Mulhouse es la segunda ciudad más grande de Alsacia, después de Estrasburgo. Situada en el sur de Alsacia, en la actual región del Grand Est (que abarca Alsacia, Lorena y Champagne), es de fácil acceso desde España, mediante avión. Se puede acceder directamente a la ciudad misma, con vuelos low cost desde Madrid o ir con la compañía Air Nostrum hasta Estrasburgo, que se encuentra a 50 kilómetros, desde donde podemos tomar un tren que, en poco más de una hora, nos llevará, cómodamente, hasta Mulhouse.
Catalogada en Francia como ciudad de Arte e Historia desde 2011, Mulhouse es un destino, desafortunadamente, desconocido para muchos españoles. Y, desde luego, vale la pena ser descubierto por su patrimonio histórico, su historia singular de ciudad industrial, su arquitectura y su gastronomía. Hay varias cosas que llaman la atención en Mulhouse como la cantidad de museos que hay para una población de 110.000 habitantes- algunos imperdibles como el de la Impresión sobre tejidos o el del automóvil-, sus muros pintados y el consiguiente Street Art surgido recientemente, su ambiente relajado que nos permite hacer un turismo “slow” de calidad y, como no, su alsaciana y sabrosa gastronomía que podemos probar en sus excelentes restaurantes, en el Marché du canal couvert, el mercado más grande del Este de Francia y en las numerosas pastelerías.
Centro de Mulhouse
Para los que ya conocen Estrasburgo y creen que Mulhouse va a ser más de lo mismo por encontrarse en Alsacia, están muy equivocados. Mulhouse tiene una historia y un pasado muy industrial (sobre todo textil) además de haber sido independiente de Francia (y por ende de Alsacia hasta 1798) lo que la diferencia a muchos niveles. Su personalidad propia se ve, a primera vista, en la arquitectura de las casas. Aquí, no tenemos ni geranios ni entramados o vigas de madera en las fachadas de los edificios, sino pinturas coloridas en muchas de ellas que provienen de la cultura renana. De ahí, la importancia de los murales y del Street art que llenan la ciudad de colores, frases y figuras.
Horizon Vertical con símbolos de Mulhouse
Fundada en los siglos VIII y IX, la ciudad se asentó en una zona pantanosa. Dice la leyenda que, por eso, los molinos de agua fueron tan importantes para la implantación humana al contener las aguas. De hecho, el emblema de la ciudad representa una rueda de molino y la palabra significa las casas del molino.
Con el tiempo, esta pequeña ciudad se convierte en república independiente, aliándose con Suiza (Mulhouse está a tan solo 30 kilómetros de la ciudad helvética de Basilea) en los siglos XV y XVI. No será hasta 1798, cuando los mulhousianos voten para integrarse en Francia. La razón: motivos económicos. En el siglo XVIII, la industria de impresión en tejidos se desarrolla de forma ascendente en Mulhouse, siendo punteros en esta técnica de decoración textil que proviene de las Indias y de sus telas de algodón de bellos colores y motivos decorativos varios. La primera manufactura de este sector abre en 1746 pero poco a poco, tienen problemas para comerciar con Francia ya que, si bien no tenían restricciones para producir, sí las había para “exportar”. La integración en Francia resuelve este aspecto. Pero, la Edad de Oro no se basó solo en la impresión en tejidos sino en las construcciones mecánicas y las finanzas. Este esplendor, durará hasta la segunda guerra mundial, momento en el que las empresas irán decayendo. Hoy, solo pervive en Mulhouse una industria textil, la DMC (especializada en hilos de algodón). Pero, este pasado industrial ha configurado mucho los atractivos turísticos actuales de la ciudad.
Pasear por Mulhouse para descubrir su patrimonio es altamente gratificante porque hay mucha historia, arte, cosas curiosas y un ambiente muy relajado.
La Plaza de la Réunion es el centro neurálgico de Mulhouse con el impactante edificio del antiguo ayuntamiento (hoy, sede del Museo Histórico y de salones para realizar matrimonios), el Templo de Saint-Etienne y sus casas estrechas y coloreadas llenas de historia.
Plaza de la Reunión con el Antiguo Ayuntamiento, ©Eric_Toussaint
Emblema del patrimonio alsaciano, el antiguo ayuntamiento del siglo XVI ostenta pinturas coloridas en sus muros, siguiendo la costumbre renana tan presente en Mulhouse, blasones de los cantones suizos antiguamente aliados con la ciudad y estatuas como alegorías de las virtudes. Aquí, se votó la anexión de la República de Mulhouse a Francia en 1798. Esta joya renacentista renana muestra también, en su fachada, el Klapperstein (el original está en el Museo Histórico), una cabeza en piedra que las maldicientes estaban condenadas a llevar colgada en el cuello por toda la ciudad.
El Templo de Saint Etienne es el edificio protestante más alto y grande de Francia. En el siglo XVI, Mulhouse era protestante y no fue hasta la reunión con Francia en 1798 que hubo libertad de culto. Con la industrialización de la ciudad, en el siglo XIX, los industriales financian otro edificio que parece una catedral de estilo neo-gótico. Fue diseñada por Jean Baptiste Schacre y edificada en la ubicación de la antigua iglesia del s XI. A destacar las bellísimas vidrieras católicas del s.XIV que hay en el interior.
Templo de Saint Etienne, Mulhouse ©Florent_Bandes
La plaza de la Reunión conserva preciosas casas estrechas y coloridas como la Casa Mieg, apellido de una saga de industriales e historiadores. Mathieu Mieg, favorable a la independencia de Mulhouse cuando se anexiona a Francia, decoró la fachada con pinturas murales que representaban el héroe suizo Arnold de Winkelried.
Plaza de la Reunión, ©OTC Mulhouse et sa region.B.Wirth
Finalmente, encontramos la Casa del Patrimonio Edouard Boeglin, interesante centro de interpretación de la arquitectura y el patrimonio de la ciudad, ubicada en una esquina de la plaza.www.mulhouse.fr/bouger-sortir/culture/maison-patrimoine
Hay diversos barrios que bien valen una visita. Es el caso del bucólico Reberg, un precioso barrio cercano actualmente a la estación de Mulhouse, símbolo de la prosperidad textil de la ciudad. Originariamente fue un gran viñedo, pero con el desarrollo del textil y la Impresión sobre tejidos, los grandes industriales fueron comprando, en el siglo XIX, estos terrenos para edificar sus lujosas villas de vacaciones, cayendo en desuso otras corporaciones como la de los vinateros.
En los años 90 del siglo XX, se vuelve a plantar viña y se crea el vino del ayuntamiento de Mulhouse, el Clos du Kletenberg.
Otra zona interesante es el Barrio de la bolsa, símbolo, también, de la industria mulhousiana de manufacturas floreciente en el siglo XIX. Este barrio de negocios tiene su centro en una plaza con arcos, inspirada de la calle Rivoli de Paris con una forma triangular que recuerda la pertenencia de los industriales a la franco-masonería. Este Patrimonio urbanístico está inscrito como Monumento histórico.
El Street Art y las pinturas murales son uno de los atractivos más sobresalientes de Mulhouse. Hay un circuito de visitas (información en la Oficina de Turismo: www.boutique.tourisme-mulhouse.com), donde podremos descubrir pinturas murales, esculturas, graffitis en paneles de circulación de la ciudad, en pequeños mobiliarios urbanos, frases en muros ( cuyo mayor representante es Pierre Fraenkel), exposiciones en galerías de arte…, de artistas franceses y extranjeros que rotan dinámicamente.
Street Art en Mulhouse
Creadores de Street Art como el mulhousiano Fernand Kayser, autor de la obra expuesta en la entrada de la oficina de turismo, caracterizada por la imagenería punk y las riquezas industriales de su ciudad natal es ya una invitación a este circuito.
Mural de William Wyler y Street art en Mulhouse ©OTC Mulhouse
Muros como el de Vinie Graffiti, creando una figura femenina con su pelo de hojas y sus canicas de colores- obra catalogada entre las 100 más bellas de Street arte en el mundo- es imprescindible para visitar. También, son curiosos los mensajes de Fraenkel, famoso por sus frases y juegos de palabras pintados o proyectados.
Street Art Vinie
En cuanto a muros más “clásicos”, encontramos el de “Horizon vertical”, un mural pintado por Fernand d Onofrio y Sylvie Herzog, en el que han expresado símbolos de la ciudad como la Torre Europa, presentado como un decorado de teatro o, el muro del director de cine oscarizado por “Ben Hur”, William Wyler, nacido en Mulhouse.
No hay que perderse el mural de las Celebridades de Mulhouse donde vemos, entre otros, al célebre militar Alfred Dreyfuss, al científico Johann Lambert, creador del sistema de coordenadas Lambert (orígenes del GPS) o a grandes industriales de Mulhouse como Mathieu Mieg, entre otros.
En Mulhouse, hay numerosos museos que explican la identidad de la ciudad. Algunos son de visita obligada. Es el caso del Museo de la Impresión en Tela. Creado en el s XIX por los industriales textiles de Mulhouse como Museo del dibujo industrial, hoy conserva 6 millones de muestras y piezas textiles, o sea la mayor colección del mundo. Arte creativo, museo técnico, de moda e historia local, todo eso representa este museo que permite revivir la historia de la industria textil de Mulhouse desde el s. XVI. Las exposiciones temporales y la colección permanente son una fuente de inspiración para prestigiosos creadores y marcas de medio mundo.
Museo de la Impresión sobre Teijdos,Tachet Soehnlen
El Museo Nacional del Automóvil es el más grande del mundo en este sector. La ciudad del automóvil de Mulhouse reúne más de 450 vehículos de 97 marcas diferentes que proceden de la colección de Fritz y Hans Schlumpf, industriales del mundo textil, apasionados de los automóviles y especialmente de los Bugatti (su colección es impresionante) que llegaron a arruinarse por su vocación. Hay, incluso, un autódromo donde se pueden conducir coches vintage o de carreras. www.musee-automobile.fr
Fachada del Museo del Automóvil de Mulhouse, @Dominique Giannelli
Otros museos que cuentan el pasado de Mulhouse son la Ciudad del Tren, el museo ferroviario más grande de Europa (www.citedutrain.com), el curioso Museo de la Minería y La Potasa y el Museo del papel pintado (en reforma hasta diciembre de 2025) www.museepapierpeint.org. Para el resto de museos, consultar con la Oficina de Turismo.
Mulhouse, Ciudad del Tren
Mulhouse es una ciudad muy dinámica en eventos. Aquí recomendamos tres especialmente interesantes.
Por un lado, la ciudad celebra, este 2025, sus 800 años de Historia, festejando la creación de sus muros (todavía se puede ver un trocito pequeño de muro en el centro de Mulhouse) con las Jornadas europeas del patrimonio en las que hay visitas exclusivas, conciertos, paseos…
También, tendrá lugar Folie´Flore, un show floral único en Europa, del 2 al 12 de octubre 2025 con varios temas como flores cortadas, árboles y bosques, frutas, verduras y el paisaje.
Finalmente, uno de los eventos más relevantes es el Mercado de Navidad, del 22 de noviembre al 27 de diciembre. Mulhouse homenajea, en esas fechas, a su rico pasado industrial de innovaciones textiles, creando cada año un nuevo tejido de navidad, una tela que se añade a su acervo cultural, artesano y artístico. Es la única ciudad de Francia que hace esto. Cada año, un artista local diseña el tejido. En 2024, fue la creadora Marie-Jo Gebel quien, inspirándose en las colecciones indianas del Museo de la Impresión sobre tejidos- realizó un precioso estampado con flores y símbolos de la ciudad como la rueda de molino de agua, la industria del automóvil, la ferroviaria…. Estas telas sirven para decorar el mercadillo, los monumentos y las vitrinas, enriqueciendo su identidad única de ciudad industrial. Artesanía, vino caliente, dulces, conciertos, exposiciones…, conforman este Mercado de Navidad de la Plaza de la Reunión que puede resultar un planazo para las próximas Navidades.
Navidad 2024, ©Emilien_DREY
Mulhouse se caracteriza por la profusión de tiendas de artesanos y artistas locales. Hacer shopping por estas boutiques para encontrar pequeñas joyas creativas únicas es una buena actividad. En la Oficina de Turismo, nos pueden aconsejar sobre las rutas de artesanos. Algunos ejemplos: L´Artichaut, boutique asociativa de creadores de Mulhouse ; Tilvist ( productos de artesanía y cafetería); Osmoz, tienda de artesanos locales de ropa de creaciones únicas y, sobre todo, Label historique, preciosa tienda de la artista Marie-Jo Gebel, con textiles y productos de Alsacia como mantelerías, ropa de casa, paraguas, bolsos, objetos de decoración y mermeladas…
Tienda de artesanía y tejidos en Mulhouse
¿Dónde alojarse?
En una ubicación muy práctica, al lado de la estación de Mulhouse y a diez minutos del centro de la ciudad, el Hotel Berti se encuentra en una calle bonita y tranquila. Ubicado en un pequeño palacete antiguo con encanto, el hotel ha sido reformado siendo sus instalaciones modernas y confortables. Hay un pequeño jardín para relajarse. Se puede desayunar y comer. Buena recepción amable y servicial.
¿Dónde comer?
Restaurante de cocina tradicional alsaciana, en un marco rústico típico de maderas y detalles decorativos de la región como jarras de cerveza o toneles. Servicio simpático y desenfadado. Podremos degustar especialidades gastronómicas típicas de Alsacia, muy bien cocinadas y a buen precio, como: la choucroute (cerdo, salchichas con col marinada en vino Riesling y patatas), Fleisschnakas (pastas alsacianas rellenas de carne de guiso presentadas en un caldo), Bibelaskas (un queso blanco cocinado salado con patatas cocidas y una porción de queso munster, con carne) o späetzle (pastas típicas de Alsacia), entre otras. La alsaciana es una gastronomía famosa por su generosidad de cantidades en el plato y su sabrosa sencillez.
Spaetzel, la pasta típica alsaciana- Auberge des Franciscains de Mulhouse
Le Petit Paris es un restaurante moderno, estilo bistrot, donde podremos comer cocina francesa con productos de temporada. Buena calidad y ambiente animado. La propiedad tiene, además, un local especializado en vinos.
En la Oficina de Turismo de Mulhouse (info@attractivité-mulhouse.com / www.tourisme-mulhouse.com), se proponen visitas guiadas individuales de marzo a diciembre del centro histórico, los muros pintados, rutas de navidad…También, en la misma dirección, nos pueden poner en contacto con los “Greeters”, habitantes apasionados de Mulhouse que se proponen, de manera voluntaria, para mostrar su ciudad a los visitantes, según temáticas.
>>> Más información en: www.explore-grandest.com
Una buena opción, práctica y rápida, es coger la compañía Air Nostrum que vuela a Estrasburgo desde Madrid cinco veces por semana (de lunes a viernes). El vuelo dura 2 h15 minutos. En época de sesiones del Parlamento Europeo, hay doble ruta los lunes y los jueves. Durante la temporada de verano los vuelos salen a las 15.40 desde Madrid y regresan a las 18.05 desde la ciudad francesa. En invierno los horarios son muy parecidos solo que los lunes el vuelo desde Madrid es a las 9.05 de la mañana y el regreso a las 11.50. El aeropuerto de Estrasburgo se encuentra conectado en tren, a 7 minutos de la estación central de la ciudad, desde donde salen, regularmente, trenes a Mulhouse.
Autora: Carmen Pineda
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