La comarca de Arlanza, en el valle homónimo que se extiende entre la Ribera del Duero y la capital burgalesa, es una confluencia de Historia, cultura, arte, gastronomía y vinos. En el valle del Arlanza, encontraremos un destino turístico de primer nivel con monumentales edificaciones, iglesias, monasterios, yacimientos romanos, puentes, rollos de justicia, casonas…El gótico burgalés, por ejemplo, ha dejado su huella en estos bellos parajes permitiéndonos conocer algunos pueblos de esta comarca que albergan iglesias, que por sus dimensiones serian dignas de ser templos catedralicios, en lo que se denomina La Ruta de las Catedrales.
Como capital de la provincia, se encuentra Burgos, conocida internacionalmente por los yacimientos prehistóricos de Atapuerca, la Catedral de Burgos y el Camino de Santiago (los tres Patrimonio de la Humanidad por la Unesco). Y, al lado de esto, unas tierras con parajes naturales excepcionales, donde las zonas vitivinícolas son primordiales.
Aunque en la comarca de Arlanza la viña ha tenido una gran importancia económica a lo largo de la historia- ya en el siglo X, los monjes cultivaban los viñedos- durante mucho tiempo se vivió de la agricultura cerealista. Hoy, se ha vuelto a retomar la actividad vitivinícola, tomando ésta un gran auge con bodegas de renombre como las de Buezo. Arlanza es una de las nueve denominaciones de origen de la Comunidad de Castilla y León, junto a Arribes del Duero, Bierzo, Cigales, León, Ribera del Duero, Rueda, Tierra del Vino de Zamora y Toro.
Los viñedos de Arlanza se extienden a lo largo de 450 hectáreas y están situados entre el Medio y Alto Arlanza, la sierra de Covarrubias y El Cerrato palentino, en pequeñas y escondidas parcelas ubicadas en términos como el de Mahamud, donde se encuentran las Bodegas Buezo. La comarca y su terroir, gracias al clima y a la altitud, ofrecen grandes y singulares vinos con carácter, finos y elegantes, amparados en una denominación de origen joven, fundada en 2007. A ello hay que unir la existencia ancestral de variedades de uva autóctonas, como la blanca albillo mayor y el tempranillo, la tinta del país, que en estos viñedos de altura se muestran expresivas y estructuradas, con una extraordinaria acidez. La personalidad de los vinos de la D.O. de Arlanza se define entorno a ésta última y a su cuerpo, pero con la particularidad de tener diferentes matices según sus bodegas.
Si la comarca de Arlanza empieza a destacar por sus vinos desde hace un tiempo, un ejemplo notable de ello es la labor de las Bodegas Buezo. Una frase resume su excelencia: “una bodega que creo podría tener el potencial de ser una nueva Vega Sicilia. No me he vuelto loco, lo prometo". Palabras de Ferran Centelles- para muchos, el mejor sumiller de España y un referente a nivel internacional-. En nuestra ruta por Arlanza, vale la pena visitar las Bodegas Buezo, escogiendo algunos de sus múltiples planes de enoturismo (se pueden consultar en su web: PULSANDO AQUÍ) para comprobar la calidad de sus vinos, comer en el precioso restaurante de la bodega, descubrir la belleza de sus instalaciones a nivel arquitectónico y admirar sus parajes naturales castellanos.
Bodegas Buezo
Buezo, se encuentra en el Paraje Valdeazadón en Mahamud, a 29 kilómetros de Burgos. La Finca Valdeazadón cuenta con una superficie total de 55 hectáreas, con unas condiciones óptimas del terreno y gran amplitud térmica que dan vinos de gran calidad. La bodega está concebida en el más puro estilo de château bordelés y el viñedo se caracteriza por estar situado entre 870 y 900 metros de altitud, lo que se traduce en un clima continental que favorece la buena acidez de sus vinos, ya que los capacita para largas crianzas y los convierte en excelentes vinos de guarda, sello indiscutible de Bodegas Buezo. Las variedades que han sido plantadas son: tempranillo, petit merlot, cabernet Sauvignon y merlot, así como otras variedades experimentales.
Viñedos Buezo
Los artífices de este saber hacer y pasión por el terruño son, fundamentalmente, Abel Buezo, propietario de la bodega, Fernando López, enólogo, y Miguel Angel Corral, director de ventas. Creada en el año 2000, la bodega es un modelo de arquitectura moderna con grandes ventanales, luminosa y amplia, con espectaculares salas de cata, de barricas y una biblioteca de temas de arte.
Abel Buezo propietario de Bodegas Buezo
El edificio se encuentra rodeado de los páramos castellanos de horizontes infinitos, de los viñedos y de una espléndida huerta de donde se proveen para elaborar la cocina de su restaurante, al que hay que acudir no solo para admirar sus bellas vistas sino, también, para degustar las elaboraciones de su chef Javier Corral.
Fernando López, Bodegas Buezo
Los vinos de Buezo tienen gran singularidad. Desde su primera añada en 2004, la filosofía de la bodega se ha guiado por varios preceptos: autobastecerse de sus propias uvas, hacer la vendimia manual para preservar la fruta lo más posible y elaborar por gravedad (sin bombas) para proteger las cualidades del vino al máximo con poca oxidación. El objetivo es intervenir lo menos posible en todas las fases del proceso, para que se noten las variedades en el vino y esto aporte complejidad. Hasta las barricas (80% de roble francés) son de distintas tonelerías, con tostado medio largo para que permanezca la fruta y le de diferentes matices.
Sala Barricas de Bodegas Buezo
Si bebemos los vinos de Buezo notaremos ese potencial de acidez y ese frescor provocado por la altura de los viñedos (860 m sobre el nivel del mar), además de las diferencias térmicas entre el día y la noche que aportan una gran concentración de polifenoles en la uva con pieles más gruesas. El resultado son sus vinos de guarda.
Actualmente, Buezo tiene 4 referencias ya muy conocidas: el Buezo Tempranillo Reserva 2005 (100% tempranillo); el Buezo Varietales Reserva 2005 (50% de tempranillo, 25% merlot y 25% cabernet sauvignon), ejemplo de perfecta combinación entre variedades autóctonas y foráneas; el admirable Buezo Petit Verdot Reserva 2005, cuya plantación fue una de las primeras que tuvo lugar en España y el Buezo Nattan reserva 2005, un varietal de tempranillo de exclusiva producción de tan sólo 10.000 botellas. Estos cuatro vinos tienen una crianza de 18 meses en barricas bordelesas de roble francés, posteriormente seleccionadas para terminar descansando en botella durante al menos unos 90 meses más.
A estas variedades, se une el Buezo 79, un coupage de variedades chardonnay, sauvignon blanc, sémillon y viognier con una producción de 400 botellas formato Magnum de majuelos antiguos. El vino blanco de Buezo posee unos aromas y una fuerza que procede del gran potencial vinícola de estas variedades blancas francesas. Finalmente, Buezo 1928, homenaje en la etiqueta al abuelo de Abel Buezo, es un coupage de variedades (tempranillo, denominada tinta aragonesa en su época por la procedencia, garnacha tintorera, mencía, albillo real, albillo mayor, viura y alguna otra sin identificar) con 400 botellas producidas.
Buezo 79 Añada 2017
Una idea óptima en nuestra ruta por Arlanza es compaginar la visita a las Bodegas Buezo con un recorrido por varios lugares que nos harán descubrir el relevante patrimonio cultural de la zona.
La villa ducal de Lerma, declarada Conjunto Histórico Artístico, posee uno de los entornos monumentales y urbanísticos más importantes del siglo XVII, realizados en la España de los últimos Austrias. Debe su nombre a Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, valido de Felipe III, y duque de Lerma. Hay muchas iglesias, monasterios o plazas (como la de Santa Clara) por visitar como, por ejemplo, el Monasterio de San Blas, el Monasterio de la Madre de Dios, el de la Ascensión (con su Cristo yacente de Gregorio Fernández) o el Convento de Santa Teresa que alberga actualmente la Oficina de Turismo y el Centro de Interpretación de la Villa de Lerma. Vale la pena, también, asomarnos desde lo alto de la ciudad a la espectacular panorámica de la vega del Arlanza o descubrir la estatua de José Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio, que habitó en Lerma.
Monumento a Zorrilla, Lerma(Burgos)
Pero, los tres puntos que no hay que perderse en Lerma son: el Palacio Ducal, el pasadizo del Duque de Lerma y la Colegiata de San Pedro. El primero, encargo del duque de Lerma, preside la Plaza Ducal, ideado para ser la residencia de los duques y aposento real para la corte de Felipe III. Hoy es el Parador Nacional de Turismo. El Pasadizo del duque de Lerma es visitable (en concreto, el tramo entre los Monasterios de Santa Teresa y Santa Clara en el Mirador de los Arcos). Fue el nexo de unión entre el Palacio del duque de Lerma y la Iglesia Colegial de San Pedro Apóstol. En cuanto a la Colegiata de San Pedro, que casi llegó a ser catedral (Lerma se encuentra en la llamada Ruta de las Catedrales), es notable por sus imponentes y elegantes proporciones. Destaca su retablo mayor con imágenes del escultor Gregorio Fernández y la estatua orante, en bronce dorado, del arzobispo don Cristóbal de Rojas y Sandoval, tío del duque, realizada por Juan de Arfe y Fernández del Moral.
Lerma ( Burgos)
La Ruta de las catedrales abarca, además, pueblecitos como Pampliega con su monumental Iglesia de San Pedro Cátedra, Villahoz y su imponente Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Mahamud y Santa María del Campo.
Mahamud es un encantador pueblecito de 50 habitantes, antiguo señorío de los Duques de Lerma, que posee la espectacular Iglesia de San Miguel, construcción del siglo XIII, finalizada en el s. XVI, donde le fue impuesta la gorra o birrete cardenalicio al Cardenal Cisneros. De ahí que los vecinos de Mahamud sean conocidos como “gorretes”. Llaman la atención su retablo mayor de San Juan Bautista, una realización excepcional de Domingo de Amberes, el púlpito, de estilo gótico mudéjar bellamente decorado y una bonita pila bautismal románica.
Iglesia de San Miguel y Rollo de Justicia en la Plaza de Mahamud (Burgos)
Justo enfrente de la iglesia y en el centro de la Plaza, se encuentra un Rollo Jurisdiccional, una columna de piedra de cinco metros de altura que data del siglo XVI. Los Rollos eran construidos por la Corona para poder impartir justicia en nombre del Rey.
Pero, quizás, la iglesia más imponente de la Ruta sea la Iglesia colegiata de Santa María de la Asunción (construida entre los siglos XIII y XVI) en la villa de Santa María del Campo, municipio burgalés completamente amurallado en su momento y que en la actualidad solo conserva tres de sus puertas de entrada.
La Iglesia es de proporciones catedralicias. Destacan su elegante torre renacentista, realizada por Diego de Siloé en los dos primeros cuerpos y por Juan Salas los dos siguientes y su puerta gótica de la fachada norte, a la que accedemos por una monumental escalera. En la entrada, sorprende un impresionante retablo de Pedro Berruguete. Pero las sorpresas no acaban aquí. Una sillería gótica del coro del siglo XV, el órgano, cuadros como el de San José y la Virgen, los tapices flamencos de las preciosas capillas laterales, la sacristía con su armario de nogal del s. XVI y su custodia, sus libros de misa, el retablo al que conduce una escalera plateresca, un púlpito mudéjar o el claustro gótico nos dejaran maravillados.
Torre de Santa María de la Asunción en Santa María del Campo
Recorrer estos pueblecitos de Arlanza donde quedan espectaculares restos de un esplendor histórico es conmovedor.
Una labor que, en gran medida, se perpetúa gracias al compromiso, inteligencia y pasión de los vecinos de estas poblaciones que se ofrecen a realizar visitas de estos templos a los turistas con total generosidad, como es el caso de Avelina en Mahamud o de Teresa en Santa María del Campo. Gracias a ellos, en gran medida, este patrimonio se conserva todavía cuidándolo y dándolo a conocer.
El Restaurante de las Bodegas Buezo es una etapa fundamental en nuestro viaje. Con una cocina gourmet, creativa y de kilómetro 0, recalar ahí será un placer para la vista por la ubicación del restaurante, así como beber los vinos Buezo y descubrir que en Castilla y León también se está renovando la gastronomía, sin perder su esencia. Un broche de oro a una visita perfecta de enoturismo.
Restaurante Buezo
La Posada de Eufrasio es un lugar encantador, a mitad de camino entre restaurante gastronómico y asador, donde su dueña Encarna recibe a los comensales con cariño y simpatía. Decorado con piedra vista, cuadros de meninas cuya autora es Encarna y detalles decorativos muy coquetos, La Posada de Eufrasio ofrece ricas recetas como las carrilleras de chocolate con peras al vino, chuletitas, ensaladas, etc. Además, en la misma calle, se encuentra el Hotel Posada de Eufrasio, un alojamiento rústico-chic a muy buen precio. La ubicación tanto del restaurante como del hotel es perfecta al estar muy cerca del centro histórico de Lerma donde podremos visitar sus monumentos.
La Posada de Eufrasio en Lerma
En Burgos, el Restaurante Delademanda privilegia la materia prima en su oferta. De hecho, posee una gama de productos gourmet como pimientos, embutidos, ventresca…, expuestos en su local, que, además de degustarse, también se pueden llevar. El restaurante posee una zona de tapeo y de compra de estos productos a nivel de calle y de restaurante, en la planta de abajo. Todo ello en un ambiento moderno, elegante y desenfadado. Elaboran una cocina de kilómetro 0 muy rica. La bodega es espectacular. La cecina y otros embutidos son los platos estrella de este establecimiento.
El hotel Silken Gran Teatro de Burgos es una magnífica opción para descansar durante nuestro periplo arlanzino. Se trata de un hotel de 4 estrellas, céntrico, funcional y cómodo, con amplias habitaciones a las que no les falta detalle.
En el pueblo de Villafuertes, se pueden comprar deliciosos embutidos típicos de la región en Embutidos Artesanos Villafuertes, una empresa familiar dedicada desde hace generaciones a elaborar la matanza tradicional del cerdo del Bajo Arlanza. Aquí, Cristina Frías y su equipo elaboran embutidos artesanos, 100% naturales, en un proceso de ahumado en secaderos naturales controlados con fuego de roble y encina. Se puede adquirir: Chorizo Casero, Morcilla de Burgos, Lomo Curado, Chorizo Sabadeño, Salchichón, Cordero de lomo, Panceta, entre otras delicias gastronómicas.
Embutidos Artesanos Villafuertes, en Villafuertes( Burgos)
La repostería no puede faltar en nuestras compras gastronómicas en Arlanza. En Lerma, las encantadoras y dinámicas monjitas de Iesu Communio, venden en su tienda, pastas artesanales de mantequilla, de té, brownies…, además de artesanía propia como pulseras, bolsos…
Av. San Pedro regalado, 1- Lerma
Contactos para visitas turísticas en Arlanza:
Autora: Carmen Pineda
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