El Hotel Sofraga Palacio es un alojamiento de cuatro estrellas superior, ubicado en un palacio medieval del siglo XVI, donde vivieron las primeras carmelitas de Ávila -antes de trasladarse al precioso Monasterio de la Encarnación (que bien vale una visita en nuestra escapada abulense), donde vivió, durante nada menos que 30 años, Santa Teresa de Jesús. Remanso de tranquilidad y lujo sosegado, este hotel es historia en estado puro de la ciudad castellana.
Fachada Hotel Sofraga Palacio
En este palacio, literalmente adosado a la Muralla de Ávila (Patrimonio de la Humanidad), hoy remodelado en un estilo moderno, espacioso y confortable, se mantiene el espíritu del pasado con partes de las piedras de la muralla que se encuentran en el interior del edificio, así como un ambiente elegante y tranquilo ( muchos tonos grises, crema, blancos y maderas en puertas y vigas) que recuerdan el silencio, la espiritualidad de aquellas monjitas carmelitas que lo poblaron así como el abolengo de nobles familias que habitaron, también, estos muros como los Sofraga o los Águila. Historia de Castilla, Historia de España, que se combina con lo mejor de la hostelería actual y las comodidades más avanzadas. El hotel está enclavado en la esquina noreste de la muralla y su estructura actual responde a la rehabilitación acometida en el edificio y los jardines a finales del siglo XIX. Posteriormente, en 2015 y 2020, fue restaurado para su actual uso de restauración y hostelería por la firma Requena y Plaza, que renovó las habitaciones –en las dos plantas superiores– y las zonas comunes, con un total de 1.900 metros cuadrados.
La muralla en las habitaciones del hotel Sofraga Palacio
En esta fusión perfecta entre el pasado y el presente, radica el encanto de este hotel, con el inmenso privilegio de tener esas increíbles vistas a la muralla que lindan con el edificio. Es curioso como, a tan solo una hora de Madrid, podemos cambiar de aires, de ambiente, descansar plácidamente en este entorno abulense tan sosegado, en un hotel-boutique agradable, bonito, con un equipo acogedor y sobre todo a unos precios muy accesibles para el nivel de lujo que ostenta.
Monasterio de la Encarnación de Avila
Además, es la ocasión para visitar joyas patrimoniales como el ya citado Monasterio de la Encarnación, realizar una divertida vuelta en Tuc Tuc durante la cual podremos admirar las callejuelas y plazas del casco antiguo de Ávila, el barrio de las juderías, la muralla medieval del s.XI que nos recuerda que esta ciudad es de las mejores fortificadas y conservadas del mundo o, en otro aspecto, tendremos la ocasión de degustar las famosas yemas de Ávila y otros dulces locales de marcas de calidad y tradición como las de Santa Teresa, toda una institución pastelera en la ciudad castellana.
A pesar de ser muy espacioso, el hotel Sofraga Palacio ha querido mantener esa arquitectura interior de amplios lugares- lo que ya de por sí, es un lujo- para que el cliente se sienta a gusto y por ello, solo cuenta con 27 habitaciones. Todas exclusivas con vistas a la muralla, a la catedral, a la basílica de San Vicente y al propio entorno. Este último, ideal para pasear o restaurarse en su terraza, con jardines y cedros centenarios que dibujan un precioso y frondoso lugar.
Vistas a la muralla
Las habitaciones son todas exclusivas y aunque mantienen una línea decorativa similar (son muy amplias, tienen piedras de la propia muralla y ladrillos en la pared, maderas en los techos…), cada una posee su propia personalidad. Las camas, enormes, llaman la atención por su amplitud y comodidad. Las categorías de estas 27 habitaciones y suites exclusivas se dividen en doble superior, king premium, junior suite, suite y suite presidencial.
Habitación con detalle de puerta corredera de madera
Si este confort, elegancia e influjo histórico del que está impregnado el Hotel Sofraga Palacio son, de por sí, un gran aliciente- añadido a la milenaria ciudad de Ávila-, no lo es menos su parte de propuesta gastronómica.
Ya, desde la mañana, si nos alojamos en el hotel, podremos disfrutar de un espléndido desayuno, en modo buffet, muy completo y con productos frescos, además de que podremos pedir a la carta, platos como huevos fritos, tortillas o tortitas que vienen preparados en el momento.
En cuanto a las comidas principales, el restaurante del hotel hace una oda a la tradicional cocina castellana, sencilla, bien preparada y con productos de proximidad de gran calidad, a precios muy correctos. El luminoso y acristalado patio con mucha madera y vistas al jardín es un lugar acogedor, donde podemos sentarnos en bonitas mesas y degustar estos manjares castellanos como patatas revolconas con torreznos, mollejas de cordero, judías de riñón con matanza, varios arroces deliciosos como el de chuleta avileña o el famoso chuletón de Ávila, oferta que se completa con opciones más actuales. Los amantes de las carnes están de enhorabuena porque la oferta en este sentido es extensa: desde la paletilla de cordero lechal de Castilla y León hasta el cochinillo lechal con patatas confitadas y a la brasa pasando por el ya citado chuletón, entrecot o solomillo de ternera avileña, chuletón de vaca madurado 60 días o las chuletillas de cordero lechal.
Arroz con chuleta avileña
Todos los platos se pueden maridar con estupendos vinos de cercanía como, por ejemplo, los de la D.O.P Cebreros. Las tierras milenarias de Ávila dan variedades de uva garnacha tinta y albillo real. La carta, cuenta, además, con una selección de vinos únicos de producciones muy limitadas y de ecológicos.
El restaurante se completa con una zona de reservados y otra de gastrobar, más informal para tapear. También, hay zonas específicas para organizar eventos culturales, banquetes, reuniones gastronómicas. Todo ello, en una gran sala bajo una cúpula acristalada a través de la cual podemos ver, como no, la muralla de Ávila.
Por todo ello, una escapada a Ávila para descansar, realizar visitas culturales y degustar su gastronomía es un plan ideal, en cualquier momento del año, si lo hacemos en las condiciones adecuadas como serían elegir un alojamiento de excepción como el Hotel Sofraga Palacio, donde, con toda seguridad, nuestras expectativas se verán colmadas.
Dirección: López Núñez, 1. Ávila
Reservas: Tel.: 920 25 40 80 / www.sofragapalacio.com
Horario restaurante: de 13.30 a 16.00 h y de 20.30 a 23.00 h.
Autora: Carmen Pineda
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