Juan Gil, presidente de la D.O. Rías Baixas

• La D.O. Rías Baixas acaba de anunciar que incrementó sus exportaciones en un 2,64% en 2017, consolidándose como la segunda exportadora de vinos blancos de España
• Hablamos con su presidente Juan Gil, convencido de que el Albariño está de moda a nival mundial

Acaban de presentar un incremento en el volumen de exportaciones de la D.O. Rías Baixas y parecen ser optimistas de cara a los próximos años. ¿Están satisfechos con los resultados?

Es uno de los objetivos de nuestra denominación, tener un equilibrio entre el mercado gallego, el mercado nacional y el mercado de exportación. Por lo tanto, el crecimiento del mercado de exportación es muy bueno y además baja la presión sobre el mercado español. Es más fácil vender el vino si vendemos en más sitios que en menos.

Han conseguido convertirse en una de las zonas que más vino exporta de España...

Dentro del mercado de exportación de los vinos blancos con denominación de origen de España estamos en segundo lugar y eso es porque algo estamos haciendo bien. Primero porque tenemos unas variedades, un clima y un suelo muy favorable para elaborar vinos blancos de calidad. Y segundo, porque nuestros viticultores lo están haciendo bien, el consejo regulador está trabajando bien y entre todos conseguimos convencer al mundo de que estamos elaborando algunos de los blancos más importantes del mundo.

Es una cuestión muy subjetiva pero, ¿tiene la sensación de que ha mejorado la percepción de los vinos de las Rías Baixas a nivel global durante los últimos años?

Sí, como ejemplo puedo poner la ciudad de Nueva York. Es muy difícil ir a un restaurante o a una tienda de vinos en la ciudad de Nueva York donde no haya alguna referencia de vinos blancos de Rías Baixas. Hemos conseguido… Me pueden acusar de exagerado. Pero hemos conseguido poner de moda el albariño. De hecho hay mucha gente que nos está imitando, han plantado albariño en muchos sitios… Pero claro, el Albariño de Rías Baixas no es el de cualquier otro lado.

EEUU sigue siendo su primer mercado de exportación. ¿Qué otros países son importantes?

Nuestro segundo mercado es el Reino Unido, en el Reino Unido estamos vendiendo ya una cantidad muy importante de vino, pasamos del millón de litros. Eso tampoco es casualidad. Hemos trabajado allí muy duramente tanto las empresas como el consejo regulador, hemos hecho muchas acciones promocionales, muchos viajes, muchas reuniones… Porque vender no es fácil, hay que trabajar mucho. Pero hemos conseguido que en las cadenas de distribución de vinos siempre haya uno, dos o tres albariños y que en muchos de los más importantes de la City haya uno, dos o tres albariños también. Y eso está muy bien, no deja de ser Londres la cuna intelectual de algunos de los vinos más importantes del mundo.

A día de hoy están dedicando el 70% del presupuesto del consejo regulador a promoción, marketing y comunicación. Entiendo que la idea es mantener esta estrategia en el futuro. 

Mientras tengamos capacidad económica para seguir invirtiendo en promoción, marketing y comunicación seguiremos haciéndolo con toda la fuerza que podamos porque ese es el secreto para vender y de dar a conocer nuestro producto.

¿Qué nuevos mercados tienen en mente?

Pensamos que los países del oriente de Europa pueden ser unos mercados futuros importantes. Voy a poner el ejemplo de Polonia que es un país que cada vez tiene una mayor capacidad económica y mayor capacidad también de conocer lo que hace el resto de Europa. En Polonia hasta ahora nuestros vinos eran muy caros y ahora comienzan a ser un poco menos caros. No porque nosotros hayamos bajado el precio sino porque ellos van entendiendo lo que es el consumo de vinos. Estamos haciendo allá una campaña de promoción que ya empieza a dejar resultados, ya se empiezan a ver allí vinos de Rías Baixas. Y detrás de Polonia yo creo que deberían venir algunos otros países del norte de Europa. El mercado de Bielorrusia es un mercado con un potencial muy grande pero de momento no hemos estado porque son consumidores de vinos tintos y a nuestros efectos no están maduros. Pero creo que no tardará en ser un gran mercado para nosotros también. Estamos incorporando países pequeños, cada vez somos más conocidos, países insospechados están empezando a demandar nuestro vino.

¿Están las bodegas y viticultores comprometidos y satisfechos con la estrategia exportadora?

Claro, al final el órgano supremo del consejo que es el pleno está constituido por bodegueros, por viticultores, por cooperativas… Ellos, nosotros, somos los más interesados en que esto funcione. El consejo no es un ente abstracto, es el propio sector el que está impulsando todo esto. 

En todo caso, por mucho que aumente la exportación confío en que no nos quedemos sin Albariño en Galicia...

No, no, Galicia afortunadamente sigue siendo nuestro primer mercado. Uno de nuestros objetivos en el plan estratégico 2012-2018 era crecer más en el resto del mercado español. Hoy en día estamos en zonas donde antes no estábamos, por ejemplo en Andalucía. Y seguimos trabajando muy duramente. La mitad de la inversión en promoción la dedicamos al mercado español, no lo abandonamos. Y yo espero que nunca falte una botella de Albariño en cualquier lugar donde haya un consumidor que lo pida.