El Algarve, ​un microclima refugio ideal para el invierno

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Nadie duda que las playas del Algarve surgen de forma espontánea en el imaginario colectivo cuando se trata de pasar las vacaciones en el sur de Portugal. Lo que muchos desconocen es el gran potencial de este destino también en los meses de invierno, no solo por sus agradables temperaturas y los 300 días de sol que tiene de media al año, sino también por la amplia oferta de planes y momentos especiales que esperan al viajero. ¿Quieres saber más? Toma nota de estos imprescindibles de invierno:


  • De paseo por los acantilados


Los acantilados del sur de Portugal ofrecen una experiencia de turismo activo en espacios de imponente belleza. Caminar entre terrenos accidentados, esculpidos por el mar a lo largo de millones de años, es una excelente forma de combatir el frío, al tiempo que se disfrutan de unas vistas deslumbrantes sobre el Océano Atlántico. Entre otras rutas, se encuentra la de los “Siete valles colgantes”, de 5,7 kilómetros, que une las playas de Vale Centeanes y de Marinha. Este recorrido se extiende por un perfil de acantilados únicamente interrumpido por hileras de agua que desembocan en su mayoría sobre el nivel del mar, dando lugar a los valles colgantes que le dan el nombre a la ruta. A la belleza del paisaje se le suma la importancia del lugar como hábitat único para una flora y fauna determinada que se pueden apreciar durante el recorrido.


7 Valles Suspendidos   FPCiclismo carvoeiro 6. 1496


  • Descubrir la región en jeep, a caballo o en bicicleta


El Algarve se puede recorrer de muchas formas en cualquier momento del año. El clima privilegiado permite descubrir su litoral en bicicleta a través de la Ecovía del Litoral, que cuenta con 214 kilómetros de costa comprendidos entre Vila Real de San Antonio (limítrofe con Huelva) hasta el Cabo de San Vicente (Sagres), atravesando 12 concejos de la región. Otra opción, compatible con el frío, la lluvia o el barro, es el jeep, una forma rápida, cómoda y sin límites para visitar playas, valles y zonas que solo los locales conocen, haciendo una parada en los rincones que ofrecen la mejor gastronomía típica o vistas únicas de las aves que habitan en esta región. Y una de las más auténticas es quizás a caballo, como antaño, que permiten discurrir por el cambiante paisaje algarvío y contemplar las maravillosas vistas, contando con los numerosos centros de hípica y equitación que hay en esta región.


Cicloturismo   Cru00e9ditos Carlos Vidigal J1516


  • Mimar tu cuerpo y mente


Por todo el Algarve están repartidos centros de spa, masajes y relax de primer nivel, algunos considerados como los mejores del país, que tratan la vertiente de estética y belleza o bien se centran en la salud física y mental. Entre Portimão y Vilamoura se encuentran complejos hoteleros que ofrecen tratamientos que invitan al relax con terapias de todo tipo, mientras que en la Sierra de Monchique se encuentra la Villa Termal das Caldas de Monchique, donde además de las habituales terapias termales se puede optar por una variada oferta de tratamientos y rituales de spa, masajes, aplicación de barros o circuitos de relajación.


Wellness en el Algarve   Hotel EPIC SANA 1491


  • Entre vinos 


Disfrutar del vino del Algarve es un must en todo viaje a la región, pues cada año gana más terreno en lo que a interés internacional y producción vinícola se refiere. El sur de Portugal posee una larga tradición vinícola y cuenta con cuatro denominaciones de origen (Lagoa, Portimão, Tavira y Lagos). Más de un millón de botellas de vino salen de sus decenas de bodegas cada año como muestra de una fama mundial que va en alza y que poco a poco le ha valido el reconocimiento internacional del sector y un buen número de distinciones.

Las opciones para disfrutar del vino algarvío son muchas y variadas: desde la básica, disfrutar de los platos más tradicionales de la región acompañados de vinos locales y unas buenas vistas; hasta visitar alguna quinta y catar los caldos in situ o a unirse a alguna de las experiencia enológica. En este sentido, una de las propuestas más actuales y novedosas está “Jazz en las bodegas”, actividad enmarcada dentro del programa multicultural Algarve 365, iniciativa que dinamiza la región con múltiples actividades interdisciplinares en temporada baja. “Jazz en las Bodegas” quiere promover el vino de Silves mediante la simbiosis de vino y música, a través de actuaciones que combina sesiones de jazz y catas. El precio de la entrada es de 10 euros, más información en www.365algarve.pt y www.cm-silves.pt


Jazz en Bodegas 1


  • Observación de aves


En su ubicación privilegiada, el Algarve cuenta con una gran diversidad de aves que se pueden observar también en invierno. Gran parte del territorio está clasificado como Zona de Especial Protección para las Aves e Important Bird Area (IBA – Birdlife International) y lugares como Castro Marim o Sagres son refugio para muchas especies únicas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Otro punto de interés es ria Formosa, uno de los lugares más fascinantes del Algarve, que se extiende por 60 kilómetros a lo largo de Vila Real de Santo Antonio, Faro, Olhão y Tavira, muy próximo a la frontera con Huelva. Recorriendo sus canales se puede disfrutar de experiencias únicas de birdwatching y paisajes de belleza inusual que bien merecen una visita este invierno.


Flamencos en el Algarve   Cru00e9ditos Luis Brito

Flamencos en el Algarve


  • Ruta histórico-cultural entre castillos


El Algarve cuenta con lugares de especial importancia histórica y varios castillos calificados como Monumento Nacional. Uno de ellos es el de Silves, el más grande e importante del Algarve, construido por los almorávides árabes en el siglo XI. Es el segundo monumento más visitado de la región después de la Fortaleza de Sagres. Otro es el de Castro Marim, construido en el siglo XIII, aunque su muro data del siglo VIII a.C. Desde sus murallas se pueden contemplar unas fabulosas vistas del Fuerte de São Sebastião, las salinas, el río Guadiana y el puente fronterizo que une Portugal con España. También merece una visita, entre otros, el castillo de Lagos, que comenzó a construirse en época romana, aunque con la conquista musulmana fue ampliado y fortalecido. Fue la Casa de los Gobernadores de Algarve hasta 1755, fecha en el que quedó afectado por un maremoto, si bien posteriormente fue rehabilitado. 


Castillo Aljezur  Cru00e9ditos Vitor Teixeira

Castillo Aljezur- Algarve (Créditos Vitor Teixeira) 


Forte Sao Joao do Arade   Cru00e9ditos Turismo do Algarve

Fuerte de San Joao do Arade


  • Las mejores playas, vacías 


Los largos arenales y las pequeñas calas que en verano son el objetivo principal del turismo emanan una paz encantadora durante el invierno. Podrás elegir entre playas kilométricas, pequeñas, salvajes, familiares o apartadas. Si entre tanta oferta necesitas alguna sugerencia, Praia da Falésia, en Albufeira, es una de las favoritas de los viajeros por su fotogénico arenal dorado de más de 3 kilómetros de longitud y sus acantilados rojizos; Praia do Amado, Arrifana, Cordoama y Amoreira, en la costa occidental, destacan por sus paisajes agrestes y vírgenes; y Praia da Marinha, en Lagoa, es una de las más especiales de la región por los acantilados de colores cálidos que la rodean .


Isla Desierta   Créditos Helio Ramos 1522



  • Golf con vistas al Atlántico


Los campos de golf del Algarve son algunas de las joyas de la corona en esta región, un plan ideal tanto para jugadores consagrados como para los que se inician en esta afición. Con vistas al mar o a la sierra, los campos algarvíos son valorados internacionalmente por su indiscutible belleza y la calidad de sus recorridos, diseñados por firmas de prestigio que han sabido integrar estos recorridos de forma armónica con la naturaleza y respetando el paisaje. La región cuenta con cuarenta campos repartidos entre barlovento y sotavento, visitados por cerca de 300.000 personas cada año. No en vano, figura en el ‘top one’ de destinos de golf del mundo y cuenta con una larga lista de premios internacionales que cada año le avalan en primera escena mundial.


  • Aprender a hacer surf


El mejor momento del año para hacer surf en el Algarve es el invierno, sin miedo a la temperatura del agua, mucho más agradable que en otras costas. Las olas llegan más fuertes a la costa de Portugal, cruzando el cabo de San Vicente y regalando a la costa sur olas en playas en las que normalmente el mar no se mece. Sagres es uno de los destinos elegidos para los que quieren hacer surf o aprender, si bien otras localidades como Vila do Bispo, Lagos o Portimão, entre otras, presentan también buenas condiciones para practicar este deporte.


  • Descubrir los dulces de la región


Dom Rodrigos, Queijos de Figo o Docinhos de Maçapão, la oferta dulce del Algarve es única en el país. Van mucho más allá de la mera gastronomía y ofrecen historias y un encuentro con el pasado de la región. La almendra y el higo forman parte de casi todas las recetas, como la canela y los huevos. Si bien son deliciosos en cualquier momento del año, el invierno es ideal para comerlos sin limitaciones, sabiendo que todavía quedan muchos meses para lucir bañador.



  • Bocados con estrella Michelin


La Guía Michelin España y Portugal 2018 ha incluido dos nuevas estrellas para el Algarve, el restaurante Gusto by Heinz Beck en el Hotel Conrad Algarve de Quinta do Lago (de la mano del chef Daniele Pirillo) y Vista, en el Bela Vista Hotel & Spa, en Praia da Rocha (con el chef João Oliveira). En total, el Algarve suma 8 estrellas Michelin, con seis restaurantes con una Estrella y dos restaurantes con dos estrellas. Degustar cualquier preparación salida de estas cocinas sería el broche de oro para una escapada de invierno al Algarve.


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