Finca la Torre y su entorno
Con 380 hectáreas, entre pastos, pinares y olivares, compuestos por un 50 % de olivos centenarios de la variedad Hojiblanca (la estrella de la gama de AOVES) y el 50 % restante por olivos nuevos de las variedades Arbequina, Picudo y Cornicabra, de intensísimos aroma y sabor, Finca La Torre produce un aceite de oliva virgen extra excepcional desde hace ya once años con unas premisas muy claras. De hecho, gracias a su buen hacer, esta almazara ha sido cinco veces galardonada con el Premio Alimentos de España al Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra.
¿Su secreto? Una materia prima de excepción y una filosofía 100% autónoma, ecológica, ecosostenible y biodinámica que respeta el medio ambiente, minimiza el daño al fruto y permite extraer todo su potencial. Sus monovarietales —hojiblanca, arbequina, picudo y cornicabra— están considerados ‘aceites de autor’.
Detrás de esta Finca, es indudable que se encuentra el factor humano representado por el joven ingeniero agrónomo Víctor Pérez- de familia de tradición agrícola-, responsable de sacar el máximo partido a las 230 hectáreas de olivares de la finca (con 50.000 olivos), así como Borja Adrián, que se ocupa del marketing con pasión y vocación.
Borja Adrián
Uno de los aspectos que más distinguen a Finca La Torre es cómo trabajan el grado de madurez de la aceituna, utilizando solo el fruto recogido antes de la maduración —cuando aún está en verde—, de forma que se antepone la frescura y la calidad a la cantidad, lo que repercute en la singularidad de sus AOVEs.
Aceitunas de Finca La Torre
La aceituna no se almacena, sino que se dirige, con esa recolección temprana, directa y cuidadosamente a la almazara para la molturación y la extracción en frío inmediata de un puro zumo de aceituna, que una vez filtrado estará listo para embotellarse como AOVE tan solo una hora después. De esta manera, cada variedad consigue su máximo potencial (aroma, sabor, textura) y mantiene, al máximo, sus propiedades saludables como los antioxidantes tipo la vitamina E, los polifenoles, etc., que acompañarán, cómo no, a una buena gastronomía.
No olvidemos que un AOVE, al contrario que el vino que puede envejecer bien, presenta su momento óptimo de consumo justo después de ser elaborado y embotellado, más en la línea de un zumo de sublimes tonos verdes.
Visitar Finca La Torre es una maravilla ya que Historia, Naturaleza, Gastronomía y Modernidad se aúnan para dar nacimiento, a través de los olivos, a ese producto tan extraordinario que es el AOVE y del que España produce el 40% a nivel mundial.
Finca la Torre_Arbequina
En esta finca antequerana, del que su Aceite de Oliva Virgen Extra, está considerado uno de los mejores de España (para algunos, el mejor), las raíces históricas se remontan a los romanos cuando se replantaron olivos. Posteriormente, la torre vigía de la finca que, de hecho, le da el nombre, data del siglo XIII. La antigüedad centenaria de los olivos a la par que son cultivados según prácticas de agricultura ecológica y biodinámica contribuyen a obtener un aceite de la mejor calidad posible.
Olivos centenarios en Finca la Torre
Conceptos modernos como la sostenibilidad y la biodiversidad se reflejan en: placas solares; en proyectos como el de ‘Olivares Vivos’, en torno a la olivicultura que busca revertir la degradación de los espacios dedicados a la producción de aceite; en el manejo de cubiertas herbáceas y en la plantación de diversas especies arbóreas, arbustivas y herbáceas, abogando por la preservación de la fauna, tales como cajas nido o la implantación de charcas y bebederos. Gracias a los animales que proliferan entre los olivos de Finca La Torre, es posible avistar aves autóctonas, tales como arrendajos, búhos y lechuzas.
La biodinámica, por ejemplo, se aplica, actualmente, en Finca La Torre, inspirada en una comunidad de alemanes que, el pasado siglo, retomó la agricultura biodinámica, con una pequeña producción para consumo propio. Las premisas del equipo de Finca La Torre giran en torno al respeto del medio ambiente, minimizando el daño al fruto y sacando el mayor partido de una materia prima de excepción, en armonía con los ciclos lunares, los ritmos naturales del cultivo y poniendo por delante el autoabastecimiento total y absoluto de todos los recursos que generan finca y almazara.
El resultado de toda esta filosofía olivarera son unos AOVEs monovarietales excepcionales, como hemos dicho, y multipremiados, que cuentan en sí todo el recorrido de buen hacer y cariño que se pone en su producción.
El Finca La Torre Arbequina es un aceite de oliva virgen extra frutado medio cuyo aroma evoca la hierba recién cortada, con notas a plátano y manzana. Su entrada en boca es dulce y ligeramente picante con un sabor complejo, equilibrado y muy fluido.
Finca la Torre, one Arbequina
Por su parte, el Hojiblanca, la estrella de la casa y que procede de olivos de entre 100 y 130 años, es un aceite de oliva virgen extra que ofrece una gran complejidad y armonía tanto en nariz como en boca. Su aroma es frutado intenso, con recuerdos a hierba recién cortada, hoja de olivo y tomatera, mientras que en boca se percibe un ligero amargor a la entrada y un picor progresivo, persistente y equilibrado con toques de almendra verde, manzana y cáscara de plátano. Ambos se comercializan en una elegante y original botella de cristal, que recuerdan a perfumes de lujo.
Finca la Torre, hojiblanca
El monovarietal de Picudo es un excepcional frutado intenso a hierba recién cortada, tomatera y plátano verde. En boca es dulce, clorofílico, amargo, poco astringente y de picante persistente, con notas de almendra verde, manzana y cáscara de plátano en el retrogusto. En cuanto al Cornicabra, es dulce en su entrada en boca tornándose enseguida muy amargo y picante. Se comercializan, por su limitada producción, en un pack de cuatro botellas de 250 ml que incluye también los monovarietales de Arbequina y Hojiblanca.
En cuanto a la Colección ONE, están los monovarietales One Organic Hojiblanca y One Organic Arbequina. Estos dos aceites se elaboran con una minuciosa selección de las mejores olivas recogidas durante el primer día de cosecha –antes del envero, cuando la oliva aún está verde–, con el fin de obtener zumos mucho más frutados, verdes y frescos.
One bio Hojiblanca
One Organic Hojiblanca ofrece un aroma frutado intenso con recuerdos a hierba recién cortada y hoja de olivo y, en boca, un ligero amargor a la entrada y un picor progresivo, persistente y equilibrado con toques de almendra verde, manzana y cáscara de plátano. Por su parte, One Organic Arbequina es un AOVE frutado de intensidad media con notas a hierba recién cortada, manzana y plátano. En boca es dulce y ligeramente picante, muy fluido y de persistencia media.
La campaña 2024-2025 promete la máxima calidad de la cosecha, siendo un 30 % mayor que el pasado año.
En tiendas gourmet especializadas y en la página web www.fincalatorre.com
Finca Eslava es un buen restaurante, ubicado en las afueras de la ciudad, para degustar productos locales en un marco muy andaluz. https://www.hotelfincaeslava.com/
Hotel-Hostería Arte de Cozina en el centro de Antequera ( www.artedecozina.com), en la calle Calzada 27, ofrece un agradable alojamiento en un edificio antiguo del s. XVII, donde se trabajaban pieles, perfectamente rehabilitado, con sencillez y confort ( https://artedecozina.com/hosteria/). Su restaurante es muy recomendable y tiene un Sol Repsol. Se deben pedir las diferentes porras (gazpachos) como la tradicional (tipo salmorejo), la blanca (de ajo y pan, al estilo de la mazamorra cordobesa) o la de naranja y, como no, la pelona de lomo o lomo de orza. Manjares andaluces, regados con AOVEs, que son imprescindibles para nuestro descubrimiento antequerano.
Autora: Carmen Pineda
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