fiel a la filosofía natural del “Salutem per Aqua”

Balneario de Mondariz, aguas gallegas que curan

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Balneario de Mondariz es, desde hace un siglo, el destino elegido por los españoles y europeos para disfrutar de las vacaciones estivales y cuidarse a partir de la filosofía natural del “Salutem per Aqua”. Unica Villa Termal en España en activo desde 1873.


  • Las aguas mineromedicinales de sus fuentes, por su composición bicarbonatadas, carbogaseosas y ferruginosas, se convierten en únicas en España a la hora de luchar contra el envejecimiento, tanto a nivel físico como estético.


  • La Belle Époque trajo a Galicia a personajes como Isaac Peral, John Rockefeller II, Isabel de Borbón, el arzobispo de Westminster, Miguel Primo de Rivera o el sultán Muley Haffid y el infante Augusto de Braganza a disfrutar de la villa termal gallega.
Las aguas mineromedicinales del Balneario de Mondariz son únicas en España

 

La Belle Époque marcó una época en los veraneos de salud de los españoles y europeos más chics que tenían en el Balneario de Mondariz un destino. Mondariz siempre ha sido siempre sinónimo de salud, de encuentro y vacaciones en sus tres siglos de vida. Una villa termal que defiende los intereses de todos los españoles como propios. Haciendo internacional el carácter acogedor de los gallegos. 


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Hablar de Galicia es hablar de la Tierra del Agua: mar, ríos y aguas mineromedicinales que convierten el noroeste español en todo un destino de bienestar que tiene en el termalismo una tradición centenaria que les hace únicos. Mondariz, un balneario que nace a mediados de los siglos XIX y principios del XX es desde siempre el referente europeo del Salutem per Aqua, partir de las propiedades de sus manantiales.


El termalismo tradicional de los “agüistas” de la Belle Époque que trajo a Galicia a personajes como Isaac Peral, John Rockefeller II, Isabel de Borbón, el arzobispo de Westminster, Miguel Primo de Rivera o el sultán Muley Haffid y el infante Augusto de Braganza a cuidar su salud ha dado paso en el siglo XXI a toda una industria turística gallega a partir del culto al cuerpo y la necesidad de buscar la fuente de la eterna juventud. 


Y es que las aguas mineromedicinales del Balneario de Mondariz por su composición bicarbonatada, carbogaseosa y ferruginosa son únicas en España a la hora de luchar contra el envejecimiento, tanto a nivel físico como estético. Una realidad recientemente destacada por un estudio realizado por hidrólogos que reconocen la calidad de las aguas termales pontevedresas y que tienen en esta villa termal la referencia del termalismo. Unjas aguas también recomendadas para patologías crónicas (reumatológicas, respiratorias, dermatológicas, digestivas) que tienen un efecto ralentizante del envejecimiento gracias a su efecto antioxidante y antiinflamatorio y ayudan a la reactivación de la capacidad física y psíquica de las personas mayores y mejorando su autoestima).


  • Balneario de Mondariz, la magia del agua


Agua que brota cada día de los manantiales de tres templos de la medicina natural y que se convierte en magia, lejos de modas y campañas de marketing. Balneario gallego que lleva más de tres siglo protagonizando el fenómeno termal europeo y que resurgen ahora con valores añadidos como tratamientos a la carta, centros lúdico-termales, cosmética natural o golf, habiendo sido declarada de utilidad pública sus aguas en 1873 por el Gobierno español.


Balneario de Mondariz fuente de Gandara

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Fuentes de Gándara interior y exterior


Mondariz, es un agua con historia que mantiene desde principios del siglo XX su propia marca de mesa y que dio origen al municipio más pequeño del país. Una villa termal que continúa hoy en activo gracias a la recuperación de su actividad y de sus edificios por parte de un grupo de empresarios liderados por el coruñés Javier Solano Rodríguez-Losada, labor reconocida por los premios Mejor Balneario de España 2005 y 2006, Mejor Alojamiento de Galicia 2007 y Conde Nast Traveler que lo destacó como Mejor Spa de España 2012. Numerosos reconocimientos de un proyecto humano que en 2015 recibió el Premio Nacional de Salud Ejecutivos por tres siglos de apoyo a la medicina natural, proyecto basado en el poder de las aguas mineromedicinales de la villa termal gallega. 

Su casa de baños fue construida en 1880 y a partir de ahí el Gran Hotel, en 1900

Su casa de baños fue construida en 1880 y a partir de ahí el Gran Hotel que, en 1900, rivalizó con los grandes balnearios de Baden-Baden, en Alemania, y Bath, en Londres. El nivel de los termalístas que acudían cada verano a Mondariz, llegó a convertir el Gran Hotel en un centro social, político y cultural internacional del que dieron cuenta Emilia Pardo Bazán, José Echagaray o Galdós en sus escritos. Fiestas amenizadas por el cuarteto Bacarat, llegado cada año expresamente de París; reuniones políticas entre las que destaca la celebrada, en agosto de 1929, por el jefe del Gobierno español, Miguel Primo de Rivera, y el primer ministro de Portugal, Arthur Ivens Feraz a los que se unió posteriormente el jovencísimo John Rockefeller III, heredero de la mayor fortuna de los Estados Unidos, son algunos de los ejemplos. Una actividad que todavía hoy se mantienen con la visita de personalidades de diferentes sectores que llegan a Mondariz a disfrutar de un lugar de leyenda.


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Una época de esplendor que ha dado paso a un centro moderno con un balneario a la carta, un circuito termal basado en la tradición Celta y el Palacio del Agua, un spa de 3.000 metros cuadrados de piscina interactiva y un campo de golf de 18 hoyos, así como una zona dedicada a los más pequeños, Mondariz Kids, para que ellos disfruten mientras sus padres descansan. Una gestión propia por parte de los propietarios que desarrollan varias líneas de negocio: hostelería, medicina termal, golf y cosmética natural que lanzaron al mercado de belleza con la marca Mondariz.


BALNEARIO DE MONDARIZ, PALACIO DEL AGUA spa

Palacio del Agua Mondariz


HISTORIA DE MONDARIZ

“Esto no es un Balneario es el palacio de las aguas.

Ni en España ni en el extranjero hay nada superior…

            Así describía el Nobel de literatura D. José de Echegaray la grandeza y suntuosidad de la perla del establecimiento balneario que fue el Gran Hotel , llamado por muchos “El Escorial Gallego” debido a la solidez de sus materiales y a su aspecto monumental


            Balneario de Mondariz, veraneos marcados por el glamour desde 1874


            El 30 de Agosto de 1893 se pone la primera piedra del que coloquialmente se llamará el edificio número 2, el Gran Hotel Balneario. Se edificó a pocos metros al suroeste de la Fuente de Gándara. Las obras fueron dirigidas por D. Genaro de la Fuente y se termina el edificio en 1897. La decoración concluyó en 1898, año en que fue inaugurado. Se trataba de una construcción sólida, artística, amplia. Tres vastos cuerpos componían el edificio: uno central y dos laterales, unidos en forma básica de gigantesca E mayúscula, abierta al frente principal.


            El cuerpo central, el mayor, se extiende de este a oeste. Su fachada principal estaba orientada al norte y abarcaba en total una longitud de 74 metros. Este cuerpo servía de unión a los dos menores, los laterales, ambos perfectamente simétricos y que discurrían de forma paralela de norte a sur. Sus fachadas miraban al este y al oeste, respectivamente y con una longitud de 50 metros cada una. Todos los cuerpos constaban de piso bajo y cuatro altos, denominados entresuelo, principal, primero y segundo, este último, abuhardillado, destinado en un primer momento al servicio del hotel. La techumbre era de pizarra y sus sólidos muros de granito procedentes de Ferres. Embellecían la fachada dinteles, jambas, archivoltas, resaltes, y apilarados también de granito.


Visita de la infanta Isabel GH 1915

Visita de la Infanta Isabel, en 1915


            El cuerpo principal se pronunciaba a su mitad en otro saliente, equivalente al trazo pequeño de la “E” mayúscula, en el se hallaba, a la altura del piso abuhardillado, un reloj. Se abría en él, sobre una escalinata, el “ingreso de honor”, que daba acceso al vestíbulo y a dos galerías situadas a ambos lados, en el piso bajo, y cuya techumbre formaba, asimismo, delante del piso entresuelo dos terrazas descubiertas de idénticas proporciones. Además de este acceso central, en la fachada principal había otras dos escalinatas laterales. La de la derecha permitía el acceso exterior al comedor general y la de la izquierda, el acceso a los despachos del Director Médico y la Gerencia. Al extremo este del edificio se construyó poco antes de 1923, una ancha y descansada escalinata de granito que daba acceso principal al bosque inmediato. Subiendo al segundo tramo de las mismas y pasando sobre un pintoresco puente rústico se establecía comunicación con el piso entresuelo.


Gran Hotel Balneario de Mondariz. Personal Gran Hotel 1920 (1)

Gran Hotel Balneario de Mondariz. Personal Gran Hotel 1920

       

    Aunque en general los establecimientos de esta índole solían tener una arquitectura mas bien monótona y rígida que los asemejaba a conventos u hospitales, el Hotel de Mondariz con sus escalinatas, alas salientes, balaustradas, pórticos, terrazas y galerías de la planta baja y con el paseo del parque que por delante le servía de ingreso recordaba, a primera vista, por el perfil, a los grandes chateaux franceses de la época de Luis XIV.

            

      El interior fue decorado con igual detalle y esmero, destacando la elegancia y riqueza de los materiales. Todo el mobiliario y la ebanistería procedían de la industria española, así como el resto de los materiales empleados y la ejecución de los trabajos. Se encargaron los materiales a las más prestigiosas firmas de la época. Así los herrajes provenían de D. Pedro Echevarría, de Victoria; el mobiliario de D. Daniel López de Garayo, también de Victoria y Sánchez Puga de Vigo. Los sanitarios de los Sres. Santiago y Cía, de Madrid; los materiales decorativos de la Metalúrgica Ibérica, de Villazón y Cía y de la Fábrica de San Juan de Alcáraz. Los vidrios y la loza de Gijón, aunque esta última, también de Sevilla; los mosaicos y azulejos procedían de Barcelona y Valencia y el alumbrado eléctrico y timbres de los talleres de la Sra. Vda. De Aramburo.


            La distribución interior estaba en concordancia con la refinada suntuosidad del inmueble. En la planta baja destaca el vestíbulo, al que se accedía por la entrada principal del edificio, bajo una arcada de cristal de colores, y que ya hacía suponer al huésped la riqueza del interior. Era el vestíbulo una amplia habitación decorada con grandes espejos y cristales con una arcada que servía de marco a la puerta principal. Contaba con dos puertas laterales a través de las que se accedía al restaurante, por la parte derecha, y al salón de descanso por la de la izquierda.


            En el ala izquierda del edificio con acceso exterior por la fachada principal, se encontraban los despachos del Director Médico, del propietario, las oficinas de administración y el departamento hidroterápico, que contenía ocho cuartos independientes para los baños de agua mineral, sala de inhalaciones y pulverizaciones, duchas y baños de asiento. Las duchas móviles así como las de agua caliente y fría abundaban en todas sus variedades y aplicaciones: de lámina, de espita, de regadera, de lluvia, de alta presión, de ligera presión, etc. También disponía de un laboratorio de la Dirección Médica y un gimnasio.


            Comunicando ambas alas, discurriendo en paralelo con la fachada principal, se encontraba un pasillo para paseo o galería de planta baja, que permitía la entrada a múltiples dependencias. Estaba provista de cómodos asientos, adornada con plantas, pinturas, fotografías y grabados, lo que significaba en realidad un pequeño museo más que un adorno. Proporcionaba un espacio ajeno a los rigores atmosféricos, para solaz de los huéspedes.

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