas más utilitaristas y económicas, sin referencias reales al concepto artístico y arquitectónico original.


Todas estas modificaciones, con independencia de que transforman el proyecto y concepto original, no deturpan sus valores y su singularidad. Los quioscos resultaban instalaciones innovadoras tanto en la tipología arquitectónica, constructiva, funcional como ornamental y prueba de su idónea apuesta y riesgo es la pervivencia hasta nuestros días de un ejemplo del que desaparecieron casi todos sus semejantes, hasta que la propia Terraza es ya un supervivente único y singular en nuestros días.


Los valores propios del inmueble, su singularidad, su recorrido histórico y sus características artísticas y arquitectónicas, además de sus valores identitarios y materias que no sólo la hacen reconocible sino que ejemplifican un deseo social de pertenencia y reconocimiento, aconsejan su estudio desde la perspectiva del reconocimiento de un valor singular en el ámbito del patrimonio cultural gallego.


La Terraza, Sada. 1600 12


Exterior de la Terraza de Sada


La Terraza de Sada es un bien singular de Galicia por sus valores culturales y representa un caso único de conservación de los inmuebles de esta tipología y función en Galicia. En el aspecto histórico destaca por ser una tipología original creada en los primeros años del siglo XX, por la novedad que suponía para una sociedad urbana el uso de espacios públicos relacionados con el cambio radical de la estructura de la ciudad, de las comunicaciones y de los estándares de la calidad de vida, que además sobrevivió a la desaparición casi absoluta de sus coetáneos, de los que existieron numerosos ejemplos, que con una vida efímera, no llegaron en la mayor parte de los casos a nuestros días. También destaca por los valores arquitectónicos y artísticos, por la calidad del diseño, los espacios de usos diáfanos, claros y vivos, teñidos de colores y de elementos ornamentales con una geometría sensual y acogedora, calidad y calidez reforzada por el ejercicio artesanal de la producción de las piezas con las que está construido.


La Terraza, Sada., interior

Interior de La Terraza en Sada (A Coruña)


Finalmente pueden destacarse valores etnológicos por resultar un ejemplo singular, reconocible y apreciado del pueblo de Sada y en Galicia en general, tanto en el referido a su uso hostelero como el propio cultural, punto central del modernismo entendido como una señal identitario, y en proceso de recuperación con actividades lúdicas y culturales periódicas en los que la Terraza es el punto central y más conocido.


La Terraza fiestas de Agosto 001

(Foto propiedad veciños de Sada)


En conjunto resulta un bien singular, ejemplo de una arquitectura recreativa y urbana ligada al ocio público y las actividades culturales con una hermosa y delicada formalización, sensible y cálida, reconocida popularmente y con un grande aprecio a nivel social, por representar un momento histórico concreto asociado a la vida social de A Coruña y principalmente de Sada y referente en su evolución urbana.


El estado de conservación de la Terraza de Sada es precario, en especial en lo relativo a sus elementos compositivos y ornamentales, y, si bien se mantiene en condiciones de poder ser usado, precisa de una restauración adecuada que pueda mismo recuperar aspectos de color y diseño de los cuales se conservan los datos originales. Las actuaciones más recientes no corresponden con los sistemas y materiales adecuados para los materiales originales, y la ligereza y la fungibilidad suponen un mayor riesgo de deterioro.


Muchas actuaciones previas ya modificaron, como no podía ser de otra forma, en un bien de esta naturaleza, sus remates y mismo sus elementos ornamentales. Sin embargo, alguno de ellos debería ser objeto de completa revisión o sustitución en el marco de un proyecto de restauración complejo.

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