La villa burgalesa de Castrojeriz

Considerado como uno de los hitos de mayor interés histórico en el Camino de Santiago, encontramos el bello pueblo de Castrojeriz. Su rica historia podríamos llevarla hasta la consideración como castro visigodo, o quizás, también, castro romano, (dicen que fue fundada por Julio César) en cuyo castillo se desarrollaron importantes batallas entre cristianos y moros.

Castrojeriz Vista del páramo de Santa Lucía

Esta villa, desde hace más de mil años acoge a los peregrinos jacobeos en su viaje hacia Compostela. Y, nuestro deseo es conocerla, para ello empezamos la visita por su castillo, ubicado en la parte alta del cerro que denomina la villa. Su construcción primitiva fue romana, la actual fortaleza se construyó en el siglo IX a partir de la antigua torre romana. Rodrigo Laínez, hijo de Laín Calvo, uno de los jueces de Castilla, reedificó totalmente el castillo, fue escenario de sangrientas batallas.

El terremoto de Lisboa en 1755 hizo que se desplomara gran parte de sus muros. En 1949 fue declarada Bien de Interés Cultural. En 2013 terinaron las obras de la apuesta en valor para su visita turística.

En este castillo fue asesinada en 1359 la reina Leonor de Castilla, hija del rey Fernando IV de Castilla y esposa del rey Alfonso IV de Aragón por orden de su sobrino Pedro I.

Casa de la antigua nobleza de Castrojeriz

Seguimos la visita al Convento de San Antón, (en ruinas) son el primer monumento que encuentran los peregrinos que recorren el Camino de Santiago al entrar en Castrogeriz. Fue fundado por Alfonso VII en el año 1146 y la Desamortización del siglo XIX consagró su abandono, pasando los monjes existentes a la Orden de San Juan de Jerusalén, hoy orden de Malta.

Otra de las visitas importantes es el Convento de Santa Clara fundado por el rey Alfonso X el Sabio hacia 1264, cuenta con un claustro neoclásico y una interesante cripta gótica.

Pasamos a continuación a la Colegiata de nuestra Señora del Manzano, que comenzó a edificarse en el año 1244 por disposición de Berenguela La Grande, reina de Castilla y León. En su interior alberga interesantes pinturas y retablos, así como sepulcros del siglo XIV e imágenes entre las que destaca la de Nuestra Señora del Manzano. El retablo mayor barroco del siglo XVIII tiene lienzos del artista Antón Raphael Mengs.

Iglesia Nuestra Señora del Manzano 

Ubicada en la calle real, es la travesía más larga de la ruta jacobea, se encuentra la Iglesia de Santo Domingo, es de estilo gótico siglo XV, si bien tanto las bóvedas como el retablo mayor, del siglo XVIII, responden al estilo neoclasico.

En su interior se encuentra el Centro de Interpretación del Camino Iacobeus: El recorrido comenzará entre las penumbras que arropan el inicio de toda aventura incierta. A partir de ese momento deberás atravesar las espectaculares cápsulas de saber que, a modo de etapas, te guiarán por este camino de conocimiento y la magia de iacobeus te envolverá para siempre. 

Conocerás a Yayo (personaje que nos guiará) y con el descubrirás las diferencias y semejanzas entre los preparativos que debía realizar un peregrino medieval y los de un peregrino actual en el siglo XXI. Podremos ojear esa increible guía del peregrino medieval que es el Código Calixtino.

Centro de Interpretación del Camino

Castrojeriz, calle Real e Iglesia de Santo Domingo 

Siguiendo los pasos del peregrino medieval, conoceremos los prioncipales hitos y las joyas arquitectónicas y paisajísticas que engarza el Camino francés a su paso por la provincia de Burgos y podremos descifrar las extrañas marcas y símbolos labrados en las piedras de sus monumento. Conoceremos las, fieras, lesiones, peligros y calamidades que martirizaban a los peregrinos y la existencia de los remedios que las aliviaban.

El Centro Iacobeus es de los que más interesantes donde se puede vivir una aventura didáctiva y aprender jugando. 

CURIOSIDADES DEL CAMINO

En una villa de tanto apego jacobeo es natural que el 25 de julio, festividad de Santiago, se celebre con honores. Castrojeriz programa para ese día una de las fiestas gastronómicas que mayor impulso ha dado al ajo burgalés, la propia Feria del Ajo. Muchos peregrinos aprovechan la jornada para conocer cómo se enhorcan los ajos.

Este es quizá el mayor atractivo, el de poder ver cómo se trenzan las ristras. El 17 de enero se celebra, además, la Fiesta de San Antón. Ese día se hace una misa en las ruinas de San Antón y también tiene lugar allí una representación musical. Los participantes, y los caminantes que toman parte en ella, regresan después a Castrojeriz para continuar la fiesta.

• La concha de vieira era lo que traían de Santiago los primeros peregrinos, hoy día es el símbolo que sirve para identificarlos. Los antiguos peregrinos también la usaben de vaso.

• El juego de la oca podría tener sus orígenes en el Camino de Santiago. Hay quien afirma que es una especie de juego iniciático, diseñado por los gremios de constructores que representaba el recorrido del Camino de Saniago.

• La comida más común era el llamado Caldo de peregrinos. En realidad esto es lo que después pasó a llamarse Sopa Boba, es decir, un cuenco de agua caliente con algún mendrugo de pan duro picado aliñado con vinagre y sal, que, en los buenos conventos se enriquecía con tocino rancio y alguna hortaliza, para ayudar a sobrevivir a los mendigos y peregrinos necesitados.

• Ya en los siglos XII y XIII el Camino contaba con una magnífica red de hospitales y monasterios y, en algunos pueblos camineros, las campanas tañían durante la noche para orientar a cualquier peregrino extraviado. 

La Orden de San Antón se dedicó en exclusiva a cuidar a los enfermos en Castrojeriz muchos sanaban debido a que el pan que fabricaban estaba hecho a base de trigo candeal, limpio de hongos.

• Un monje peregrino escribió en la Edad Media a que dicen es la primera guía de viajes el Códice Calixtino. Y la verdad es que se parece bastante a una moderna guía de viajes, porque más de un tercio del Códice está dedicado a los lugares (iglesias, santuarios…) que no puedes “perderte”. En Iacobus, encontrarás un fascsímil de una de sus páginas en el Arca nº 2.

• La mayoría de las iglesias del Camino tienen una orientación Este-Oeste, lo que además de hacer que la luz de la mañana ilumine el altar mayor, servía para que los peregrinos pudieran orientarse sabiendo que la cabecera “apunta” hacia el Este.

• El Fuego de San Antonio el “colocon” de los peregrinos asoló a la Europa Medieval y se decía que le ocurría a los pecadores. El fuego o fiebre de San Antonio era el nombre que recibía el ergotismo, una enfermedad contraída por la ingesta de microtoxinas como la que contiene el hongo del cornezuelo presente en el centeno y en los panes que se hacían con él, muy frecuente en el medievo. Los efectos que causaba variaban desde alucinaciones, convulsiones, necrosis de los tejidos y aparición de la gangrena.