En el barrio de Chamberí, en la calle de Cristobal Bordiú, se encuentra este pequeño restaurante en tamaño, pero grande en calidad gastronómica. En su recoleto y acogedor local, con maderas y líneas sencillas, con parte de la cocina a la vista (donde se ultiman los platos en una barra), todo ello en un ambiente cálido y rústico-chic-, los hermanos Daniel y Guillermo Pozuelo (cocina y sala, respectivamente) nos proponen una opción muy interesante.
Daniel y Guillermo Pozuelo, hermanos y cocinero y jefe de sala respectivamente
Con un menú cerrado de 10 pases a 58 euros (que les ha valido obtener un Bib Gourmand de la Guía Michelin, distinción que premia la excelente relación precio-calidad de los restaurantes a niveles comedidos), Bichopalo ofrece una cocina que respeta el producto, favorece la originalidad y modernidad, enaltece las recetas de autor, sin olvidar las elaboraciones clásicas, mezclando diferentes raíces culinarias del mundo (sobre todo la japonesa y la mediterránea).
Bichopalo
En Bichopalo, se siente que la comida está hecha con cariño y que quiere llegar no solo al paladar sino al corazón y a la sensibilidad del comensal. No es cuestión de utilizar técnicas japonesas o de aplicar los sabores mediterráneos, sin más, sino que Daniel y Guillermo quieren transmitir su amor por una alta cocina desenfadada y dinámica. Se nota que hay mucho trabajo detrás de esta propuesta.
La carta de Bichopalo consta de un solo menú degustación de 10 pases que cambia por temporadas. El chef Daniel Pozuelo, formado en cocinas de renombre como DSTAgE, Arzak o Alboroque, ha plasmado, en estos pases, toda su técnica y su idea de la alta cocina. En el actual menú degustación, que podemos probar en estos momentos, brillan las mezclas atrevidas, los colores y las combinaciones llenas de talento y maestría, respetando siempre los productos de temporada.
Los primeros platos son unos snacks de bao frito con wasabi crème fraîche y caviar (crujiente y suave a la vez), una iwashi Gilda ( sardina ahumada con aliño de naranja china) y un aemono (ensalada de pepino japonesa) que aquí se une a la vieira. Sugerentes entradas que son el preludio de 5 platos. Primero, tenemos el sunomono tibio de alcachofas con rábanos de 2 tipos y coles de Bruselas que resulta muy refrescante en una deliciosa ensalada que fusiona varias verduras, mezcladas con gran nivel culinario.
Bao frito, iwashi gilda y aemono vieira
A este plato, le siguen: las patatas con mantequilla, miso y trufa que se presentan aterciopeladas y muy sabrosas, el kubak de manitas a la madrileña, original donde los haya y muy accesible a todos los paladares- incluso para aquellos que no aprecian tanto los productos de casquería-; el chu-toro marmitako (con la excelente parte baja del lomo del atún) y el pato con regaliz y enoki (muy curiosos los sabores conjuntados).
Chu-toro marmitako, Bichopalo
Si los pequeños bocados de los entrantes ya nos gustaron, los platos son una serie de originales propuestas a medio camino entre Asia y el Mediterráneo que nos dejan admirados.
Los postres como el sésamo en texturas y la kabocha oxidada con mandarina (donde la calabaza tiene un lugar preponderante) culminan este menú degustación con gran creatividad.
Kabocha oxidada y mandarina, Bichopalo
Por todo ello, vale la pena descubrir el menú degustación de Bichopalo: divertido, rico, interesante en su búsqueda culinaria y en la técnica utilizada. La bodega es interesante y, también, original, con vinos muy buenos como el griego Assyrtiko.
Dirección: C/ Cristobal Bordiú 39 Madrid
Precio: Menú degustación- 58 euros
Reservas: 917 70 06 63 / www.bichopalo.es
Autora: Carmen Pineda
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