El jueves 23 de mayo, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia al Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos y lo ha autorizado a promulgar los Decretos relativos a las causa de canonización de Beato Juan Jacobo Fernández, el Beato de Moire, y 7 Compañeros, de la Orden de los Frailes Menores, de la que forma parte el beato ourensano uno de los franciscanos martirizados en Damasco en 1860.
Casa y escultura del beato Juan Jacobo Fernández en Moire (Piñor), Ourense
Con este decreto, se aprueba la canonización del mártir natural del Lugar de Moire, del Municipio ourensano de Piñor que fue solemnemente beatificado junto a siete compañeros por el papa Pío XI el 10 de octubre de 1926, dentro de las fiestas conmemorativas del VII centenario de la muerte de san Francisco de Asís. El papa convocará un consistorio para fijar las fechas de las canonizaciones aprobados.
Iglesia parroquial de Santa María de Carballeda, en la Vía de La Plata del Camino de Santiago, cuya fachada alberga un busto y una placa que recuerda su martirio en Damasco, Siria
Los días 9 y 10 de julio de 1860, un grupo de milicianos drusos, animados por un odio radical antirreligioso, llegó desde el Líbano directamente a Siria, devastando la ciudad de Damasco y extendiendo la causa de destrucción y muerte. El objetivo principal del odium fidei era toda la comunidad cristiana residente en la ciudad, y en particular el convento y la iglesia francesa de San Paolo. Entre los mártires se encontraba Juan Jacobo Fernández.
El beato Juan Jacobo Fernandez nació en 1808, en la Aldea de Moire, en la parroquia de Santa María de Carballeda perteneciente al Municipio ourensano de Piñor, donde se conserva parte de lo que fue su casa, conocida en el lugar como "A Casa do Beato"
Juan Jacobo tomó el hábito franciscano en el convento de Herbón, (Padrón), Provincia de A Coruña .En aquel convento permaneció hasta 1835. Fue exclaustrado, aunque permaneció fiel a su vocación, que cultivó con ejemplar fervor entre sus parientes y paisanos, alimentando la ilusión de poder volver al amado retiro conventual. Cuando se convenció de que no podría realizar sus deseos tan pronto, pidió y obtuvo de su superiores licencia para incorporarse a las misiones de Tierra Santa. Con 50 años, fray Juan Jacobo se subió al Barcino, vapor que iba a conducirlo a la muerte. Atrás dejaba a su hermano Ignacio Benito, médico en Celanova, y a su sobrino Marcial, boticario en la misma localidad.
Procedía de una familia numerosa, que lo siguió creciendo después de su muerte. Eso facilitó que lo sucediesen parientes de relevancia notable, como: Camilo José Cela, premio Nobel de Literatura en 1989, que eb su obra: Judíos, moros y cristianos, asegura que el padre del beato, del que el escritor era tataranieto, ejerció de médico en Carballiño, desde donde cruzaba correspondencia con Jean Le Rond D’Alambert, uno de los padres de la Ilustración francesa.
De sus raíces ourensanas y los orígenes de una de las ramas familiares en el Concello de Piñor ya dejaba constancia en su primer libro de memorias: La Rosa -se editó en 1959 dentro del proyecto La Cucaña. Memorias de Camilo José Cela. Tranco primero: Infancia dorada, pubertad siniestra, primera juventud-. El capítulo inicial lo centra en la figura de su padre y en su familia. Además de corregir todas las erratas del Espasa en relación a fray Juan Jacobo Fernández, da cuenta de cuando de niño estuvo en Moire en el acto de beatificación del mismo y recuerda que «fue hermano de Rosa, la abuela de mi padre». Su otra abuela era Teresa. Entre otros cita al pintor Darío Cela y a su tío Claudio Montenegro, que se hizo doctor en Derecho para regresar al pueblo y vivir como labrador: «Tiene 18 hijos legítimos y 30 o 40 naturales, y vive con todos en su casa de las montañas de Piñor», además de asegurar «que es pariente de la Virgen María».
En Mazurca para dos muertos, editada en 1983, aparecen casi todos los familiares de Cela y la mayor parte de los pueblos de Piñor. Los abuelos del escritor eran del municipio y el Premio Nobel estuvo de visita por la zona al menos en dos ocasiones.
Escultura del beato Juan Jacobo Fernández en la Era Comunitaria de Moire (Piñor), Ourense, a escasos metros de la Vía de La Plata del Camino de Santiago
Camilo José Cela Conde hijo del Nobel y sobrino tataranieto del Beato franciscano, tiene constancia de varia anécdotas que su padre le contaba sobre él, como que Juan Jacobo, fue apresado por los sarrcenos, antes de matarlo de decían: "Reniega de tu fe, cerdo cristiano". Y el le contestó: "¡Por los cojones"! Es lo que le contó en Nobel Camilo José Cela a su hijo y que ahora este recuerda, tal como comenta el filosofo Avelino Muleiro, que ha estudiado la figura del Beato, y mantiene contacto cotidiano con Camilo José Conde.
Comentarios