Sufrimiento y dolor por amor

   Sin lugar a dudas la muerte de un hijo puede incluso a medio plazo causar la muerte de uno de sus progenitores, también la del esposo, esposa o uno de la pareja son una de las causa de mayor dolor y sufrimiento que se pueden encontrar y permanecerán la mayoría toda la vida. Lo mismo cuando se tienen que tomar decisiones sobre alguien cercano para que muera, personalmente recordaré toda mi vida el 24 de diciembre de 1993 cuando el médico me dijo que no había nada que hacer con mi hermano y tuve que decirle “retírenle todos los aparatos que le permiten vivir artificialmente”, lo enterramos el 31 de diciembre de ese año. Seguro que muchas otras personas han tenido que decir lo mismo, queda grabado a fuego en el corazón. Mencionar nada más que de pasada cuando la muerte se produce por suicido o un exceso de drogas…

   Existe otro modo de sufrir y de dolor que pocos contemplan porque la sociedad cierra los ojos y no los quiere ver, es el que padecen las personas que cuidan a enfermos que padecen enfermedades degenerativas, Alzheimer, Párkinson, Daño Cerebral Adquirido…. Los cuidadores son invisibles para la sociedad vital en la que vivimos, lo mismo que para los enfermos que además son el ‘parachoques’ de las personas que querrían ver, cómo no las ve carga contra él todo lo malo, por lo que en ciertas ocasiones también son el blanco de los malos humores dirigidos a otros que al enfermo le gustaría que lo visitasen, que hablasen con el.

   Cierto que en la mayoría de momentos está muy cariñoso y lo reclama con fuerza. Para las Administraciones, tanto las estatales, autonómicas como los concellos no son importantes y los tienen en un segundo plano. Algunos cuidadores sufren porque ven que el enfermo lo hace, se sienten solos, aislados, y él no puede hacer nada por la persona que quiere y ama con todas sus fuerzas, y ve cómo se va deteriorando.

    Se dice que no padecen en la mayoría de los casos, no soy médico ni tengo ninguna experiencia en esto, por los gestos de muchos en circunstancias adversas creo que si que lo hacen, como también ‘triquiñuelas’ que aprenden para evitar los medicamentos que no les gustan. Es como la discusión que los médicos tiene entre sí un enfermo en coma oye o no. Personalmente, lego en la materia, por una circunstancia vivida creo que sí.