En Montilla, tierra de viñedos, historia y tradiciones, el otoño viste el paisaje de tonos dorados y convierte la Campiña Cordobesa en un escenario perfecto para perderse entre olivares. Sobre todo, ahora en plena campaña de la aceituna, cuando los olivares lucen más vivos y las almazaras familiares abren sus puertas para mostrar la magia de transformar el fruto en aceite de oliva virgen extra.
Montilla, Cordoba
Además, entre tabernas y restaurantes de la localidad, descubrirás que aquí no es solo un ingrediente: es cultura, identidad y forma de vida. Te contamos tres maneras de practicar oleoturismo en este rincón del sur que late entre lagares, molinos y cooperativas.
1.- Talleres y eventos gastronómicos.
El Molino Juanito Ortiz abre las puertas de su espacio, en pleno casco histórico, como un auténtico laboratorio de experiencias. No se trata solo de probar, sino de aprender y crear: talleres de pasta fresca, showcookings, cenas maridaje regadas con vinos de Montilla-Moriles y, por supuesto, la posibilidad de llevarte a casa sus AOVE´s gourmet.
Olivares del Molino Juanito Ortiz
2.- Entre sierras y almazaras familiares.
La Sierra de Montilla guarda almazaras con alma propia, donde la vida se cuenta a través del murmullo de los olivos y del aroma intenso de la molienda. El Molino Juan Colín es una de esas paradas imprescindibles: además de su olivar y sus aceites ecológicos de diferentes variedades, su museo permite un viaje en el tiempo que conecta el trabajo ancestral con la innovación actual. Aquí, cada cata es una lección sensorial en su Museo del Aceite. No en vano han sido premiados en 2025 por AEMO —Asociación Española de Municipios del Olivo– por la Difusión de la Cultura del Olivo.
Molino de Juan Colín
No muy lejos, el Lagar-almazara de Los Raigones ofrece una experiencia redonda: aceites premium, visitas guiadas, catas personalizadas y hasta la posibilidad de organizar eventos en un entorno único. Su tienda es un pequeño templo del sabor: aceitunas aliñadas, vinos, productos de temporada y matices de la sierra que querrás llevar contigo.
Y en Hacienda Bolonia, la experiencia se abre a la biodiversidad: frutales, plantas aromáticas y un proyecto familiar respetuoso con el medio ambiente, que devuelve a la tierra su riqueza natural. El resultado son aceites saludables y de calidad excepcional, con un trasfondo de respeto y sostenibilidad que emociona.
La viñedo y olivar ecológico de La Hacienda Bolonia está ubicada en la sierra de Montilla, su origen se remonta a 1794
3. El alma cooperativa.
Montilla no sería lo mismo sin sus cooperativas, herederas del espíritu agrario de los años 80 y guardianas del patrimonio olivarero. La Cooperativa La Unión y la Cooperativa La Aurora son dos ejemplos vivos de cómo la fuerza de lo colectivo sostiene el paisaje y la cultura. En ellas, el visitante encuentra la esencia de la campiña: tradición, hospitalidad y aceites que son pura identidad.
Cooperativa La Aurora
4. Dormir entre olivares.
El oleoturismo en Montilla no termina con la visita. Puedes alargar la experiencia en alojamientos con encanto que combinan el calor de lo rural con el confort más actual: la Casa Rural Cuesta Blanca, con vistas espectaculares sobre la Sierra de Montilla; la histórica Finca Buytrón, rodeada de viñedos ecológicos; la coqueta Casa Cordón, como si te alojaras en la casa de tus abuelos montillanos; los Alojamientos Patio del Gallo, que redondea la experiencia con la histórica taberna familiar, o los Apartamentos Casa Boutique Navarro, con las comodidades de una moderna casa privada... son algunas opciones entre muchas otras. Pregunta en la Oficina Municipal de Turismo si buscas algo en concreto.
5. Municipio del olivo y amor por lo ecológico.
Montilla forma parte de AEMO —Asociación Española de Municipios del Olivo– y de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Aceite de Lucena, que avala la calidad y origen de estos aceites –de las variedades picuda, la más común, aunque también se cultivan hojiblanca y arbequina– . Muchos, de ellos han obtenido Medallas de Oro y reconocimientos y son cada vez más numerosos los aceites ecológicos en esta tierra.
Vente en otoño, y disfruta también de sabores únicos en sus tabernas y restaurantes, donde el AOVE está presente desde el desayuno hasta la cena.
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