"Noite Meiga 2016" en la Villa ourensana de Ribadavia

Plaza Mayor de la Villa ourensana de Ribadavia, durante la celebración de "Noite Meiga 2016"

La "Noite Meiga" de la localidad ourensana de Ribadavia alcanzó este año su edición número dieciséis y se desarrolló en esta localidad ourensana con un amplio abanico de actividades como el "Pasaje del terror", el tradicional desfile o exposición de calabazas, hechizos y el fuego como principal novedad de esta edición, que pretendía poner en valor tradiciones ancestrales.

La actividad, organizada por la asociación Ribadavia Activa-T, incluyó el pasado sábado, 29 de octubre, nuevos actos como el espectáculo de marionetas para los más pequeños, titulado "A bruxa riquiña e a súa avoíña" y que representó lo que es la "Noite Meiga".

La asociación Activa-T es la responsable desde su primera edición en la creación de contenidos los culturales y, en este caso, la Noite Meiga, un buen ejemplo de la dinamización del rural a través de la cultura.

El programa de actividades comenzó a las cinco de la tarde con un mercadillo de artesanía y continuó con un baile de hechiceros, el desfile de "Donas sen cabaleiros" (mujeres sin caballeros), Santa Compaña, Dama de Lume, Xituma Batuque, y Os Tabaleiros da Istoria.

Por la noche, "el pasaje del terror," actividad estrella, comenzó a las diez de la noche de la mano de Trécola Teatro y de voluntarios en el Castillo. Para participar había que adquirir previamente las por un importe de cuatro euros.

Como novedad, un espectáculo de fuego y malabares "Dama de Lume", ejecutado por la artista portuguesa Rita Miguel, completó la agenda de actos en la Plaza Mayor a partir de las diez y cuarto de la noche. 

Espectáculo circense de la Dama de Lume

Entre las actividades infantiles, cabe destacar el concurso-exposición de calabazas y el fin de fiesta llegó de madrugada con la actuación del grupo "Fillos do Estramonio" liderado por Pepe Capelán.

Desde la directiva de Activa-T se ha resaltado que el objetivo de la "Noite meiga" es "potenciar nuestra cultura y desarrollar actividades" recordando "la olvidada fiesta de Samaín".

Según ha asegurado, esta celebración, considerada la festividad más importante del período pagano, "no sólo servía como celebración del fin de la temporada de cosecha sino que también era considerada como el comienzo del nuevo año celta. En esa fecha los difuntos tenían autoridad para caminar entre los vivos".