El viajero que llega a los Oscos tras ascender el puerto de la Garganta en la Asturias suroccidental se encuentra con un paisaje indómito y atrayente de suaves colinas y praderías, con una arquitectura tradicional donde prima la piedra y la pizarra de los tejados en los bucólicos caseríos repartidos por toda la geografía de estos entornos vecinos con la Galicia sempiterna.
Paisaje de Oscos. Al fondo la cascada Semeira
En Santalla de Oscos población renovada en los últimos años por mor del turismo rural y esa industria local de los mazos y las navajas que está presente con nuevos emprendedores que luchan por defender y promocionar los valores intrínsecos de unos lugares antaño un tanto olvidados y actualmente y con las mejores comunicaciones, viviendo la modernidad a fondo.
Santalla de Oscos, Asturias
Y en Santalla, esa sentida capital municipal, las casas rurales y los apartamentos para el turismo dominan esta zona singular de valles abiertos y caminos infinitos aptos para el senderismo y el ecoturismo bien entendido y un ejemplo nítido es el recorrido natural y sencillo hasta la cascada Semeira, un itinerario obligado para conocer el universo natural de estos enclaves. Y dentro de ese turismo de experiencias destaca la granja extensiva y ganadera de Antonio y Mónica Pérez en el pueblo de Ventoso. Una familia de emprendedores que ofertan visitas a su explotación animalia y el huerto ecológico, una manera de plasmar al visitante con una realidad y un producto auténtico y natural. Todo un ejemplo de la actividad rural en su esencia más íntima y verdadera. Y en el aspecto culinario en Casa Pedro “se guisa de comer” con una variedad de productos del terruño que son una garantía para el paladar. Cocina y hospedería al servicio del turista accidental.
Y saliendo de Santalla hacia Fonsagrada y a muy pocos kilómetros en la provincia de Lugo, está el caserío de Barbeitos. Aquí en el Mesón Catro Ventos es parada y fonda para los amantes de la carne trabajada en parrilla. En su local, Ovidio Méndez ve pasar la vida con su trabajo de artesanía entre brasas y su amor por la ganadería. Y en este establecimiento las carnes de vaca vianesa y de buey, suponen loables ambrosías para estómagos agradecidos y exigentes.
Mesón Catro Ventos, A Fonsagrada (Lugo)
Buen trato cárnico a un producto delicado en su paso por las brasas con la parrilla equilibrada de calor y tiempo para el punto sápido idóneo. Notable trabajo y calidad en la puesta en escena tanto en las carnes de vacuno como de cerdo o pollo. Una manera sencilla de excitar el saboreo y disfrutar de productos excelsos de la tierra nutricia.
Parrillada de carnes de Catro Ventos
La cazuela de boletus, el pulpo típico y las tostas de la casa untadas con queso doméstico, sardina ahumada y mermelada de arándanos, junto a los vinos de la tierra y la dulcería artesana, son otras especialidades de este mesón a pie de carretera comarcal que engancha al respetable por el trato amable y la calidad de sus propuestas. Y entre Santalla de Oscos y Fonsagrada los lazos interregionales son una realidad palpable.
Sus gentes, su hospitalidad y ese paisaje de viejos mitos, es todo un descubrimiento que hace turismo del bueno. Turismo de experiencias con el descanso como terapia corporal y mental.
Autor: Carlos Cuesta
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