Virrey, cocina de producto elegante y clásica con sutiles innovaciones

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Carmen Pineda | domingo, 25 de febrero de 2024, 04:06

En muchas ocasiones la sencillez es la clave para alcanzar la excelencia. El restaurante Virrey es un claro ejemplo de ello. Su cocina, liderada por el simpático y muy competente chef asturiano Carlos Fernández Miranda, es refinada, sencilla, apoyándose mucho en la materia prima y en la calidad del producto que viene de estupendos proveedores españoles, pero, también, tiene un toque de creatividad en pequeños detalles sutiles que no nos deben pasar desapercibidos.

Podemos decir que, en esencia, Virrey da lo que promete: una cocina clásica, generosa y amable, en un ambiente elegante que recuerda los restaurantes con clase de “toda la vida” de Madrid (en este caso, con una decoración de reminiscencias art déco pero también con guiños al Norte de España) donde la tranquilidad y el sosiego son primordiales para degustar esa cocina tan de nuestras raíces españolas. Una sala con estilo con una barra central donde, además de beber, se pueden picar delicias como embutidos, empanada de bonito del Norte, croquetas, buñuelos, tostas o quesos artesanos provenientes del Norte de España, entre otros platos.

Fachada Exterior, Virrey

Virrey, fachada exterior

Sin embargo, la cocina de Virrey, aún respetando esa máxima del buen pescado o carne, de las verduras frescas-en definitiva, de la gran calidad del producto tratado como eje- no solo radica en recetas muy tradicionales y sabrosas, sino que el chef Carlos Fernández-Miranda aporta a muchos de sus platos una delicada “vuelta de tuerca” que los revaloriza.

Buena materia prima en Virrey

Es el caso de la menestra de verduras de temporada a la que añade una estupenda crema de espinacas que resalta la combinación de vegetales. Ocurre, también, con unas simples croquetas, donde además de tener una bechamel en su punto (ni muy densa ni muy líquida), están rellenas de jamón ibérico y huevo duro, aportándole, éste último, un sabor delicioso y suave o, con la ensaladilla rusa a la que se añade lubina en aceite. Por eso, sí a la materia prima, pero sin olvidar que, en Virrey, hay detrás, un destacado cocinero. Ejemplo de ello, son los postres caseros- interesante capítulo de la carta- como el flan cremoso, un manjar que el chef ha conseguido después de mucha dedicación.

Menestra de verduras con crema de espinacas en Virrey

Si las carnes son de gran calidad en Virrey (como el solomillo a la parrilla o salteado con ajos y guindilla, las chuletillas de lechal al ajillo con panaderas, el escalope de ternera asturiana o la presa ibérica con reducción de Pedro Ximénez), el capítulo de pescados y mariscos, en esa línea culinaria de influencia del Norte de España, es sobresaliente.

Optar por uno de los pescados de la carta es difícil ya que todos son deliciosos, fresquísimos (según mercado) y presentados en varias recetas muy atractivas como con la salsa de la casa, la verde o a la bilbaína. Los pescados salvajes de anzuelo como el besugo o el virrey son espectaculares. Este último, no siempre presente en carta ya que depende del mercado, como decimos, es uno de los pescados más ricos y exclusivos que se pueden encontrar. Típico de Asturias, el Virrey es un exclusivo pescado que se coge a 400 metros, tiene un tono asalmonado y un sabor amariscado. Vale la pena descubrirlo. La lubina suele estar presente siempre en la carta y merece ser degustada en su receta con jugo de espinas y crema de apionabo, acompañada de patatas souflé. Importante decir que los precios están acordes, evidentement, con la calidad, sin ser exagerados.

Lubina con apionabo en Virrey

Durante el día, el ambiente en Virrey, como decimos, es tranquilo, pero a la vez, animado, sin estridencias. En cuanto a las cenas, es un lugar ideal para un espacio romántico, acogedor y confortable. Virrey cuenta con un reservado muy interesante, decorado con muros de ladrillo y en tonos madera, ideal para grupos. Se encuentra en la planta de abajo adonde llegamos, después de pasar por la parte de la terraza cubierta que en los días soleados es sumamente agradable, encantadora y bonita. Y, para los que prefieren comer fuera, la terraza que hace esquina entre la calle Zurbarán y Almagro es ideal.

Terraza cubierta Virrey