El Rajastán es el estado más extenso y el séptimo más poblado de la India. Su capital, Jaipur fue construida en estuco rosado para imitar la arenisca. En 1905, el príncipe de Gales visitó Jaipur y para darle una bienvenida correcta se decidió volver a pintar los edificios de la ciudad de color rosa. Desde entonces, este color se considera un símbolo de la hospitalidad de Jaipur. Cinco barrios se extienden por el este, el sur y el oeste del barrio correspondiente al Palacio del Marajá. Este último incluía el complejo del palacio (el Hawa Mahal o Palacio de los Vientos), jardines y una laguna.
Recibimiento en Jaipur
Los pasajeros del Palace on Wheels, que parte de la estación de Delhi los miércoles de septiembre a abril, son agasajados a la llegada de cada una de las ciudades con ceremonias de bienvenida, músicos y soldados de guardia y disfrutan de recorridos en elefante, camellos, y muchos otros medios de transporte.
El tren ofrece servicios de lujo inigualables que redefinen la comodidad y la elegancia. Las cabinas, elegantemente diseñadas, cuentan con baños privados y están equipadas con las últimas comodidades, garantizando una experiencia majestuosa durante el viaje.
Una de las cabinas interiores
Cada salón cuenta con un asistente dedicado a atender las necesidades de los viajeros, asegurándose de que reciban un trato digno de la realeza durante todo el trayecto, resultando mucho más cómodo que tomando varios vuelos y largos viajes en coche. El itinerario, muy bien planificado, funciona a la perfección y las visitas turísticas se realizan en autobuses con aire acondicionado.
Vista exterior del Palace on Wheels
El Palace on Wheels tiene un rico legado, ya que sus coches han sido utilizados por maharajás y virreyes británicos. Inaugurado como tren turístico histórico en 1982, ha sido recientemente renovado para cumplir con los requisitos modernos. Su importancia y hospitalidad le han valido elogios y premios, incluyendo ser elegido el 4.º Mejor Tren de Lujo del Mundo.
Con asientos tapizados en azul y elaborados paneles de pared, el ambiente de Restaurante Marajá, hacen sentir como en un festín real. El menú incluye cocina local de Rajastán, India y Continental. El Restaurante Maharani ofrece un ambiente relajante con tonos beige que adornan las paredes y el techo. Las paredes están adornadas con intrincadas tallas de madera y diseños ornamentales.
Desde hace dos años, el Palace on Wheels está operado por el Grupo Lohagarh de Empresas, liderado por el Sr. Bhagat Sing Lohagarh, con más de 20 años de experiencia en la industria hotelera. El día de Jaipur, segundo día del trayecto, los viajeros van a comer al Lohagarh Fort Resort y Spa, la combinación perfecta de comodidad moderna y encanto tradicional, lo que la convierte en la opción ideal para una boda real de cuento de hadas, o un alojamiento excepcional, para familias, parejas o viajeros solos que quieran visitar Jaipur a fondo y el fuerte de Amber.
Rolls Royce en el Lhohagarg Fort
Al día siguiente el tren llega hasta la estación de Sawai Madhhpur para acercar a sus huéspedes al Parque Nacional de Ranthambore, que recibe su nombre de la histórica fortaleza que queda dentro del parque. El santuario es conocido por sus tigres y es uno de los mejores lugares de la India para ver a estos animales en su hábitat de jungla natural. Los tigres pueden verse con facilidad incluso durante el día. Los mejores momentos para verlos son entre noviembre y mayo.
Tigre en el Parque Nacional de Ranthambore
Los bosques caducifolios del parque son ejemplos característicos de un tipo de jungla que se encuentra en la India central. Otros grandes animales salvajes incluyen el leopardo, el nilgó, el jabalí, el sambar, la hiena, el oso perezoso, el langur gris de las planicies del Sur, el macaco Rhesus, y el chital.
El santuario es el hogar de una amplia variedad de árboles, plantas, aves y reptiles, así como uno de los más grandes banianos o higueras de Bengala de toda la India.
El éxito en la conservación y protección los tigres en este parque nacional le valió la consideración como “una historia de éxito poco común en los intentos del país para salvar su símbolo nacional de la extinción” por parte de la revista Time Magazine. Los conservacionistas estudian el fenómeno de Ranthambore para replicarlo en otros santuarios y reservas.
La ciudad se encuentra a orillas de los ríos Gambhiri y Berach y alberga el Fuerte de Chittor, la fortaleza viviente más grande de la India y toda Asia, que fue saqueado durante tres veces.
El fuerte se asienta sobre una colina de 180 metros y abarca una extensión de 2,8 km². Fue construida por los Mauryas en el siglo VII dC. Entre sus murallas destaca la Kirti Stambh (Torre de la Fama), de 22 metros de altura del siglo XII dC. y dedicada a Rishabha, el primer Tirthankara del jainismo. Fue construida por un comerciante y está decorada con figuras del panteón jainista. Es un pilar de siete pisos levantado por Biherwal Mahajan Sanaya, de la secta jainista Digambar. En sus cuatro esquinas se encuentran grabados ídolos de Shri Adinathji en estilo Digambar, cada uno de aproximadamente 1,5 metros de altura. Hay también varios templos y palacios y se puede disfrutar de un espectáculo de luz y sonido antes de volver al tren.
Udaipur se localiza al pie de los montes Aravalli y se encuentra al sur de Rajastán, cerca de la frontera con los estados de Gujarat y Madhya Pradesh y es conocida como la “Ciudad de los lagos” debido a que existen varios lagos alrededor de la misma. El Pichola es el mayor de ellos, localizado en el corazón de la ciudad. Entre 1743 y 1746 se construyó en el islote denominado Jag Niwas, el palacio real de verano, Jag Niwas o (Palacio del Lago) que hoy día alberga un lujoso hotel.
Palacios de Udaipur
En la orilla este se alza una enorme serie de palacios construidos en diferentes épocas a partir de 1559. Su entrada principal se encuentra a través de la puerta de triple arco, la Tripolia, construida en 1725. Esta puerta conduce a una serie de patios, tabiques superpuestos, terrazas, pasillos y jardines. El palacio alberga actualmente un museo con numerosos artículos antiguos, pinturas, muebles decorativos y utensilios de la época real.
Tras visitarlo, los viajeros del tren comen en el Jag Mandir, también conocido como el “Palacio del Jardín del Lago”, construido entre el 1551 y el 1652, y utilizado por la familia real como lugar de veraneo y de recreo, antes de regresar al convoy.
El lugar más alejado del viaje viene dado por la visita a Jaisalmer, apodada como “La Ciudad Dorada”. Está situada en la cresta de una roca arenosa de color amarillento y coronada por su fuerte que con 99 bastiones abraza la colina de Trikuta, de 80 metros de altitud. En el interior de dicho fuerte se encuentra el palacio Maharaja Mahal, siete templos jainistas y dos hinduistas. Muchos de los templos y edificios están esculpidos con gran riqueza. La ciudad está situada en el desierto de Thar y tiene una población de alrededor de 80.000 habitantes.
Jaisalmer significa “El fuerte en la colina de Jaisal” y es llamada “La Ciudad Dorada” por el color dorado que le confiere la arena amarilla tanto a la ciudad como a sus alrededores.
Durante la mayor parte de sus 860 años de historia, el fuerte fue la propia ciudad de Jaisalmer, y los primeros asentamientos fuera de los muros para acomodar a una creciente población surgieron en el siglo XVII. Es el segundo fuerte más antiguo de Rajastán, construido en 1156 por el gobernante rajput Rawal Jaisal, de quien deriva su nombre y se encontraba en el cruce de importantes rutas comerciales incluida la llamada antigua “Ruta de la Seda”.
Haveli de Jaisalmer
Además de las murallas y templos, destacan numerosas havelis, es decir casas grandes a menudo construidas por ricos comerciantes en pueblos y ciudades del norte de la India, con tallas de piedra arenisca ornamentadas. Tienen muchos pisos e innumerables habitaciones, con ventanas, arcos, puertas y balcones decorados. Algunas havelis son hoy museos, pero la mayoría de las que se encuentran en Jaisalmer todavía están habitadas por las familias que las construyeron. Tras la visita del fuerte, los viajeros del Palace on Wheels son trasladados al desierto para hacer un recorrido en camello, contemplar la puesta de sol y cenar bajo las estrellas.
El sexto día de viaje, el tren llega a la segunda ciudad más grande del Rajastán, conocida por sus numerosos palacios, fuertes y templos. Se la conoce como la ciudad azul por el color con el que se pintan las casas bajo la fortaleza de Mehrangarh, una de las más imponentes de la India, que se visita junto al mausoleo Jaswant Thada situado en los alrededores.
Interior de la Fortaleza de Jodhpur
Tras una detallada visita se prosigue hasta el palacio Umaid Bhawan, una de las residencias privadas más grandes del mundo con sus 347 habitaciones, que se divide entre la residencia del propio Marajá, un hotel de lujo y un museo sobre la historia del siglo XX de la familia real de Jodhpur completada con su colección privada de automóviles.
La construcción del palacio, desarrollada entre 1929 y 1943, dio empleo a miles de personas durante una larga época de hambruna.
También conocido como Keoladeo Ghana, y anteriormente como el Santuario de aves de Bharatpur, destaca por su avifauna, donde habitan más de 230 especies de aves raras y en gran peligro de extinción (de un total de 370) tales como la grulla siberiana que pasa el invierno en esta región. El santuario tiene 250 años de existencia y su nombre deriva del cercano templo de Keoladeo (un nombre del dios Shivá). Fue coto de caza para los majarás de Bharatpur desde 1850 y donde se organizaba anualmente una cacería de patos en honor a los virreyes británicos.
Taj Mahal en Agra
Tras la visita al santuario ornitológico y una espectacular ágape de despedida en el Palacio Mahal Khas, convertido en hotel y propiedad del operador del tren, los viajeros del Palace on Wheels se dirigen probablemente a la visita al monumento más espectacular y deseado de todo el recorrido, el Taj Mahal, “el mayor poema de amor escrito en piedra” que se combina con la fortaleza de Agra.
Sin duda en una experiencia única que te hace recorrer la zona más espectacular de la India como si en una “alfombra voladora” se tratara.
El servicio del tren
Texto y fotos: Román Hereter
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