El machismo oculto

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Fernando Gonzalez

Me duele tener que manifestar, como a pesar de la puesta en marcha de muchas medidas de diversa índole contra el maltrato y la discriminación hacia la mujer, todavía sigue arraigado un “machismo oculto” de pensamiento y actitud en gran parte de la sociedad española. Según el Informe “Jóvenes y Género”, publicado unos meses atrás, se revela que un porcentaje alarmantemente alto de la población española entre 15 y 29 años, mantiene pensamientos y conductas machistas. Lo que más me asusta del mismo, es que un 27,4% de este tramo poblacional encuestado cree que la violencia de género es una “conducta normal” en el seno de una pareja. Existe un tipo de “machismo oculto” que se manifiesta de forma sutil cuando se producen ciertas circunstancias. Pondré como ejemplo uno de los varios casos de “cuernos” que he conocido. Un hombre casado se acuesta varias veces con otra mujer casada y su adulterio es “pillado”. A pesar del profundo sufrimiento emocional que este hecho provoca a los cónyuges traicionados y sus respectivos hijos, la mayoría del entorno social de cada “cornudo” reacciona de forma diferente.


      La víctima masculina es menospreciada por seguir su matrimonio con la esposa infiel  arrepentida, mientras que la otra esposa traicionada, obtiene mala fama por poner punto y final a su relación matrimonial, a pesar del pseudo arrepentimiento manifestado por el infiel sexual, que en muy poco tiempo, se echa una nueva pareja y vuelve a casarse.


     Los cónyuges traicionados, son víctimas que tendrán durante su vida esa herida emocional. Decidiesen o no decidiesen retomar sus matrimonios con los respectivas parejas infieles, merecen nuestro apoyo social, porque NO SON CULPABLES y SÍ, SON VÍCTIMAS. Este relato, muestra la sutil doble vara de medir al hombre y a la mujer: “El machismo oculto”. El “macho ibérico” no debe intentar salvar el matrimonio con una “mujer de mala vida” que se arrepiente falsamente. Sin embargo,  la “dulce y comprensiva” esposa engañada, debe enfadarse, pero está obligada moralmente a seguir con el matrimonio, porque el adulterio en los hombres es más comprensible que en las mujeres.


  • LAS VÍCTIMAS DE ADULTERIO, TAMBIÉN SE CONVIRTIERON EN VÍCTIMAS DEL MACHISTA ENTORNO SOCIAL.


  Como cristiano, me conforta saber que Jesucristo, también, da la opción al cónyuge traicionado de poder divorciarse y retomar su vida sentimental con otra persona, si no quiere  seguir el matrimonio con el cónyuge infiel arrepentido (Mateo 5:32)


   Si uno se adentra en la Biblia, descubrirá muchas lecciones de como empatizar con las víctimas y denunciar las injusticias que sufren. ¡Busquemos el amor y la justicia!.

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