Gran Vía 18 está ubicado en la histórica calle de la Gran Vía madrileña, en la quinta planta del edificio de la tienda de WOW Concept. En la sexta, se encuentra su hermoso rooftop, con vistas maravillosas y lejanas de Madrid, además de a las majestuosas fachadas de la arteria principal de la capital. Una terraza que promete ser una de las más concurridas para estos próximos meses de calor.
Edificio de WoW Concept con Gran Via 18
El edificio donde se ubica Gran Vía 18 es uno de los de más solera y más encanto de la calle: antiguamente albergó el Hotel Roma- lo que explica la presencia de la estatua de la Loba Capitolina-que fue uno de los establecimientos hoteleros más antiguos de la Gran Vía, abriendo en 1915. Esta magia “histórica” se transmite tanto en el ambiente del rooftop como en el del restaurante. Historia pura de Madrid y modernidad se dan la mano en estas destacadas propuestas gastronómicas.
Gran Vía 18, Rooftop
El concepto gastronómico de Gran Vía 18 se divide en dos ideas. Por un lado, la maravillosa, floral y coqueta terraza que ofrece vistas a la Gran Vía y a la calle Clavel— el rooftop Gran Vía 18 ofrece una experiencia casi 360º en el centro neurálgico de Madrid- con una comida informal, de tapeo y cócteles variados de autor, obra de Daniel Regajo. La carta firmada por el joven chef Jairo Jiménez propone tapas informales y muy ricas como brioches de steak tartar y de anchoa 0’0, bikini a la brasa, saam con palomitas de langostinos en tempura, pepito de ternera, patatas y batatas con salsa brava o buñuelo de queso Idiazábal, entre otros irresistibles bocados.
Gran Vía 18- brioche con anchoa
Por otro lado, tenemos el restaurante Gran Vía 18, en la quinta planta, con una cocina más clásica y elaborada, así mismo, por Jairo Jiménez quien mima las materias primas, en una carta variada y bien conseguida, donde los pescados y las carnes se hacen en su brasa de carbón de encina, dando una especial relevancia a los ahumados.
Carnes en Gran Via 18
El restaurante es un espectacular espacio de más de 1.000m2, antigua casa del propietario del Hotel Roma, que mantiene su estilo majestuoso, revestido de toques clásicos y modernos de reminiscencias a los años 70 con maderas blancas y líneas curvas. Sofas y mesas redondas, libros en estanterías, vinilos, una chimenea “futurista” y una sala que simula un estudio de grabación (que existió anteriormente en este espacio), todo ello con preciosas vistas a la Gran Vía dan un toque chic-vintage a este local que enamora, desde que entramos, sintiéndonos muy confortables.
Gran Vía 18, Sala restaurante
Con tan solo 10 meses de vida, Gran Vía 18 se está convirtiendo en un lugar muy interesante para ir (y no solo para los turistas que visitan la Gran Vía). El secreto, además de su encanto, que está convenciendo a los madrileños es la buena propuesta gastronómica del chef Jairo Jiménez. Este proyecto- el último del Grupo Papúa- no solo está definido por el diseño, la vanguardia o el estupendo servicio, sino por una honesta y buena cocina.
Gran Vía 18, Espacio restaurante
Hablamos de una comida sencilla, pero con toques de creatividad, española e internacional. Hay entrantes muy ricos como la ensaladilla rusa de verduras a la brasa con pulpo, las melosas croquetas de jamón ibérico semilíquidas con velo de panceta Joselito o las de gambas al ajillo con emulsión de huevo, la morcilla especial de Burgos, la chistorra de Arbizu con yema de huevo de corral y el sabroso brioche con mantequilla y anchoa.
Melosas croquetas de jamón ibérico semilíquidas
Platos como el ceviche de bonito ahumado con escabeche de almendras y zanahorias o verduras como las alcachofas con gorgonzola o los puerros de Tudela con salsa de jamón ibérico, panceta Joselito y queso payoyo de Cádiz están realmente conseguidos.
Gran Vía 18- puerro y alcahofa
Las brasas de encina, como decíamos, son fundamentales en la cocina de Gran Vía 18. En cuanto a las carnes, destacan numerosos cortes como la entraña, el t-bone, la chuleta de vaca vieja, raza Simmental, madurada en 80 días o un corte de lomo bajo de rubia gallega de 10 años de edad, criado en Finisterre. También, el steak tartar de vaca vieja madurada es excelente. En la versión de pescados, encontramos dos magníficas opciones como el rodaballo a la brasa con salsa meunière à la noisette, el chipirón de anzuelo o el bonito ahumado y en escabeche.
Gran via 18, Bonito ahumado y en escabeche
Hay un menú semanal disponible con muy buena relación precio-calidad y cantidades generosas
Obra del pastelero Carlos López (antiguo de Coque, Dstage y el Corral de la Morería), vale la pena probar los postres como el coulant de chocolate 72% de cacao, con helado caramel crunch y nueces pecanas a la cantonesa, la tarta de queso Payoyo o el fresco y ligero lemon pie de crema de limón cítrica con merengue italiano quemado, polvo de galleta, gel de lima y helado casero de cáscara de limón que tiene una preciosa presentación.
Una estupenda bodega con vinos muy interesantes nacionales e internacionales completan la oferta gastronómica de Gran vía 18.
Dirección: Gran Vía, 18- Madrid
Ticket medio: 70 por persona / Menú semanal a 19,50 euros.
Reservas: Reservas@granvia18restaurante.com / 608 511 933 / 679 685 598
Autora: Carmen Pineda
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