Retos y riesgos del Campus Agua de Ourense

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J.A. Vazquez Barquero

   En el Consello da Xunta del pasado 5 de agosto, el gobierno autonómico de Galicia aprobó la firma de un convenio de colaboración entre la Consellería de Educación, Ciencia, Universidades e FP y la Universidad de Vigo para llevar a cabo acciones que posibiliten el desarrollo del Campus Agua de Ourense. Un acuerdo que traerá consigo una inversión plurianual de más de 3,2 millones de euros en ámbitos concretos de actuación, tales como gobernanza, docencia, investigación y transferencia e innovación, con la finalidad de dotar al campus ourensano de una identidad propia, estrechamente ligada a las potencialidades económicas de su entorno, así como de una mayor visibilidad que garantice su futuro. 


     Sobre el papel, nada que objetar al respecto, a fin de cuentas estamos ante una decisión del ejecutivo autonómico demandada tiempo ha tanto por la propia Universidad de Vigo como por instituciones públicas y colectivos económicos y sociales de nuestra ciudad y provincia. Un acuerdo que se fundamenta (así reza la resolución del Consello da Xunta) en el argumento de que potenciar la especialización del Campus Agua en los ámbitos de la Alimentación Funcional, la Agricultura y el Medioambiente, y la Gestión del Agua Termal convertirá a la entidad académica ourensana en un agente impulsor del desarrollo inteligente, sostenible e integrador de su entorno territorial más próximo y de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal.

El reconocimiento como Campus Agua tiene carácter temporal y podrá ser revocado de no cumplirse ciertos requisitos

    No obstante, como ya comentamos en otra ocasión, que el Campus de Ourense disponga de una determinada acreditación y se reconfigure en torno a líneas de especialización concretas no deja de entrañar retos e incluso riesgos, por lo menos, a tenor de los requerimientos establecidos en su día por la Consellería de Educación. A este respecto es oportuno recordar que el reconocimiento como Campus Agua tiene carácter temporal y podrá ser revocado de no cumplirse ciertos requisitos, transcurrido un periodo de tres años. Considerandos que tendrán que ver con los motivos que justificaron la elección de los ámbitos de especialización referenciados y con los criterios de evaluación que se apliquen llegado el momento. Y, sin ánimo de ser agorero, todo indica que habrá controversia académica, institucional y ciudadana.

Los avances en docencia e investigación puntuarán un 40%, respectivamente, mientras que las mejoras en transferencia e innovación ponderarán un 15% y la gobernanza un 5%


    Un somero seguimiento del proceso de acreditación de los Campus de Especialización del Sistema Universitario de Galicia nos pone sobre la pista del denominado Plan Estratégico 2024-2027 del Campus Agua de Ourense, suscrito por la Universidad de Vigo y la Consellería de Educación. Un documento que, en lo relativo a las líneas de especialización mencionadas, destaca que tanto la Alimentación Funcional como la Agricultura y el Medioambiente vienen avaladas por el alto reconocimiento internacional de la investigación realizada en el Campus de Ourense, mientras que el eje estratégico relativo a la Gestión del Agua Termal se justifica en base al potencial socio-económico de desarrollo de nuestra provincia en este ámbito. Una fundamentación dispar que puede jugar en contra de la supervivencia a futuro de esta última especialización del Campus Agua en la medida en que la propia Consellería entiende que no todas las actuaciones a llevar a cabo tendrán la misma relevancia en el momento de ser evaluadas a finales del 2026. Sin ir más lejos, los avances en docencia e investigación puntuarán un 40%, respectivamente, mientras que las mejoras en transferencia e innovación ponderarán un 15% y la gobernanza un 5%. La aritmética mencionada es indicativa de que nuestra especialización en Alimentación Funcional y Agricultura y Medioambiente parte de una posición sólida ante una próxima ratificación de la acreditación del Campus de Ourense, en tanto que el eje de Gestión del Agua Termal aparenta mayor precariedad. Esperemos que el razonamiento esgrimido sea erróneo y el Campus Agua mantenga sus señas de identidad.

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