El Patio de Abascal ofrece, en pleno barrio de Chamberí, la posibilidad de tomar desde guisos caseros como callos, carrilleras, lentejas o cocido, acompañados de tapas clásicas. Un local divertido, informal, castizo y moderno, de horario ininterrumpido en cocina, desde las 13h30 hasta las 23h30 y con un menú del día que cambia constantemente.
Callos a la madrileña- El Patio de Abascal
Los productos son frescos y de temporada, siendo el artífice de la cocina, el chef madrileño Javier Murgizu, antiguo mano derecha de Muñoz Calero en el restaurante Ovillo, entre otros muchos locales de renombre como Araceli de La Moraleja, Ramsés, Picalagartos o La Azotea. Murgizu es un ardiente defensor del producto de temporada y de la esencia de los platos clásicos de la cocina madrileña. Por eso, el Patio de Abascal tiene ese aire de taberna, pero modernizada, con música actual, plantas y luz.
Raciones, El patio de Abascal
La propuesta se basa en raciones y tapas- todo muy para compartir-, presentes en una carta sencilla, donde no faltan pescados y carnes (incluyendo caza). Los callos, el rabo de toro, las croquetas de diferentes rellenos según mercado, los escabeches y encurtidos caseros, el salpicón de gamba roja y las chuletitas de conejo al ajillo –un icono casi olvidado del Madrid tabernario– son algunas de sus especialidades. Recetas de las que hacían nuestras abuelas, ese aperitivo castizo del domingo o ese guiso que nos recuerda a nuestra infancia son ejes de la propuesta de El Patio de Abascal.
Chuletitas de cordero- El patio de Abascal
Todo es artesano y fresco (de hecho, los pescados, por ejemplo, se van cambiando en función de su calidad), aparentemente sencillo, resultando sabroso y ameno. Por ejemplo, en los escabeches y encurtidos, además del vinagre, se utilizan diferentes vinos, licores, vermús y hierbas aromáticas haciéndolos muy especiales y diferentes. Muy buenas las piparras fritas, los guisantes lágrima naturales con huevo poché o una sencilla ensalada de tomate (cuyo origen varía según temporada), como capítulo de verduras.
Aunque El Patio de Abascal rinde homenaje a la tradicional cocina madrileña, también, encontramos guiños a Galicia y al País Vasco, lugar de origen de Dachi, uno de los socios, que en sala nos acoge con simpatía y vocación. Ejemplo de ello es el bacalao a la Donostiarra o mariscos de primera como las zamburiñas y mejillones gallegos. En los fuera de carta siempre hay un reconfortante y sabroso plato de cuchara: cocido madrileño todos los jueves, lentejas estofadas, patatas guisadas con marmitako o arroces caldosos y secos los viernes.
El patio de Abascal, Salón
A destacar que los precios están muy contenidos y la relación con la calidad de la comida es más que correcta.
La bodega está bien surtida con un centenar de vinos. Se pueden pedir una quincena de vinos por copas –que incluye referencias muy escogidas, vinos de Madrid y jereces– y buena variedad de vermús de diversas procedencias. No hay que perderse los vermús de este local.
Dirección: c/ José Abascal, 61- Madrid
Precio medio: 35-40 euros – Menú del día: 18 euros (primero, segundo, postre)
Teléfono: 608 81 54 75
Horario:de lunes a sábado de 13:30 a 00:30 horas. Cocina ininterrumpida hasta las 23:30 horas
Autora: Carmen Pineda
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