12 Señores Pazos, en Galicia, para disfrutar como tales

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  • ¿A quién no le gusta un viaje al pasado? ¿Despertar entre gruesos muros de piedra, desayunar en antiguas "lareiras" (cocinas) rodeados de chimeneas y pasear por jardines pensados para el descanso de los nobles e hidalgos de los últimos cuatro siglos? 


  • Descubrir las leyendas, historias y secretos que atesoran sus paredes hoy es posible ya que hay Decenas de "Pazos" y "Casas Señoriales" salpicados por la geografía gallega convertidos en "Hoteles Rurales", que muestran su particular encanto, y permiten disfrutar como un verdadero miembro de la nobleza autóctona y otros se han convertido con el paso del tiempo en pequeños museos que visitar.


  • Quienes están al frente de estos singulares monumentos arquitectónicos no se parecen en nada  a los "viejos Señores feudales" la transformación real ha sido conseguir que el Cliente se sienta el Señor de la Casa, en estos históricos alojamientos.


El Pazo Gallego


El pazo gallego tiene su origen en el palatium latino, aparece desde el siglo XIII en poemas galaico portugueses y en documentos notariales desde principios del siglo XVI. Según Martínez Barbeito, en la antigua monarquía astur leonesa, el palatium era no sólo la morada del rey sino también la curia regis y, más ampliamente, la corte. 


En términos coloquiales, podemos entender por Pazo (palacio) es un tipo de casa solariega tradicional gallega, de carácter señorial, normalmente ubicada en el campo, y que era residencia habitual del noble propietario que domina las tierras de alrededor. El Pazo surge como una representación del poder del señor que domina una extensa zona de territorio, aunque también su origen se debe a la necesidad de seguridad, qué hacía que las gentes se trasladasen cerca de la protección de un señor o de una orden religiosa aumentando así el poder del propio Pazo. 


De esa primera idea original como elemento defensivo, los pazos han heredado las torres almenadas y las aspilleras de la planta baja, a medida que el pazo pierde su carácter defensivo, estas piezas quedan como elementos de decoración. Aunque a veces también pueden llegar a servir como lugar alto desde el que controlar toda la finca del señor.


Características y diferencias de los Pazos


Algunos autores distinguen también entre pazos de costa y pazos de interior, la bonanza climática de las primeros y las condiciones más duras de los segundos se reflejan en los aspectos más o menos abiertos de los pazos. También hay quien distingue los pazos dependiendo de su localización geografía, y así describen a los Pazos de La Coruña como más modestos, los plazos de Pontevedra más espectaculares y los de Ourense más solemnes.


Lo que más destaca de los Pazos es su carácter señorial y su fachada, rematada generalmente con torres y los escudos de la familia. 


Normalmente los pazos tienen dos plantas y un desván, las alturas tienen que ser reducidas para facilitar el calentamiento de las piezas de la habitación, de hecho, las estancias vivideras como el salón se encontraban en las zonas más cálidas del pazo que eran las plantas superiores. Al este y al sur, las mejores orientaciones del clima gallego, aparecen las solanas y las galerías acristaladas, que protegen de la lluvia y ayudan a calentar los espacios interiores gracias al efecto invernadero.


La mayoría de los Pazos están construidos a partir de grandes muros de piedra de la zona, aunque en casos de zonas más pobres también aparecen los muros de ladrillo. El castaño y el roble se utiliza para las vigas, las estructuras de cubierta y los revestimientos interiores, sobre todo los suelos. Las cubiertas se tapaban generalmente con teja, aunque en algunas zonas orientales se cubren con pizarra.


Dice el refrán: <<palomar, capilla, ciprés, pazo es>>. Porque lo cierto es que muchos pazos tienen anexionadas pequeñas capillas, edificaciones exentas a menudo en los muros de cierre.


Eso son los pazos para los gallegos. Pequeños palacios, diseminados a lo largo y ancho del territorio y bien anclados en el imaginario colectivo de una Galicia que era, mayoritariamente, pobre y rural. Admirados de lejos con esa curiosidad morbosa de colarte en una casa inalcanzable, antigua, con tanta historia como secretos. Allí, detrás de las murallas que los separaban del resto del mundanal ruido, los más privilegiados paseaban entre camelias, cultivaban las artes y letras, las relaciones políticas y, no nos olvidemos, las recaudaciones. 


Aquí recogemos algunos de estas Singulares Fortalezas e estos pequeños castillos perdidos en medio de hermosos paisajes que generosamente brinda la verde naturaleza gallega


A CORUÑA


  • Pazo Da Merced


Pazo da Merced, espectacular edificio de piedra 


Pocos lugares del territorio gallego ofrecen al visitante un enclave tan maravilloso de robles y mar como el que circunda el Pazo da Merced, situado en pleno corazón de las Rías Altas, a orillas de la Ría de Ferrol, una mansión solariega del siglo XVII que invita al ensueño, con unas espectaculares vistas a la ría y a su puesta de sol, este edificio de piedra con un bello patio y rodeado de robles comenzó su historia en el siglo XVI , fecha de la que conserva una capilla dedicada a la Virgen que le da el nombre. 


Fue fábrica de curtidos en el siglo XVIII gracias a la inversión de un comerciante riojano, monasterio en el s. XIX y hogar de un popular doctor, Francisco Cebreiro, conocido como el médico de los pobres, en el s. XX.


Entre sus peculiaridades, en el s. XIX fue objeto de reclamo de los dos hijos ilegítimos de un sacerdote y a la par hermano del fundador (y el mismísimo rey les dio la razón). También cuenta una vieja leyenda popular que el pazo se encuentra unido por un pasadizo submarino con el Monasterio de San Martiño de Xubia, alojado al otro lado de la ría.


Actualmente está totalmente renovado y cuenta con 8 habitaciones situadas en la fachada del pazo frente al mar.


  • Pazo Do Souto




Pazo do Souto Interior, con la vieja Lareira y el horno y el exterior con palomar


Este pazo, que perteneció durante casi toda su historia a los Marqueses de Montenegro, fue construido en el siglo XVII por Juan Antonio Posse de Soto, inquisidor de Santiago de Compostela, en las tierras que habían albergado un castro celta. Años después, con motivo del casamiento de su hija con los Montenegro, realiza la primera renovación del edificio.

 

Fue residencia de los marqueses los siglos siguientes para, ya con la decadencia feudal del s. XX que llevó al abandono del lugar, acabar albergando la escuela del pueblo. Fue precisamente uno de sus estudiantes, vecino del pueblo y emigrante en Suiza, quien se decidió a comprarlo y restaurarlo a su vuelta a la tierra.


Situado en plena Costa da Morte, el pazo cuenta con 13 habitaciones disponibles, piscinas, pista de tenis, parque infantil, barbacoa, merendero, cafetería y un restaurante que ofrece productos frescos de la zona y de su propia huerta ecológica.


www.pazodosouto.com. Sísamo-Carballo.



  • Pazo De Sedor

ElPazodeSedoresunedificiodelsigloXVIII

El Pazo de Sedor es un edificio del siglo XVIII


Castañeda, en Arzúa, se encuentra literalmente en el medio y medio de Galicia, lo que en la actualidad implica estar a menos de 90 minutos en coche de cualquier ciudad gallega. En estas estratégicas tierras, que albergaron los hornos que fabricaban la cal empleada en la construcción de la Catedral de Santiago de Compostela, decidió construir su pazo Francisco González do Vilar, Colegial de Fonseca, Abogado de la Real Audiencia del Reino de Galicia y Fiscal de Guerra de este Reino, en el s. XVII.


En la actualidad, este tranquilo establecimiento se ha reformado dándole protagonismo a una amplia escalera principal y, por su originalidad, otra pequeña escalera hecha “entre muros”. También su antigua cocina o lareira, con una enorme chimenea y dos hornos a ambos lados de la misma. Los jardines, en los que discurre un arroyo que antiguamente alimentaba un viejo molino, podrás disfrutar de un tranquilo paseo, un partido de pádel o unos largos en su piscina. Tienen huerta propia, servicio de bicicletas y organizan rutas de senderismo por la zona con punto de partida en el pazo.


www.pazodesedor.com. A Castañeda – Arzúa.



LUGO



  • Pazo De Terrafeita

Pazo de Terrafeita, torre-casona blasonada edificada en 1557


La Torre y el pazo de Terrafeita fueron construidos en el s. XVI por D. Juan Pardo de Aguiar, hidalgo gallego perteneciente a una de las familias más influyentes de la antigua provincia de Mondoñedo, que decidió situar su fortaleza en una estratégica posición en el valle de Trabada, en plena mariña lucense y rodeado por una extensa propiedad de prados y bosques.


El pazo tiene hoy 10 habitaciones dobles, piscina y una finca salpicada por vacas y caballos en libertad. Si no te llega, también puedes perderte por los bellos y salvajes ríos, valles y montañas de los alrededores –muy recomendable es la Fraga de Villapena o la Sierra de la Caldeira- que podrás explorar a tu aire o bien mediante rutas planeadas para hacer a pie o en bicicleta.


www.terrafeita.com. Trabada.



  • Pazo De Ludeiro


En el corazón de Galicia, ayuntamiento de Monterroso, a 35 Km. de la ciudad de Lugo, lugar de suaves e insinuantes colinas que albergan una variada riqueza de fauna y flora, se encuentra el Pazo de Ludeiro, una de las primeras muestras del arte gótico civil gallego, dado que su construcción es anterior al año 1468. Las nobles familias de los Ulloa, Montenegro y Ribadeneira desfilaron en la pasarela de su dilatada historia.


A pesar del tiempo transcurrido, su arquitectura originaria ha sufrido muy pocos cambios a excepción de aquellos conducentes a aumentar el confort del usuario mediante una moderna unidad hostelera y medios audiovisuales presentes en todas las dependencias, que están decoradas por el artista soriano Don Juan de Álvaro y Urtazu.


Su configuración nos recuerda la de una pequeña fortaleza en la que moraba la nobleza gallega en la Baja Edad Media con sus espacios almenados y robusto muro circundante. 


Este Pazo es respetuoso con el medio ambiente que lo rodea utilizando, en consecuencia, energías alternativas: biomasa, térmica y fotovoltaica. Todo ello conducente a aumentar el confort de nuestros visitantes


El pazo tiene hoy 8 habitaciones dobles, una finca de unas cuatro hectáreas, todo enmarcado en un ensoñador paisaje, por donde recorre el río Augabela. Nos ofrece una amplia variedad de posibilidades vinculadas al turismo y al ocio. El contraste de su rico y variado paisaje en mosaico alberga gran cantidad de especies de flora y fauna, interrelacionadas entre sí y con el medio en los agroecosistemas tradicionales, lo que los hace atractivos para los amantes del medio natural y del senderismo. Junto a esto, la riqueza cultural y artística del concello es otro de los innumerables reclamos. 


Maderas nobles en puertas y ventanas y mobiliario tallado a mano. 


Múltiples son las opciones que se nos brindan: una visita al complejo de A Peneda, un lugar privilegiado de este Municipio del interior de Galicia, que hace olvidar sus costas. Una reconfortante área natural sobre el río Ulla, sus aguas remansadas invitan a un refrigerante y placentero baño, o a un hidromasaje en alguno de sus chorros, mientras observamos a nuestro alrededor, cascadas, puentes de madera y figuras alusivas a la pesca talladas en granito. 


Las mesas de piedra distribuidas por toda el área, son parte de los servicios de los que dispone para una apacible jornada de ocio. Desde allí podemos iniciar una caminata a pie por la ruta Pena do Corvo. Circuito cómodo por la ribera del río entre abedules y frondosa vegetación, con lugares sugerentes como la Fuente do Pincho, Peneliñas, el robledal de Pedreira o el Puente das Quendas.


Recorridos por los innumerables castros, visitas al rico patrimonio románico de la zona, la iglesia románica de Bidouredo, de mediados del XII, o los restos de la torre pazo de los marqueses de Castelar, donde Cabanillas sitúa su poema “A Noite de Castelar”. 


Su privilegiada situación le permitirá descubrir y disfrutar de: Lugo y su Muralla, El Castillo de Pambre, A Ulloa, La Ribeira Sacra y Ourense, pero esta no es una lista exhaustiva, ofrece otras muchas más alternativas.. 


Otro de sus atractivos, es la excelente cocina que ofrece. Su plato de Osobuco al vino O Porto con Castañas, acaba de ser galardonado con el primer premio, en el I Concurso Gastrouno en Monterroso, de Cocina Profesional, celebrado del 5 al 13 de noviembre, al objeto de recuperar y a ensalzar las recetas de la Cocina de la Castaña, estando en esta ocasión dedicadas a la Caza.


El premio que fue otorgado por el jurado formado, por los organizadores con el asesoramiento y asistencia técnica de la Asociación Galega de Xornalistas e Escritores de Turismo (AGAXET) y la Academia Galega de Gastronomía en Lugo, en el marco de una iniciativa compartida, dedicada a la puesta en valor en la Gastronomía de calidad,  un producto tan versátil de la Castaña.


www.pazodeludeiro.com San Miguél de Penas. Monterroso



  • Casa Grande de Rosende

Casa Grande de Rosende


A unos 10 minutos de la histórica localidad de Monforte de Lemos se encuentra este señorial pazo, construido en el S. XVI por los Díaz Varela, familia que lo mantuvo su propiedad durante la mayor parte de su historia. Entre sus más ilustres ocupantes destaca un virrey de México, Carlos Recarey Díaz Varela, que a su vuelta de tierras “indianas” en el s. XVIII amplió las instalaciones y decoró la capilla y salones con frescos firmados por Juan Bernardo de Castinandi, pintor gallego formado en Roma. 


Entre los últimos habitantes de la casa se encuentran Roberto Díaz Varela, director del periódico de La Marina en La Habana o Elena Quiroga, una de las grandes escritoras de Galicia y académica de la lengua. Las dos últimas Díaz Varela en el Pazo, dos hermanas que vivieron a mediados del s XX, son responsables del sobrenombre que tiene la construcción en la zona: la Casa de las Señoritas.


El pazo, muy afectado por un aparatoso incendio en 2005, fue restaurado en casi su totalidad respetando escrupulosamente la construcción original con gruesos muros de granito, suelos de centenarios tablones de castaño sobre sólidas vigas y techos formados por rústicos artesanados de madera. Se recomienda pasearse por su capilla, la solaina, la lareira y sus amplias bodegas. Además, el pazo se encuentra en plena Ribeira Sacra (Ribera sagrada), una zona que recibe su histórico nombre debido a la alta concentración de enclaves religiosos: pequeñas ermitas que, ya en la Edad Media, dieron lugar a un boom de nuevas congregaciones religiosas comparable a la registrada en Oriente o e el Sinaí.


casagrandederosende.com. Sober.



OURENSE


  • Pazo A Freiria

Pazo A Freiria


Situado en plena alta montaña orensana –frío y nieve en invierno, fuerte calor en verano- este pazo recibe su nombre de sus primeros moradores, allá por el s. XII. Unos frailes militares, llamados freires, que en nuestro caso provenían de la orden de San Juan de Jerusalén. A partir del s. XVI, el pazo pasa a manos de la nobleza rural de la zona hasta llegar a nuestros días, cuando sus actuales propietarios deciden reformarlo y transformarlo en un pequeño hotel.



Rodeado de una extensa finca y en medio de un paraje excepcional formado por bosques y riberas, el pazo se encuentra al lado Pobra de Trives y de la Estación de Esquí Cabeza Grande de Manzaneda. También en los alrededores destacan los Cañones del Sil el Parque Natural Montes do Invernadero, que es refugio de caza y pesca, o las Médulas, el que fue de los mayores yacimientos auríferos de los romanos en la Península Ibérica.


www.pazoafreiria.com. Puebla de Trives.


  • Pazo Almuzara

Pazo da Almuzara


Histórico edificio de 1880, situado en O Carballiño, rodeado de jardines y árboles frutales y levantado gracias a la fortuna del emigrante que volvió con dinero a la tierra que lo vio crecer, se encuentra el Pazo Almuzara. Levantado a finales del s. XIX por D. Perfectino Viéitez, un vecino de Almuzara Vella emigrado a Argentina que tras su exitosa vuelta se hizo con variadas e influyentes amistades aristócratas –entre ellas el rey Alfonso XIII, que le otorgó el título de Caballero e incluso, se dice, llegó a dormir en el pazo.


Don Perfectino tenía muchas propiedades y negocios, del que destacaba el comercio de piedras preciosas, y fue un importante mecenas. Como ejemplo de su fortuna y derroche, se comenta que en el año 1904 restauró la Cruz Procesional de la Catedral de Ourense, joya del s.XVI, a la que, además de reincorporar numerosas piezas de oro y plata que se encontraban perdidas o muy deterioradas, dotó de 243 piedras preciosas cuyo peso, aseguran desde el pazo, ascendía a 5.000 quilates.


Este hermoso edificio, restaurado hace unos años, cuenta con 18 habitaciones repartidas entre la casa grande –las antiguas del pazo, una de ellas hasta con una bañera del s.XIX- y las antiguas caballerizas, los huéspedes purden visitar la colección de arte que atesoran sus zonas comunes o relajarse en sus jardines de 10.000 metros cuadrados con piscina.


Al estar situado en una zona rica en Naturaleza y arte románico, los propietarios proponen varias rutas y enclaves que ver. Destacamos, ya que estamos hablando de pazos, del “conjunto histórico - artístico e iglesia de Pazos de Arenteiro”, una aldea situada en la confluencia de los ríos Avia y Arenteiro y formada por un conjunto de pazos en su mayoría de los siglos XVI y XVII y la iglesia románica de San Salvador, del siglo XII.


También ofrece excursiones a bodegas y viñedos de la cercana Denominación de Origen Ribeiro.


www.pazoalmuzara.com. Boborás.



  • Pazo Bentraces

Pazo de Bentraces, Ourense


A unos ocho kilómetros de la capital ourensana, desde 100 euros la noche podrás alojarte en esta mansión del siglo XV con unos jardines de 20.000 metros cuadrados y una piscina al aire libre, que fue concebida como residencia episcopal del Monasterio de Celanova a través de varias reformas en los siglos XVII y XVIII. En su interior podrás contemplar un bosque de robles, pérgolas con trepadoras, cipreses, bojs, magnolios y glicinias centenarias.


En su última reforma, que puso a punto el pazo para su uso como hotel rural, sus propietarios dieron prioridad a mantener la distribución original para dar mejor idea de cómo era un pazo por dentro, a pesar de que esta decisión redujo el número de habitaciones (cuatro dobles y dos suites, actualmente). Uno de sus puntos de reunión más especiales es la cocina, donde una ajada chimenea de granito y una vieja lareira acompañan a los huéspedes durante el desayuno elaborado con productos naturales de la zona.


www.pazodebentrances.com. Barbadás.



 PONTEVEDRA


  • Pazo da Touza

Pazo da Touza, con torre típica


Situado a unos 20 kilómetros de Vigo, Pieza del patrimonio arquitectónico gallego declarado Patrimonio Histórico y Bien de Interés Cultural, el Pazo da Touza es una edificación del siglo XVI, reformado posteriormente en el siglo XVIII, que pasó por las manos de familias de la nobleza del suroeste de la provincia de Pontevedra. Cuenta con su propia torre que da fe de su señorial carácter, su balconada y jardines autóctonos son también muestras de la arquitectura típica gallega conservada.


En el interior, un estilo más moderno que respeta la tradición y la fusiona con una decoración actual e intercultural.


En el s. XX se transformó para uso agrícola – sus 40.000 m2 de finca se destinaban al cultivo de manzanas- y, ya hace casi una década, se reformó para la celebración de eventos y para el hospedaje rural, a lo que destina un total de 8 habitaciones.


pazodatouza.info. Nigran.


  • Pazo la Buzaca

Pazo La Buzaca


Este pazo, que desde su construcción en el s. XVI hasta la actualidad ha pertenecido al linaje de los Varela, es uno de los más destacados de la geografía gallega. Equipado históricamente para ser tantocasa de labranza como fortín, se abre con un portón de entrada sobre el que campea un escudo familiar tallado en piedra durante en siglo XVIII. 


Su entorno, rodeado de muralla, comprendela casa, el palomar, la capilla y dos hórreos. A lo largo de su historia, este pazo presume de haber sido hogar de mujeres y hombres sensibles al arte como doña María Antonia de Boceta, Juana Sarmiento o Teresa Novoa. 

 

El pazo ofrece hoy en día 13 habitaciones y la posibilidad de descansar en sus instalaciones, animarse a conocer los alrededores a caballo o jugar una partida de pinball en un recinto cercano. Y una nota para los amantes del vino: desde el pazo se ofrecen a ayudar para organizar visitas a las bodegas de la zona.


www.pazolabuzaca.com. Moraña.


  • Torres Agrelo


Pazo Torres Agrelo


En pleno camino de Santiago Portugués, con vistas a isla de San Simón y a la tristemente famosa bahía de Rande–ensenada de tesoros escondidos y submarinos fantásticos-, nos encontramos con este edificio, que data de mediados del s. XIX, cuando el Mariscal Rubín de Celis manda construirlo sobre las ruinas de un antiguo convento franciscano


Desde entonces, el pazo ha sido hogar de personajes ilustres como Montero Ríos, Cristino Martos o Joaquín Sorolla. También sirvió como enclave de recepciones militares, como refugio durante la Guerra Civil y como hospital para el ejército alemán durante la II Guerra Mundial (se dice que conserva pasadizos subterráneos de esa época).


Hoy en día, ha sido reformado para la celebración de eventos, aunque, además de casarse, uno puede alojarse en alguna de sus nueve habitaciones disponibles y disfrutar de los azulejos de Triana del recibidor, la espectacular escalera de castaño o las vidrieras policromadas de puertas y ventanas. También, pasear por sus 80.000 m2 de finca, dotada de zonas paisajísticas y especies únicas en Galicia, de entre las que destaca la camelia. 


Desde sus jardines, uno también puede observar la zona de la Ría de Vigo donde la llamada Flota de la Plata -unos 40 navíos franco-españoles que traían de las Indias uno de los mayores tesoros de la historia-, sucumbió a los 150 navíos anglo-holandeses que volvían de su infructuoso asedio a Cádiz y se desviaron hacia las costas gallegas siguiendo el tufillo del oro. La cruenta batalla, que acabó con la mayor parte de los navíos hundidos en las fangosas aguas de la ría, dio lugar a la leyenda sobre el tesoro escondido en los barcos. Un misterio que cautivó al mismísimo Julio Verne, quien usó el oro hundido en la Ría de Vigo como fuente de financiación de las campañas de su afamado Nautilus. 

  

www.torresagrelo.com. Redondela.


Fuentes:elaboración propia y guia repsol


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