A pocos metros de la Gran Vía madrileña, en la calle Flor Baja, se encuentra el Grupotel Mayorazgo, un edificio que nos llama la atención, al primer segundo, por su decoración de un imponente y floreado mantón de Manila (¿hay algo más madrileño?) como trampantojo en su fachada. Esto ya es un avance de lo que nos vamos a encontrar en este acogedor, simpático y tranquilo hotel que hace de su estandarte el más puro madrileñismo de toda la capital.
Hotel Mayorazgo
Un casticismo madrileño que impregna el establecimiento desde sus más de 200 habitaciones temáticas como La de la Biblioteca Nacional, La del Retiro o la de la Violeta, por solo citar algunas, hasta los diferentes espacios gastronómicos (La Pradera para desayunar, GastroVía 61 para almuerzos y cenas- a cualquier hora- o también, un encantador reservado), donde se ofrecen variadas especialidades de Madrid con divertidos guiños a términos castizos para definir los platos.
El Grupotel Mayorazgo, cuya filosofía, además de rendir este sentido homenaje a todo lo madrileño- a su historia, sus costumbres, sus profesiones, sus personajes, sus calles, sus comidas-, estriba en volcarse en atenciones con el cliente, que es, sin duda alguna, su máxima prioridad. Una flexibilidad en los horarios del restaurante, habitaciones temáticas dedicadas a los niños, platos adaptados a veganos, etc , se complementan con esa sugerente inmersión castiza a lo más auténtico del alma de Madrid. El Grupotel Mayorazgo no puede ser más simbólico de la identidad madrileña que estriba, precisamente, en la hospitalidad, la amabilidad y la gracia más “postinera” (o dicho de otro modo, como significa este término madrileñista: valiosa).
Cada habitación en el Mayorazgo es un mundo propio con su personalidad, siempre, como decimos, homenajeando a Madrid. De las 200 habitaciones ( por cierto, nadie lo diría porque la impresión del hotel es recoleto y acogedor), ninguna es igual a otra. El cliente, que ve esto como un aliciente más en su estancia, descubrirá pedazos de la historia y de las costumbres madrileñas desde las más antiguas hasta las más modernas. La de la violeta, recrea el mundo de este producto tan madrileño, puesto de moda por el rey Alfonso XII. La de Madrid Río, nos asoma a este barrio moderno y renovado de Madrid. La de Navacerrada, nos hace viajar hasta la estación de esquí de los alrededores de Madrid. Y así…hasta 200 con lugares icónicos de Madrid, momentos únicos como La Movida de los 80, parques tan castizos como El Retiro y una larga lista que ya desde las propias puertas de cada habitación, nos lo anuncia.
Si cada habitación cuenta una historia única y cautivadora que la diferencia, todas tienen en común la modernidad, la amplitud, la luminosidad, las camas con descanso “efecto nube”, baños completísimos (muchos con bañera) y papeles pintados de alta gama. Muchos flamantes cuartos tienen terraza y jacuzzi y, todos, están perfectamente aislados del bullicio de la Gran Vía. El descanso, el relax y la inmersión “madrileña” están asegurados.
Jacuzzi en la habitácion de Las Violetas
Pero, el Grupotel Mayorazgo se erige, además, como la una original opción de alojamiento para familias. Con su lema “Aquí los Niños mandan”, existen estancias igualmente evocadoras del universo madrileño, pero específicamente diseñadas y decoradas para sorprender a los más pequeños: habitaciones como “La del Ratoncito Pérez”, “La de Cortylandia”, “La del Bosque Encantado” o “La de la Warner” son auténticos paraísos para los niños que encontrarán juguetes y pasatiempos varios para disfrutar con alegría de su estancia.
El equipo de este hotel (propiedad, recientemente, de una familia mallorquina que sucede a otra saga familiar que llevó el hotel desde los años 60) destaca por su hospitalidad, cercanía y simpatía, ofreciendo esas experiencias personalizadas que a todo cliente del Mayorazgo le hará disfrutar de su estancia y querer volver.
En este viaje al pasado de la cultura popular de Madrid, así como al descubrimiento de nuevos enfoques madrileños de la actualidad, el hilo argumental nos lleva por los productos gastronómicos típicos de la ciudad como el licor de madroño, las violetas o las chatitas, dulces típicos del Madrid del siglo XIX, creados, en su día, para La infanta Isabel de Borbón (hija de Isabel II), llamada “La Chata” y famosa por sus gustos populares madrileños.
Comer en el Mayorazgo es todo un disfrute y una experiencia placentera. Con una amplia variedad de productos locales, un recetario que compagina platos internacionales y madrileños y una bodega con una extensa y selecta gama, donde predominan los vinos D.O. Madrid, el espacio gastronómico es muy interesante (además de divertido: el personal luce uniformes tradicionales de chulapos y chulapas).
En "La Pradera", con la incorporación de la zona "Sabor Madrid"- de propuestas gastronómicas locales como churros con chocolate-, desayunaremos. Y, en GastroVia 61, podremos probar la excelente cocina de autor del chef Miguel Ruiz donde, como no podía ser de otra manera, existe una carta para Pequeños Gourmets con menús infantiles saludables y ricos. Muy buen producto de temporada (la carta se cambia dos veces al año) y de kilómetro 0, fusión entre la tradición y la vanguardia, esmeradas presentaciones y mucho guiño en la carta a lo madrileño con expresiones típicas en un léxico que nos hará sonreír caracterizan la oferta gastronómica del Grupotel Mayorazgo.
GastroVia 61
Actualmente, GastroVía 61 ofrece la carta de otoño-invierno que reúne la esencia madrileña con platos tradicionales y toques de autor. Entre los entrantes, destacan las tortillitas de camarón, las Habitas guisadas con parpusa – habitas guisadas con manitas de cordero y sobrasada – su ya famosa versión de autor de los Huevos rotos a nuestra bola, una versión gourmet con patatas, boletus, foie y trufa o esas nuevas Croquetas postineras de puerros con gambas y mahonesa de ajos de Chinchón asados. Hay media raciones que flexibilizan la carta.
El arroz ocupa un lugar importante en la carta, pudiéndose pedir individualmente. Son todos muy ricos como el Arroz en llauna al “piropo retrechero” Vegano elaborado con setas de temporada.
Arroces secos en llauna al piropo retrechero
Tanto en los platos de arroz como en el steak tartare (delicioso y preparado delante del comensal), existen versiones saludables especiales para veganos, vegetarianos…Las carnes como el rabo de toro en “corrala” tienen gran calidad, así como la oferta de pescados que varía en función de disponibilidad en el mercado.
Steak Tartare vegano
Los postres- todos artesanos-, adaptados para cada perfil de comensal, en una especie de gracioso “test” psicológico en la carta, brillan por sí mismo. Desde la Tarta Alaska al chotis del chef con toffee de plátano y vainilla hasta el Semifrío de higos en plan cortadito pasando por el riquísimo tiramisú.
Milhoja al chotis del chef
GastroVía 61 ofrece, en su nueva carta, una gastronomía de calidad con una buena relación precio-calidad, que bien merece nos quedemos en el hotel si estamos alojados en él (o vayamos expresamente si vivimos en Madrid) para impregnarnos de madrileñismo ( no hay que perderse las grandes fotografías en blanco y negro del paisaje madrileño urbano a lo largo de los años) y comer “fetén”, o sea excelente.
Autora: Carmen Pineda
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