El Palacio de Herrenhausen, el origen de los Windsor

• La ciudad alemana Hannover alberga entre una de sus puntos obligatorios de visita el Palacio de Herrenhausen (Schloss Herrenhausen). Lo que muchos de los visitantes ignoran al pisar las instalaciones es que se encuentran ante el origen familiar de la actual casa real británica, los Windsor.

Exterior del Palacio de Herrenhausen, en Hannover (Alemania)

De Hannover, actual capital de la Baja Sajonia, salió en el año 1714 el príncipe Jorge Luis, el primer rey de la Casa de los Hannover, que se marchó a Londres con el título de Jorge I de Inglaterra, siendo su descendiente directo la actual reina Isabel II. Las relaciones anglo hanoverianas siempre fueron muy cordiales, el hecho es que muchos de los colegios de la ciudad tienen desde hace décadas intercambios escolares con diversos institutos británicos.

Jardín y exterior del Palacio de Herrenhausen, en Hannover (Alemania)

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Palacio fue temporalmente sede del Parlamento del Land de la Baja Sajonia. Surgió inicialmente como una modesta finca de caza y recreo, que con el transcurso del tiempo se transformó en Palacio de Herrenhausen con su famoso “Gran Jardín” barroco de formas geométricas, siendo residencia a partir del año 1936. Esta obra maestra de jardinera tiene como autores a dos jardineros franceses, Lennotre y Charbonnier, siendo el nombre original del jardín, el “Jardín Francés”

Uno de sus personajes benefactores más importantes fue la princesa Sofía, la impulsora de Herrenhausen hacia su mayor resplandor.  Por sus jardines e instalaciones pasaron temporadas largas genios como Haendel y Leibniz. El filósofo mismo redactó gran parte de su libro Teodicea y Haendel compuso muchas de sus obras bajo la inspiración de Herrenhausen. La propia princesa Sofia estuvo a punto de ser reina de Inglaterra, pero murió un año antes que la reina Ana, de modo que fue su hijo Jorge Luis quien subió al trono de Londres. Con el traslado de la corte, Herrenhausen quedó social y políticamente estancada.

En 1866 por la consecuencia de la Guerra entre Prusia y Austria, quedando los primeros vencedores, Hannover por estar en lado perdedero, fue anexionada a Prusia, quedando Herrenhausen sometida a una especie de sueño de bella durmiente. Por suerte durante décadas las instalaciones del Palacio quedaron intactas, sin ser sometidas a reformas modernistas.

En los años treinta el Ayuntamiento de Hannover compra el Palacio de Herrenhausen a la entonces reinante Casa de Hannover. Durante la Segunda Guerra Mundial el Palacio fue bombardeado quedando totalmente destruido. Por suerte el edificio de la Galería de Arte quedó intacto, siendo reconstruido el palacio en su totalidad.

Sala de ante en el interior del Palacio de Herrenhausen, en Hannover (Alemania)

El Palacio de Herrenhausen, reconstruido en su emplazamiento original, alberga, además de un moderno complejo para la celebración de eventos, el nuevo Museum Schloss Herrenhausen (Museo del Palacio de Herrenhausen). En las instalaciones, dependientes de Hannover y patrocinadas por el estado de Baja Sajonia, se exhiben exposiciones cambiantes dentro del contexto de Herrenhausen y Hannover.

• Los Jardines

Los Jardines de Herrenhausen están considerados el monumento más famoso de Hannover. Desde hace más de 300 años representan el modo de vida de la casa real de Hannover. Su elemento principal, el Gran Jardín, es uno los jardines barrocos más importantes de Europa y fascina a turistas de todo el mundo. En 2015 el Gran Jardín fue galardonado con el premio European Garden Award en la categoría «Mejor restauración de un parque o jardín histórico».

Jardín de diseño francés del Palacio de Herrenhausen, en Hannover (Alemania)

Los opulentos Jardines de las Casas de los Señores (Herrenhäuser Gärten), son uno de los pocos patrimonios barrocos de este tipo en Europa que se conservan en gran medida: Jardín de la Montaña (Berggarten), Jardín de Jorge (Georgengarten) y Jardín de los Güelfos (Welfengarten). Del castillo parte también el interesante paseo de las esculturas, cuyas obras más famosas son las Nanas de Niki de Saint Phalle, esculpidas en 1974. A pesar de que en su momento estas rollizas figuras no fueron del agrado de todos los hanoverianos, poco a poco han ido conquistando el aprecio de la ciudad, convirtiéndose en un símbolo más.

Otra prespectiva del jardín y del Palacio de Herrenhausen, en Hannover (Alemania)