Diez experiencias para hacer una vez en la vida

1.- Contemplar la salida del sol en el día más largo del año en Stonehenge durante el festival del Solsticio de Verano, Reino Unido

Stonehenge es uno de los ejemplos de megalitismo más conocidos del mundo. Sus misterios y majestuosidad lo hacen una visita imperdible si quieres ir a Londres unos días. Esta construcción, al igual que otras estructuras prehistóricas, sigue la proporción aúrea.

Londres

Visitar este lugar durante el solsticio de verano es una experiencia mágica. Los creyentes en los cultos ancentrasles y los curiosos se dan cita en el único día, junto al solsticio de invierno, en el que la gente se reúne alrededor de este círculo mágico para contemplar el atardecer.

Stonehenge 

2. Descubrir el Imperio Romano a través de Pompeya y Herculano

El tiempo se detuvo en el 79 d. C. en las ciudades de Pompeya y Herculano.Las ciudades de Pompeya y Herculano, con sus más de 100 mil habitantes, fueron sepultadas en el año 79 d. C. bajo las cenizas tras la violenta erupción del volcán Vesubio. En el año 1997 las zonas arqueológicas de estas dos ciudades, así como la Torre Annunziata, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Destacan el tamaño de este conjunto histórico romano y la inmensa cantidad de estructuras que se conservan: El foro, termas, templos, villas, palestras, teatros, anfiteatros

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Pompeya, casa del Fauno

Su visita es una ocasión única para descubrir la arquitectura y la cultura de la Roma del siglo I d.C. gracias a la conservación de una parte importante de estructuras y detalles. Las calzadas, las casas, los mosaicos o las incripciones y pintadas aportan detalles esenciales y curiosidades sobre la vida de los romanos de aquella época que bien merecen una escapada.

Herculano, donde el nivel de conservación es superior al de Pompeya

3.- Entrar en Hogwarts y empuñar tu propia varita

¿Estás buscando una varita? ¿O prefieres buscar alguna broma para gastarle a un amigo en Sortilegios Weasley? Todo esto lo puedes hacer si decides pasarte por los Estudios de Warner Bross, apenas a una hora del centro de Londres. Se convertirá en una experiencia inolvidable, tanto para adultos como para niños: adentrarse en el Gran Salón, curiosear el despacho del director de Hogwarts, Albus Dumbledore, y todo acompañado con guías que contarán anécdotas y entresijos de la grabación de las películas de Harry

4.- Dormir en el Desierto del Sáhara desde Marrakech

La perspectiva de caminar por un mar de dunas y contemplar las estrellas pasar una noche en el desierto ya suena a una vivencia irrepetible. Si se añade la posibilidad de probar la cocina bereber y pasear en camello, posiblemente sea el mejor plan posible.

Marruecos, desierto

También existen tours que ofrecen una visita al Atlas y a pequeños pueblos bereberes para completar tu visita a Marruecos.

Desierto d Marruecos, al fondo los montes Atlas

5. Un paseo en barco por los fiordos de Nueva Zelanda

No solo Escandinavia puede presumir de fiordos. Al otro lado de mundo, en Nueva Zelanda, se encuentra el Parque nacional de Fiordland compuesto por lagos, picos e islas que se pueden recorrer bien en un crucero, permita acercarse a las preciosas cascadas que salpican esta zona, como por aire, en una avioneta donde tener la vista más panorámica posible.

Parque Nacional de Fiordland, en Nueva Zelanda

6.-  Adentrarse en el Japón más luminoso

Aunque estar a punto de que te dé un ataque epiléptico es más fácil en Japón que en cualquier otro sitio solo con pasear por la calle, existe un lugar en donde los más  'frikis' pueden hacer sus delicias. Si te apetece entrar en un mundo que bien podría ser una mezcla entre Evangelion y Hatsune Miku, ese es el Robot Restaurant, en pleno barrio de Shinjuku, el barrio con más neones de todo Tokio.

Barrio de Shinjuku en Tokio

Aunque solo se sirve para comer un bento -un plato combinado-, su atractivo es el espectáculo lleno de luz, robots y bailarines en un ambiente plenamente discotequero.

7. - Probar el champagne en la bodega de Moet et Chandon

Exterior de la Bodega de Moet & Chandon, con la estatua de Dom Perignon

A poco menos de dos horas de París, puedes conocer la cuna del champagne francés. Al lado de Reims se encuentra la bodega de Moet & Chandon que incluye una visita a la tumba de Dom Perignon, el padre del champagne y a la catedral gótica de Reims, de más de 800 años de antigüedad. 

Facahda de la Catedral Gótica de Reims, organo en el interior

Contemplar los campos de viñedos y descubrir las curiosidades en la producción de este producto.

8.- Cocina la pasta como un italiano en Roma

Un viaje no solo es una experiencia de disfrute. También puede ser un buen momento para aprender sobre la cultura de un país o incluso una nueva habilidad. Por ejemplo, una estancia en Italia es una gran oportunidad para aprender a hacer pasta como una persona local.

9.- Ver la Aurora Boreal en Islandia

Pocos fenómenos naturales son tan mágicos e impredecibles como las auroras boreales. Si está en tu lista de cosas pendientes por hacer ¡Ahora es el momento!.

Aurora Boreal, Islandia

La mejor época para verlas es entre octubre y febrero, cuando hay más oscuridad; aunque hay que tener en cuenta que es un fenómeno luminoso natural bastante impredecible que se produce en las capas altas de la atmósfera terrestre. Cuanto más hacia el polo norte vayas, mejor. También es posible verlas en Reykjavik.

Reykjavik. Islandia

10.- Dormir en un hotel cápsula en Japón

Entre carteles de neón y bulliciosos karaokes se puede divisar templos y palacios milenarios que crean un contraste fabuloso, sin perder una gota de armonía.

Calle Ginza Tokio

Así es Tokio, una ciudad alucinante que vale la pena conocer. Tiene opciones para todo tipo de viajeros, que tienen la oportunidad de alojarse en un ryokan con tatami y onsen, hasta templos, pasando por hoteles de todo tipo, incluidos los famosos hoteles-cápsula, hostels y casas de huéspedes. No dejes de subir a la torre Tokyo Skytree, cruzar el paso de cebra más célebre de todo el mundo en Shibuya y pasear por Ginza.

Tokyo Skytree