La Alhambra abre al público durante el mes de diciembre las Habitaciones del Emperador un espacio que, habitualmente cerrado a la visita por motivos de conservación, es conocido también como las Habitaciones de Washington Irving (1783-1859), escritor norteamericano autor de los 'Cuentos de la Alhambra' quien se hospedó en la Sala de las Frutas en 1829.
Se podrá visitar todos los martes, miércoles, jueves y domingos, de 8,30 a 18,00 horas, según ha informado el Patronato de la Alhambra y el Generalife en una nota de prensa.
En la puerta de entrada se conserva una placa de mármol, colocada por el primer Patronato de la Alhambra, en 1914, en su recuerdo.
HABITACIONES DE CARLOS V
Estas habitaciones se levantaron sobre los jardines que rodeaban el alcázar, y estaban comunicadas con el resto por la Galería de la Reja. Se concibieron como alojamiento de Carlos V mientras se terminaban las obras de su palacio, pero no llegó a habitarlas. Están compuestas por seis salas, terminadas en 1537, situadas las dos primeras entre el Patio de la Reja y el Jardín de Daraxa, las cuales poseen artesonados cuadrados. En el friso de uno de ellos podemos leer: «Imperator Karolus V Hispaniarum rex semper augustus pius foelix invictissimus» y el lema «Plus oultre». En la pared frontal se encuentra una chimenea con relieves de monstruos alados.
Las otras cuatro salas, situadas al norte del jardín de Daraxa, se las conoce como las Habitaciones de Washington Irving, ya que fueron habitadas por el escritor estadounidense en 1829, durante su visita a Granada. En la primera hay una chimenea con los emblemas imperiales y un techo de artesonado, aún más espléndido en la otra habitación. Techos y chimeneas deben ser obra de Pedro Machuca. La otras dos salas, denominadas de las Frutas debido a su decoración, son más pequeñas, y también presentan como parte de la decoración el lema «Plus oultre».
En estas habitaciones y sus dependencias contiguas se encuentra "uno de los ejemplos iconográficos más destacados del Renacimiento español".
Entre las primeras, destacan las Salas de las Frutas, cuyos techos fueron pintados hacia 1537 por Julio Aquiles y Alejandro Mayner, discípulos de Rafael Sanzio y de Giovanni de Udine.
Esta representación pictórica, con los productos de las huertas que rodean la Alhambra, "enlaza con la tradición de los bodegones en las grandes residencias italianas contemporáneas".
Desde 1870, se accede a este espacio directamente, a través de la ventana de una de las alcobas del palacio de los Leones, transformada en puerta.
La primera estancia, conocida como Despacho del Emperador, conserva una chimenea y un artesonado, realizado en 1532 por Pedro Machuca, y, a continuación, una antecámara por la que se accede a los dormitorios reales.
"Esta integración de lo musulmán y lo cristiano con el paisaje circundante, tan habitual en la Alhambra, puede apreciarse desde uno de sus más bellos miradores hacia el Albaicín y el Sacromonte, situado en la galería abierta que sigue a la antecámara de las Habitaciones del Emperador", ha informado el patronato que gestiona el monumento granadino.
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