La región del Algarve en Portugal atrae alrededor de cinco millones de turistas cada año. Uno de los destinos más populares entre los turistas, Albufeira, va a imponer ahora la prohibición de pasear vestidos solo con bikinis y bañadores. Al salir de la playa y dirigirse al paseo marítimo, a la ciudad o a un restaurante, los hombres deben llevar al menos una camisa y las mujeres deben llevar pantalón/falda y camisa.
De lo contrario, la planeada “prohibición de la desnudez parcial” amenaza con severas sanciones. Cualquiera que sea sorprendido sin la vestimenta adecuada puede esperar una multa de hasta 1.500 euros. Los carteles de la ciudad incluso van a advertir de una pena de prisión de hasta 120 días en caso de no querer abonar la sanción económica.
Albufeira lleva años sufriendo los excesos del turismo y es especialmente popular entre los británicos para fiestas y despedidas de soltero y soltera. El código de conducta ya ha sido adoptado por el ayuntamiento. Ahora está previsto que se discuta públicamente hasta el 14 de marzo. Según informa el periódico portugués “Correio da Manhã”, las normas pretenden frenar los “comportamientos excesivos”, especialmente en los centros urbanos concurridos y en lugares con muchas familias. Si no hay alegaciones, la normativa será vinculante a partir de finales de marzo.
Incluso andar por las calles de Albufeira en elevado estado en embriaguez, no se debe tomar muy a la ligera. Esto puede resultar con hasta cinco años de prisión si hay resistencia o desobediencia a la autoridad por medio.
Albufeira, ambiente de una calle de la ciudad
Ya en abril del año pasado, el alcalde de Albufeira, José Carlos Martins Rolo, anunció que la ciudad quiere abandonar esa imagen de turismo de masas y volverse más sostenible. El objetivo es medio plazo reducir la dependencia del mercado británico y ser más atractivo para los turistas incluso fuera de la temporada alta.
Este lugar en Portugal no sería el primer destino turístico en tomar una medida tan dura. En Barcelona y Palma de Mallorca, los bikinis y bañadores están prohibidos desde hace tiempo en tiendas y restaurantes. Allí te enfrentarás a una multa de 300 euros. En Croacia, los turistas en Split o Dubrovnik tienen que pagar hasta 150 euros si pasean por la calle en traje de baño. La ciudad italiana de Sorrento cobra 500 euros por ello.
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