Así, parafraseando a Ralph Waldo Emerson, lo sintieron una noche, de madrugada ya, David Esmerodes Fraguas y Amancio Díaz Jiménez en unas fiestas de Santiago, tras un concierto de la Sonora Petinesa, vívidos momentos en los que la luz de la imaginación y el entendimiento renace con luz desusada, y el “¡Ah de la vida!, nadie me responde” se asienta tras varias vueltas al sol, fuego que prendió de aquel rescoldo nocturno creativo para alumbrar la Mostra de ARtistas da COmarca, de donde sale el acrónimo MARCO.
Este se celebra desde hace cuatro años en los veranos de la villa de Petín, en las calles del casco viejo, cerca de la parroquial, que se convierten en una sala de exposición abierta y al aire libre en los atardeceres y primeras horas de la noche con los artistas ante sus paredes, pintura en ellas, y escultura delante de las casas. Con ello, un espectáculo en este hábitat en realidad a través del quehacer plástico de los diversos creadores de la comarca para vecinos y visitantes.
Obras, de OrdeCaos, en la noche petinesa
El año de 2020 fue el del inicio, con el apoyo del consistorio presidido por Raquel María Bautista Carballo, un más que difícil año para todos, aún con mascarillas en el exterior, cubriéndonos parte de los rostros, incertidumbre colectiva por la pandemia de la COVID-19. Acudieron a la puesta de largo de la auroral convocatoria la artista Carina Rodríguez, con Conde y Torino, y además “Lito” (Alva). Ellos fueron los primeros del elenco comarcal, convocatoria anual al que se han ido sumando Emma Traba, Alba Aizpuru, “Chus” González, Enrique Fernández “Enris”, Pedro Álvarez “Orde Caos”, José Luís Prieto “Lilí”, Roberto Álvarez, Pedro Dobao, Clara Quiroga y asimismo Iván Prieto, Reme Remedios, Xelo de Tremiñá y “Cochorro”. A ellos los organizadores añadieron in memoriam a Jesús Díaz Ferrer (+), reputado artista de trayectoria francesa al que se reivindica. Las convocatorias suelen comenzar con una conferencia inaugural, para el que se elige algún autor incardinado en estas tierras, caso de Tarsicio González, de Daimiel/Ciudad Real, cofundador de Os Escarbadores e Instituto de Estudios Valdeorreses.
Carina Rodríguez, en su estudio, musa del primer MARCO-Petín
Este año la convocatoria se iba a iniciar con una charla de Reme Remedios, mas se tuvo que posponer por un funeral, lo que hizo retrasar la propia inauguración. Ello es uno de los encantos de este espacio vivo petinense. En esta colectiva es de destacar la presencia dos artistas ya fallecidos. Es el primero de ellos José Porto García (+2019), “Yosso de Valbuxán”, pintor puntillista y escritor de O Bolo, con recorrido internacional y celebrado por escritores gallegos y nacionales. Con el “Lilí” de las Emitas, pintor realista y, a veces, simbólico, quien murió a comienzos de año. Con ellos Pedro Álvarez “Orde Caos”, y sus expresionistas temas, Rogelio Diéguez, con algún bodegón, o Noé Blanco. Este, bombero forestal de profesión, pinta y hace collages.
Marita González, de Vinos y Caminos y David Esmerodes, co-organizador de Marco-Petin, ante las obras de Yosso
Para esta edición vino “Piquico”, pintor y escultor, quien aún tiene en cartel su “mobiliario vestido” centrado en el Entroido do Bolo, itinerancia por Galicia iniciada en Ourense a fines del pasado año. Esta es también aquí la línea de las obras que presenta. Con ellas, pinturas sobre tabla, para las que “Manoli” Fernández, poeta, escribió especialmente una estrofa por pieza, configurando así un poema, que finaliza “Bota que bota, xira que xira, / burlando a morte, celebra a vida, / baila boteiro, que a vida é túa”.
Original de Boteiro arbore, de Piquico”, y reprodución con versos de Manoli Vicente
El arte, como los libros, ganan las calles en verano y se acercan al encuentro de la vida aunando el disfrute personal y comunitario, una cultura en fiesta.
Autor: Xavier Limia de Gardón
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