Es Oviedo ciudad de abolengo y muy gustosa en los aspectos derivados del buen yantar. Y en este solar capitalino surgió una comida popular en 1836 con motivo de las luchas fratricidas entre Carlistas e Isabelinos. La victoria de los liberales frente al acoso carlista a la ciudad dio lugar a un banquete de honor, un rancho militar compuesto por garbanzos con patatas, verdura, tocino y carne y regado con vino y sidra.
La visionaria cocinera Marica Uría preparó en sus fogones el “Desarme”
Más adelante en 1876 y con motivo del fin de la guerra civil con el desarme de la población y la disolución de las milicias, se celebró una gran fiesta en toda la urbe con banquetes y bailes populares donde el rancho oficial y al coincidir con la Cuaresma se cocinaban garbanzos con abadejo o bacalao, verdura y patatas, pero es en 1897 y el 19 de octubre por tratarse de un homenaje a las víctimas de la guerra, cuando se instituye ese menú popular entre la soldadesca a familiares y fuerzas políticas. Eran momentos donde el comer cotidiano se desarrollaba en las tabernas y los chigres alejado de los cuarteles, y en uno de esos locales la visionaria cocinera Marica Uría preparó en sus fogones el “Desarme” para gusto y sabor de los comensales exigentes. Con el tiempo este menú de Cuaresma fue evolucionando y con el plato principal se añadieron los callos a la moda de Oviedo y el arroz con leche. Un preparado culinario nutritivo y muy otoñal que ha dejado huella en el sentir popular de los ovetenses.
Garbanzos con bacalao y espinacas
Y durante los días de octubre la hostelería local se vuelca con este plato con la mano decisiva de la cofradía del Desarme que se encarga de llevar a efecto múltiples actos festivos y culturales. Uno de ellos es
y la historiografía rigurosa de aquellos tiempos pretéritos. Y esta época de castañas y amagüestos, la fiesta del Desarme conforma amistad, gastronomía y paz entre todos, en un alarde festivo muy participativo donde el ambiente popular es la esencia de este festejo gastronómico más antiguo de España.
Recreación de las Guerras Carlistas, del Desarme de Oviedo
La tradición manda y de un rancho militar se pasó a un excelso potaje de vigilia más la callada y la ambrosía del arroz con leche, respondiendo a un condumio único y sabroso. Y es que en Carbayonia saben lo que se cuece y lo que se paladea…
Callos al estilo de Oviedo
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