Clipperton - la isla olvidada de Francia

En el medio del Pacífico, a unos 1000 kilómetros del continente mexicano, se encuentra el pequeño atolón Clipperton. Cuatro naciones han librado batallas en esa la isla en los últimos siglos, que ahora se considera un territorio francés de ultramar.

Isla de Clipperton

A pesar de ofrecer a primera vista palmeras, playas de arena blanca, un mar con color azul turquesa y un arrecife de coral en alta mar, el atolón en el Pacífico está deshabitado desde hace más de 100 años.

La razón principal de esto es sin duda por ser un lugar aislado: más de 1000 kilómetros se encuentran entre la Isla Clipperton y la costa suroeste de México. Además, el atolón de 8,9 kilómetros cuadrados no es muy grande, el área de terreno transitable es de solo 1,7 kilómetros cuadrados. La parte más grande consiste en agua, dentro del atolón hay una laguna de agua ácida y que se encuentra estancada. Aves marinas, cangrejos y otros animales pueblan la Isla Clipperton. Las lluvias tropicales y los huracanes no son infrecuentes. Durante el día, las temperaturas a veces suben a más de 40 grados. Por lo tanto la gente rara vez se pierde por aquí.

Pero ese no fue siempre el caso. El primer hombre que vivió en la isla durante algún tiempo fue un pirata: el inglés John 

Clipperton usó el arrecife como refugio a principios del siglo XVIII, por eso la isla lleva su nombre. Aunque en los primeros mapas dibujados se menciona como "Île de la Passion", porque dos fragatas francesas reclamaron el descubrimiento del atolón en 1711 por sí mismas.

Atolón de la Isla Clipperton

Francia anexionó oficialmente la isla en 1855, pero esto no impidió que los estadounidenses extrajeran guano, una mezcla de excrementos de aves que se utilizaron como fertilizante, a fines del siglo XIX. Y otro estado presentó reclamación por la propiedad de la Isla Clipperton: México. Para hacer cumplir sus demandas, los mexicanos establecieron una guarnición en la isla en 1905, compuesta por diez soldados con sus familias y un capitán. A partir de 1906, los británicos, con el consentimiento de los mexicanos, también comenzaron a extraer guano y establecieron un asentamiento minero en la isla. Se aprovechó el momento para construir un faro y, en 1914, alrededor de 100 personas vivían en la pequeña isla. Dos veces al mes un barco venía de Acapulco con comida y agua.

Pero todo cambió con la Revolución Mexicana y la Isla Clipperton cayó en el olvido total. De un día para otro detuvieron el suministro de comida y agua y los isleños quedaron vendidos a su suerte. Uno tras otro murió, sobre todo de escorbuto. Un último intento desesperado de rescate se organizó en 1917 por parte del capitán: junto con los hombres restantes, sacó un bote para navegar detrás de un barco que pasaba. Pero las olas eran demasiado altas, el barco volcó y se rompió en el arrecife. Todos los hombres se ahogaron.

15 mujeres y niños permanecieron en la isla. Y un hombre soltero: el farero Durante dos años, este supuestamente maltrató y violó a las mujeres hasta que, según varias fuentes, una de ellas tomó coraje y mató a su torturador con un martillo. Poco después, los últimos supervivientes de la Isla Clipperton, cuatro mujeres y siete niños, fueron rescatados por el bote patrullero estadounidense USS Yorktown que los descubrió por pura casualidad.

Y el tira y afloja sobre la propiedad de la isla finaliza en 1931, cuando el rey italiano Victor Emmanuel III, quien había sido nombrado árbitro, otorgó la Isla de Clipperton a Francia como su territorio. Los franceses establecieron un puesto militar allí, pero lo abandonaron después de siete años. Por un corto tiempo, los estadounidenses ocuparon nuevamente la Isla Clipperton durante la Segunda Guerra Mundial y establecieron una estación meteorológica. Mientras tanto, había planes para construir un aeropuerto en la isla y un puerto interior en la laguna. Pero debido a la situación aislada y al clima inestable, estos planes vuelven a quedar en el hielo.

En la actualidad el acceso a la isla solo está permitido para fines científicos.