Hace cuarenta años Marqués de Riscal cambió Rioja reformulando el perfil de los grandes tintos de esta histórica denominación de origen. Había nacido Barón de Chirel, un vino que, desde su primera cosecha, allá por 1986, marcó un antes y un después, siendo guía de toda una nueva generación.
A las puertas del 40 aniversario (1986-2026) de ese primer «Chirel», Marqués de Riscal ha querido anticipar la celebración que tendrá lugar en 2026 con una excepcional cata en la que se han escogido tres añadas claves en la evolución de Barón de Chirel: Barón de Chirel 2001, Barón de Chirel 2011 y Barón de Chirel 2020.
Para Ricardo Diéguez Jiménez de la Espada, director general de Marqués de Riscal, Barón de Chirel es el vino más icónico de la bodega y «representa la visión más audaz y vanguardista de Marqués de Riscal».
Ricardo Diéguez Jiménez de la Espada, CEO de Marqués de Riscal
«Cuatro décadas después de su nacimiento, celebramos un vino que transformó nuestra historia y elevó el prestigio de Rioja dentro y fuera de España. En 2026 rendiremos homenaje a este legado con ediciones conmemorativas y con una presencia destacada de nuestras añadas más especiales en las principales subastas internacionales, culminando con un gran evento en Madrid que hará honor a su dimensión histórica».
Barón de Chirel
Barón de Chirel, el origen de una nueva Era en Rioja
La primera añada de Barón de Chirel, 1986, fue el meditado fruto del creciente interés que surgía en aquel entonces hacia los Rioja de gran calidad, junto al estrecho vínculo que Marqués de Riscal ha mantenido, desde sus inicios, con los métodos de vinificación bordeleses.
Por aquella época era asesor de Marqués de Riscal el profesor Guy Guimberteau, que había sucedido en el puesto al experto vitivinícola Émile Peynaud. Fruto de ese estrecho lazo nació la idea de elaborar un vino experimental que recuperara la grandeza de aquellos míticos Reserva Médoc, pero actualizado con los medios y la tecnología del siglo XX.
Para ello se seleccionaron viñas de entre 80 y 110 años, cepas con bajísimos rendimientos que producían una uva de calidad excepcional. Elaborando únicamente en las mejores cosechas, cuando el viñedo expresa todo el carácter del terruño, surgió Barón de Chirel, y con él una Nueva Era de Rioja.
Barón de Chirel, añadas históricas
3 añadas que dejaron huella
Enmarcada entre las cosechas más memorables de las últimas décadas, con esta añada la bodega confirmó su capacidad para elaborar grandes vinos, de extraordinaria calidad y con un volumen significativo. Un vino que, nacido con vocación de guarda, ha evolucionado en botella con la elegancia y complejidad propias de Marqués de Riscal.
Una cosecha marcada por una particularidad decisiva en la identidad del vino: la incorporación de un mayor porcentaje de cabernet sauvignon, convirtiéndose en un rasgo distintivo frente a cosechas anteriores.
La nueva añada de la marca, actualmente en el mercado, representa las nuevas formas de elaboración de Marqués de Riscal ante los retos del calentamiento global. Esta evolución da lugar a vinos más accesibles en su juventud, como este Barón de Chirel 2020. Expresivo y de gran intensidad aromática, es un vino que sabe equilibrar en boca su estructura y riqueza con una textura sedosa y un casi eterno final.
La cata finalizó con Tapias de Marqués de Riscal 2022, la continuación de la evolución enológica de Marqués de Riscal, un vino que por su identidad y personalidad se comercializa en el exclusivo mercado de La Place de Bordeaux.
Tapias 2022
Un encuentro sin duda irrepetible que anticipa las celebraciones del 40 Aniversario de un vino que marcó un antes y un después en el perfil de los nuevos vinos de Rioja y que demuestra cómo Barón de Chirel ha sabido evolucionar al ritmo de los nuevos tiempos. Así, desde ese inconformismo y búsqueda de la excelencia que siempre han guiado los pasos de Marqués de Riscal, Barón de Chirel sigue escribiendo la historia de los grandes vinos de Rioja.
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