“Mi historia con el vino está asociada con mi familia. La bodega nace 35 años atrás, con 60 kilos de uvas”. A partir de ese momento, Fernando no se despegaría jamás de su tierra ni de sus viñedos.
Fernando González, propietario de la Adega Algueira
La bodega Algueira está situada en la parroquia de San Martiño de Doade, en Sober, en la comarca de Terra de Lemos, en Lugo. Su propietario, Fernando González, lleva en sus venas la pasión por la viticultura desde que era un niño, impulsado por el lugar mágico que es la Ribeira Sacra.
Exterior de la bodega Algueira y terraza del restaurante
La bodega familiar parte totalmente de cero, a través “de un trabajo que requirió muchísima paciencia”. El proyecto de Algueira cuenta también con un restaurante, ubicado en la antigua bodega, además de la organización de catas en la propia bodega y visitas a las instalaciones y a los viñedos, tanto por tierra como por mar, pero siempre con la vista puesta en la tradición y en el pasado.
Zona de barriles y depositos en el interior de Adega Algueira
“Es un trabajo verdaderamente apasionante. Además de viticultor, tienes que hacer senderismo, escalada y saber hablar con las plantas”, afirma Fernando.
La nueva bodega se funda en 1996, integrada en un ambiente natural y tradicional calcado a épocas pasadas. Fernando considera la historia como una de las partes fundamentales de su proyecto. “A mí me inspira más el pasado que el presente. La visión hacia el pasado es lo que me hace estar aquí”, asegura.
Viñedos con cepas repartidas en "socalcos" comunicados por 6 montacargas de 150 metros cada uno que hacen posible el transporte de herramientas y uvas en el cñon del Sil.que se puede observar en la foto
Algueira cuenta actualmente con un total de 14 hectáreas divididas en diferentes terrenos. Es en Doade don se encuentran algunos de los viñedos más espectaculares debido a su localización. Las pendientes alcanzan hasta el 80% de inclinación, con alturas que van desde los 100 hasta los 500 metros. “Esto supone que los métodos siguen siendo totalmente tradicionales, ya que en este tipo de terrenos es imposible que entre maquinaria”, destaca Fernando.
Es lo que se conoce como viticultura heroica, debido a los riesgos y dificultades que suponen el cultivo de este tipo de vides. “Hacemos exactamente el mismo trabajo que hacían los romanos en términos de viticultura”, afirma Fernando. Por suerte, en el momento de la vendimia, cuentan con unos raíles mecanizados que permiten ascender y descender las cargas de uva por los viñedos, aunque no en todas las zonas.
Algueira apuesta por las uvas autóctonas, plantadas en esos terrenos hace 35 años con el objetivo de que no se pierda el producto de la zona. Fernando González destaca el laborioso trabajo que supuso la creación de sus viñedos, ya que tardaron más de veinte años en su puesta a punto. Los territorios de Algueira se caracterizan por la gran variedad de marcas de vinos y los distintos matices que los diferencian.
Actualmente, la bodega cuenta con un total de tres vinos blancos y nueve tintos, con una producción aproximada de 20.000 botellas anuales, cada una de ellas con una identidad y personalidad propia.
Para Fernando, lo fundamental de sus vinos es que representen lo máximo posible el lugar donde nacen. “Embotellar un paisaje”, ese es el objetivo en la elaboración de cada uno de sus vinos.
González recordó que cuatro de sus vinos obtuvieron más de 90 puntos en las catas del estadounidense Parker "y esto sólo es posible por nuestro empeño en humanizar los vinos y hacerlos tan únicos como lo somos las propias personas", agregó.
Laderas de los viñedos en el Cañón del Sil y el autor del reportaje Alex Estévez
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