DONDE EL TIEMPO SE HACE MAR, ARENA Y SAL… LA COSTA DE LA LUZ

Los 7 rincones imprescindibles para descubrir la Costa de la Luz onubense

LA COSTA DE LA LUZ ONUBENSE NO SE VISITA: SE SIENTE, SE SABOREA, SE VIVE
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Hay lugares donde el horizonte se funde en un abrazo infinito entre el océano y la tierra. Donde la luz dorada del atardecer tiñe de miel las fachadas blancas y el aire huele a salitre, a pescado fresco, a romero silvestre. Así es la costa de Huelva: un sueño despierto de playas vírgenes, pueblos con alma marinera y atardeceres que arden como brasas. Esta no es una costa cualquiera. Es la Costa de la Luz, la que acaricia el Atlántico con manos suaves y guarda secretos entre sus dunas. Aquí, cada pueblo es un mundo, cada calle una historia, cada muelle un verso escrito por el mar.


  • Isla Cristina: La Esencia Marinera



      Pescadores, redes tendidas al sol, barcas que mecen sueños… Isla Cristina es la esencia viva de Huelva. Un lugar donde el tiempo se mide por las mareas y la vida huele a sal y a almajos. 


Isla Cristina desde Isla Canela

Isla Cristina desde Isla Canela


     Sus playas —Punta del Caimán, Islantilla— son lienzos de arena dorada donde el mar dibuja espumas efímeras. Y su gastronomía, un himno al pescado fresco, a las gambas que saben a mar recién pescado, a los atardeceres que se brindan con vino de la tierra.


Isla Cristina, Islantilla, AAS 2022

Playa de Islantilla, en Isla Cristina,(foto: Antón Alonso)



  • Cartaya: Donde la Naturaleza Escribe Poemas




     El Rompido, ese rincón que parece sacado de un cuadro, con su faro vigilante y sus casitas blancas reflejadas en el agua. 


Cartaya, El Rompido

Cartaya, El Rompido, (foto: Antón Alonso)


     Aquí, la Flecha —una lengua de arena pura— se adentra en el mar como un suspiro, protegida por las marismas del Río Piedras. Cruzar en barco hasta ella es viajar a un mundo sin prisas, donde solo importan el vuelo de las gaviotas y el rumor de las olas. Y si el hambre llama, su pescaíto frito y su marisco son pura magia entre los labios. 


El Rompido, Cartaya, Huelva rv

La Flecha de El Rompido, Cartaya, Huelva 



  • Punta Umbría: La Playa con Acento Británico




     Desde que los ingleses llegaron en el siglo XIX, Punta Umbría se convirtió en el refugio playero por excelencia. Sus chiringuitos vibran con el sonido de las risas y las tapas de pescaíto frito. Pero más allá del bullicio estival, hay un tesoro escondido: Los Enebrales, un paraje donde las dunas se visten de pinos y romero, y el mar besa una playa salvaje, intacta.


Punta Umbria, Huelva

Punta Umbria, Huelva



  • Moguer y Palos de la Frontera: Entre Acantilados y Leyendas



     Mazagón es la joya que comparten estos pueblos llenos de historia. Aquí, los acantilados vigilan playas de arena fina, como la del Parador, donde el sol calienta la piel y la brisa trae ecos de los viajes de Colón. Y a un paso, Doñana extiende su manto de dunas móviles, un espectáculo natural que quita el aliento.



  • Almonte: Matalascañas y el Llamado de Doñana



       En Matalascañas, el verano sabe a sal, a pescado a la plancha, a noches estrelladas.


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Matalascañas, dunas en la playa, Huelva



    La Torre La Higuera, solitaria en la playa, es testigo de atardeceres que incendian el cielo. Pero el verdadero hechizo está en su puerta trasera:  Doñana, ese reino de linces y dunas donde la naturaleza escribe sus propias reglas.



Almonte, Playa La Torre La Higuera

Almonte, Playa La Torre La Higuera



  • Ayamonte: Donde el Guadiana Besa al Atlántico


Ayamonte Vista desde el Castillo de Castro Marim, el Puente de Ayamonte y salinas por en medio 2019 1625


Ayamonte Vista desde el Castillo de Castro Marim, el Puente de Ayamonte y salinas por medio 


      Frontera con Portugal, Ayamonte es un pueblo de dos almas: la marinera, con sus barcas pintadas de colores, y la artística, que se respira en sus galerías y en sus fiestas llenas de flamenco. 


Ayamonte, Huelva 1520

Ayamonte, Panorámica


     Sus playas —Punta del Moral, Isla Canela— son paraísos de aguas tranquilas y arenas cálidas. Pero su mayor tesoro son sus atardeceres, esos que pintan el río Guadiana de oro líquido.


Ayamonte, Huelva, Playa de Isla Canela.

Ayamonte, Huelva, Playa de Isla Canela.



  • Lepe: La Antilla y el Arte de Vivir Descalzo




      En La Antilla, el verano se vive con los pies en la arena y una caña en la mano. Sus chiringuitos son templos de la buena vida, donde el pescado llega del barco al plato y las risas no tienen horario. Y si algo define a Lepe, es la calidez de su gente, esa que te hace sentir en casa desde el primer minuto.


Playa La Antilla, Lepe ( Huelva) @Antu00f3n Alonso

Playa La Antilla, Lepe ( Huelva) @Antón Alonso








Isla Cristina (Huelva), @Antón Alonso
Isla Cristina (Huelva), @Antón Alonso

Lepe, Torre de vigilancia, plya se La Antilla
Lepe, Torre de vigilancia, plya se La Antilla

La Antilla ( Lepe ) Huelva., Playa de los Pescadores
La Antilla ( Lepe ) Huelva., Playa de los Pescadores

Ayamonnte, Teatro Cardenio, @M. F. González
Ayamonnte, Teatro Cardenio, @M. F. González

Ayamonte, Azulejo del Cuadro de Sorolla, Pza. de La laguna, @AAS
Ayamonte, Azulejo del Cuadro de Sorolla, Pza. de La laguna, @AAS

Almonte, Basílica de Nuestra Sra. del Rocío
Almonte, Basílica de Nuestra Sra. del Rocío

Playa de Matalascañas, el Famoso tapón, Almonte, Huelva
Playa de Matalascañas, el Famoso tapón, Almonte, Huelva

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