​Normas de comportamiento en las vacaciones

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Luisgulin 1

 Comienza la época estival con el trasvase de población sedienta de mar y playa. Pero como el ser humano es como es y la urbanidad y la educación en los sitios de destinos debería ser igual como en los de origen, los ayuntamientos, viendo la evolución del homo turisticus han establecido algunas normas de convivencia, algunas lógicas otra hay que decir que son peculiares.


      Empezamos por las tierras hispanas: Marbella por ejemplo por vaciar la vejiga en el mar mediterráneo te clava 750 euros, Palma de Mallorca, hasta las narices de los guiris alcoholizados establece multas entre 500 a 1.500 euros por beber líquidos de alto porcentaje en espacios públicos.


     Las tierras italianas tienen también sus curiosidades, eso de cavar agujeros en las playas con la palita en las proximidades de Venecia no está permitido bajo pena de 250 a 1.000 euros. La razón es que el personal de rescate y socorrismo al movilizarse por desgracia tropezaba en esas fosas con  esguinces y lesiones correspondientes. Masticar chicle en las playas sicilianas y dejar en la arena el objeto o escupirlo, 25 a 500 euros. En el norte de Italia, en el Lago Garda, eso de jugar con las pistolas de agua está bien, pero si mojas o salpicas a otras personas, 100 euros. Comentarios burlescos y de mofa también son sancionables.


     Y cuidado con las vacaciones en Dinamarca. Si en una casa de turismo rural hay una bandera oficial danesa ondeando y tú, por hacerte el gracioso por ser de España, pones la bandera hispana o de la comunidad autónoma a mayores, en breves instantes te viene un coche con luces azules y salen unas personas uniformadas, solicitando un " donativo" de 350 euros.


     La manía de reservar con toallas las tumbonas de las playas ya está penalizada en casi toda la cuenca mediterránea. En las playas de Croacia no gusta para nada que te levantes a las 7 de la mañana de tu cama del hotel, lleves la toalla a primera línea de la playa y reserves tumbona para usarla a partir de las 11, por lo tanto, 200 euros. Misma penalización se aplica en las playas mallorquinas, pero ahí nuestros queridos turistas del centro y norte de Europa han desarrollado su inteligencia natural y se dedican ahora, en lugar de tumbonas, "secuestrar" las típicas sombrillas de paja en primera línea de la playa. Entre las 7 y 7.30 de la mañana se ven varios comandos de personas, armados con toallas y unas pinzas, tomando posesión de las escasas sombrillas, con el correspondiente cabreo de guiris mas civilizados y de la población autóctona, ya en si cabreada por el tema de los pisos turísticos. Y eso de “okupar” espacio de playa tampoco lo digieren bien. 

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