Torre de Juan Abad (El Dulce Retiro)

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     Muchos son los lugares de la Mancha, cuyos nombres es conveniente anotar en nuestra agenda, para visitarlos y disfrutar de sus encantos en la primera ocasión que se nos presente.


      Para aquellas personas que buscan lugares tranquilos y con historia, les recomiendo Torre de Juan Abad. Un pequeño pueblo manchego situado al sureste de la provincia de Ciudad Real, perteneciente al legendario Campo de Montiel.


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Iglesia ‘Nuestra Señora de los Olmos’ de Torre de Juan Abad, Ciudad Real. (foto: Turismo de Ciudad Real)


     Ya en el siglo XVII, Don Francisco de Quevedo encontró la paz en esta aldea, a la que llamaría su dulce retiro.


Yo me salí de la Corte,

a vivir en paz conmigo;

que bastan treinta y tres años

que para los otros vivo.
Si me hallo, preguntáis,

en este dulce retiro,

y es aquí donde me hallo,

pues andaba allá perdido.


    Antes de llegar al pueblo, empezamos a disfrutar del paisaje.  La belleza del campo es un hermoso lienzo de colores, donde las acuarelas alternan matices rojos, verdes y amarillos, según la estación del año. La serenidad percibida es la mejor carta de presentación para adentrarnos en la villa.


     Una vez sumergidos en el pueblo, retrocederemos cinco siglos visitando la Casa Museo de Quevedo. En la parte superior se halla el museo dedicado al escritor, donde se exhiben diferentes documentos, libros y objetos personales, como un tintero de cerámica y el sillón que utilizaba en esta casa. Allí recibió el escritor a los personajes más influyentes de la política y la sociedad de la época.


Tintero

Tintero


    Atractivo especial tiene el primer fin de semana de noviembre, fecha en que se celebran las Jornadas Quevedianas, con numerosas y variadas actividades. Cuyo objetivo es difundir el fuerte vínculo de esta villa con Francisco de Quevedo, tanto en la vida como en la obra del autor. No en vano, ostentó el título de Señor de la Torre de Juan Abad.


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Monumento a Francisco de Quevedo, en Torre de Juan  Abad, Campo de Montiel


    Como buen cristiano, seguro que nuestro poeta visitaba, con frecuencia, la iglesia de Nuestra Señora de los Olmos que, con su retablo mayor, es una de las joyas artísticas del Campo de Montiel. Realizado a finales del siglo XVI y restaurado en el 2022, puede contemplarse en su máximo esplendor. Es de estilo manierista, realizado en madera tallada y policromada. Resaltan doce esculturas de los Apóstoles. En enero de 2005 fue declarado Bien de Interés Cultural e incluido en el Inventario General de Bienes Inmuebles del Patrimonio Histórico Español. Como dato anecdótico reseñar que el 16 de febrero de 1575, Santa Teresa de Jesús, en su trayecto hacia su fundación carmelita de Beas de Segura, celebró la Eucaristía en esta iglesia.


     Mención especial merece su órgano, construido por Gaspar de la Redonda en 1763, que ha llegado a nosotros con la totalidad de sus piezas originales y puede disfrutarse en la liturgia y en los famosos Ciclos Internacionales de Órgano Histórico que desde el año 2001, se vienen celebrando todos los veranos, con la actuación de los más prestigiosos músicos de Europa.


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Órgano


     A cuatro kilómetros del pueblo, se encuentra la Ermita Templaria de Nuestra Señora de la Vega. Una bonita edificación anclada en un paraje de singular belleza, con un área recreativa, ideal para aquellos visitantes que busquen días de asueto y de paz. Aquí en estas quietudes: “te dilatas cuanto más te estrechas”, reflexionaba Quevedo.


5 Santuario

Ermita Templaria de Nuestra Señora de la Vega  


     Además de todo lo expuesto, Torre de Juan Abad se puede visitar, simplemente, para disfrutar de la villa, de sus bares y restaurantes. A un kilómetro del casco urbano, se encuentra el Hotel Restaurante Coto de Quevedo, con una estrella Michelín. con cocina de raíces manchegas, productos cinegéticos y sorprendentes incursiones en la culinaria francesa e internacional.


Otra opción es pasear, hacer senderismo por su apacible campo, o no hacer nada y dedicarte a ti mismo, como dijo Quevedo.


"Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos..."


Juan Santos Santos, PERFIL 199

Autor:Juan Santos Santos


(Fuente: José María Lozano Cabezuelo, experiencia personal e Internet. Fotos: Barraquete)

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