La mágica Ruta de los Faros de la Isla Formentera (Baleares)

Un recorrido que podrás iniciar en el Faro de la Savina, situado sobre unas rocas cerca del puerto y muy importante para la navegación marítima de la zona. El Faro de Cap de Barbaria está situado sobre un majestuoso acantilado, ofrece una panorámica espectacular y una de las mejores puestas de sol de las Islas Baleares. La siguiente parada es el Faro de la Mola, el más conocido y el más impactante, situado en el mismo borde de un acantilado de más de 100m de altura ofrece un espectáculo natural de luz y color que no deja indiferente a nadie.

Un lugar mágico conocido como el faro del fin del mundo y parte de una de las novelas del famoso escritor Julio Verne. Una ruta para disfrutar de la imagen de estas instalaciones tan integradas e indivisibles del paisaje marino de la isla. Ahora que las nuevas tecnologías cuestionan el papel y el futuro de los faros es el momento de disfrutar de la figura -siempre imponente y evocadora- de estas instalaciones tan integradas en la percepción del paisaje marino, que acompañan al visitante al borde del acantilado.

• PUNTOS DEL ITINERARIO

1.- El Faro de La Savina

El Faro de La Savina es un discreto faro, menor en importancia que los otros dos, que está en las rocas cercanas al puerto principal de la isla. Es un faro blanco muy bonito que se encuentra muy cerquita del helipuerto y de una preciosa zona, el estany del peix, un lago con entrada al mar donde se refugian muchas de las barcas de pesca.

Faro de La Savina, Formentera

No se puede acceder a él pero merece la pena pasear por sus alrededores viendo las barcas amarradas.

2.- El Faro Cap Barbaria

• El más moderno de los dos impresionantes faros de Formentera

Barbaria, en el extremo sur de la Isla, recuerda la presencia, mar adentro, de la costa de África. Para seguridad de navegantes se levantó este faro, erguido en un paisaje agreste de rocas y arbustos castigados por el viento.

Aunque el faro se proyectó en 1924, no se construyó hasta 1971. Se levanta 78 metros sobre el nivel del mar y su haz de luz intermitente tiene un alcance máximo de 18 millas. No cuenta con construcciones auxiliares y únicamente se encuentra cercana la torre de defensa de Es Garroveret y la Cova Foradada.

El Cap de Barbaria es una amplia porción de Formentera, una comarca o vénda que pertenece a la parroquia de Sant Francesc Xavier. Es un territorio que estuvo habitado por los primeros habitantes de la isla, en la Prehistoria, hace cuatro mil años.

Durante la repoblación de Formentera, al final del siglo XVII, el Cap de Barbaria se reservó en su mayor parte a la corona de España. De ahí surgen topónimos de la zona como el camí del Rei o el pla del Rei. El monarca hizo construir (c.1760) la torre de el Cap de Barbaria, también llamada Torre des Garroveret, cercana al faro del Cap de Barbaria (1971).

No se recomienda el acceso a la Cova Foradada, porque no está habilitada para visitas y reviste peligro.

3.- El Faro de La Mola

"Un lugar desde donde medir el mundo", según Jules Verne

Faro cuya presencia advierte del abrupto límite oriental de la isla de Formentera.

Faro de La Mola

Este faro proyectado (1861) por Emili Pou se sitúa e un acantilado de 158 metros y su torre levanta la linterna 21 metros más arriba. Su funcionamiento pasó del quemador de aceite a la parafina, el petróleo y, actualmente, a la energía eléctrica. La señal luminosa que emite es una luz fija con un breve destello que se repite cada 4,67 segundos. Es impresionante ver la sucesión radial de haces de luz proyectados al infinito desde la torre.

Aunque se suele decir que Jules Verne se inspiró en este faro para su novela "El faro del fin del mundo" ("Le phare du bout du monde") en realidad Formentera es uno de los escenarios de otra novela suya, Hector Servadac.

En ella, un científico, Palmyrin Rosete, está instalado en el faro para realizar unas mediciones cuando un cometa arranca una parte del Mediterráneo y la arrastra en su viaje por el espacio. La figura de Palmyrin está basada en el astrónomo francés François Arago, que estuvo en Formentera en 1808 completando la medición del meridiano de París.

Fotos: Turismo Islas Baleares