El Reino Hachemita de Jordania constituye a lo largo de la historia, un país joven y lleno de cultura que nos han dejado las diferentes civilizaciones en su tránsito como puente entre el mar y el desierto.
Si decidimos conocer Jordania, se puede iniciar la visita por Ammán, la capital desde su parte alto, antes Ciudadela, que nos revela su pasado en los vestigios que nos han dejado sus habitantes: amonitas, babilonios, asirios, persas, griegos, romanos, bizantinos, otomanos y cruzados.
Panorámica de Amman, desde la Ciudadela, (foto: María Florentina González Sobrado)
En pleno centro de la ciudad de Ammán se encuentra un sitio arqueológico con restos de construcciones de la era greco-romana y otras posteriores como la Omeya, pues como la mayoría de las ciudades de la región, fueron varios los conquistadores que pasaron por el lugar y dejaron sus huellas.
Entrada a la Ciudadela de Amman, en Jordania, (foto: Antón Alonso)
La Ciudadela de Amman uno de los sitios habitados más antiguos del mundo
Dentro de la Ciudadela, tras andar unos 200 metros podemos contemplar uno de los edificios más emblemáticos de El Templo de Hércules, construido según reza en una inscripción, siendo Geminius Marcianus gobernador de la provincia de Arabia (162-166 d.C), y dedicado a los coemperadores Marco Aurelio y Lucio Vero. Pueden estudiarse los numerosos rasgos de Las vidas de Ammán en sus columnas de temple romano y capiteles bizantinos. En lo alto se aprecian bonitas vistas de la ciudad. A su pie, el Teatro Romano ha quedado como un profundo símbolo de espectáculos culturales.
Lejos del recuerdo, queda la ciudad moderna, fundada por el Rey Abdullah después de la Primera Guerra Mundial. El Rey Hussein convirtió a la capital en un continuo crecimiento económico, que se puede ver en un paseo por las calles, siempre con la acogedora estancia de sus habitantes.
Amman, Templo de Hércules, (foto: María Florentina González)
Se cree que la gran roca expuesta en el centro del Tempo de Hércules forma parte de un santuario anterior. El templo de Hércules está dedicado a la principal Deidad romana. Se atribuye a Hércules por dos causas, la primera por el descubrimiento de unas enormes brazos de mármol en la área cercana al templo. Hércules era hijo del Dios Zeus y una mujer mortal, y era conocido por su extraordinaria fuerza sobrenatural, de ahí una de las causas por las que se le atribuye la estatua a este Dios. Por otro lado, en las monedas halladas en la antigua ciudad romana, la figura de Hércules se hallaba presente en el anverso de dichas monedas, y este hecho junto con el anterior no hacen dudar de la dedicatoria a esta Deidad.
Detalle de las ruinas de los pilares antiguos de Hércules en Amman, Jordania, (foto: Antón Alonso)
Hoy en día, solo quedan cuatro grandes columnas corintias que en su época medían 13,5 metros, dos de las cuales aun sustentan parte del friso superior. La fachada tiene 43 x 27 metros y se cree que debía tener una estructura interior compuesta de tres salas.
Ammam, Ciudadela, Templo de Hércules, (foto: María Florentina González Sobrado)
De la estatua del Dios Hércules se conservan, parte de un codo, un pie y parte de los dedos de la mano, que te hacen imaginar el tamaño que debía tener originalmente esta estatua. Se calcula que la figura debió haber medido alrededor de 13 metros de altura, destacando como una de las obras más imponentes del mundo antiguo.
Ciudadela, brazo y mano de Hércules, (foto: Antón Alonso)
Pasando el Templo de Hércules, hacia el Oeste, hay un pequeño edificio moderno, es el Museo de la Ciudadela, donde se exponen distintos restos hallados en la ciudadela durante las excavaciones de las distintas expediciones. Hay estatuas romanas, vasijas de aceite de la misma época, así como restos árabes de la época Omeya.
Museo de Arqueología Jordano, en la Ciudadela de Amman, @M.F. González Sobrado
Si volvemos sobre nuestros pasos, hacia el Templo de Hércules, hay al norte, los restos de una Iglesia bizantina, construida con los piedra y otros elementos del Templo de Hércules. Un poco más adelante llegaremos a la cisterna de la época Omeya que daba servicio a la ciudadela. desde aquí llegamos a los restos propios de la época Omeya, el zoco, los baños, la mezquita, ubicada en el punto mas alto de la Ciudadela, y al sure del Palacio Omeya, fue construida hacia el año 730 d.c en la que se destaca el techo, que está reconstruido. En el interior además se tiene paredes en su estado original y otras reconstruidas que permiten ver las diferencias debido al paso del tiempo.
Mezquita en la Ciudadela de Amman, Jordania
El Palacio Omeya tenía un amplio Vestíbulo en el que había que esperar para ver al gobernador. Y es que la ciudadela sirvió de cuartel general del gobernador principal, nombrado por los califas omeyas de Damasco. El vestíbulo ha sido restaurado, y colocada una impresionante cúpula de madera que hacen imaginar lo que sentirían los visitantes antes de ser recibido por el gobernador.
Palacio Omeya, en la colina de la Ciudadela de Ammán, Jordania. /@ M.F. González Sobrado
Dentro de la Ciudadela pueden estudiarse los numerosos rasgos de Las vidas de Ammán en sus columnas de temple romano y capiteles bizantinos. En lo alto se aprecian bonitas vistas de la ciudad.
A su pie, el Teatro Romano que ha quedado como un profundo símbolo de espectáculos culturales. Construido durante el siglo II, el espectacular Teatro Romano de Ammán descansa sobre una ladera orientada hacia el norte y es uno de los monumentos históricos más visitados. Cuenta con espacio para 6000 personas, al igual que ocurre en los teatros actuales, los asientos de la parte de abajo eran los mejores ya que permitían disfrutar de los espectáculos con el máximo detalle. Los asientos de la parte superior también contaban con una excelente vista panorámica y las voces se escuchaban a la perfección.
Teatro Romano de Ammán, al fondo, delante el Foro romano y la Plaza Teatro Romano y la Plaza Hachemita y a la derecha el Teatro romano Odeón, @Antón Alonso
En 1957 se realizó una importante restauración del teatro de Amán y actualmente cuenta con un perfecto estado de conservación, por lo que en ocasiones aún se utiliza para realizar conciertos y celebraciones al aire libre.
Durante la visita merece la pena subir hasta los asientos de la parte superior para contemplar la construcción en toda su grandeza, además de disfrutar de unas vistas excelentes de la ciudad. Pegado al Teatro e integrado en sus paredes esta el Museo del Folclore de Jordania. Este pequeño museo está ubicado en el complejo del Teatro Romano y la entrada está incluida en el precio de la entrada al Teatro Romano y al Odeón.
Teatro romano Odeón, en Ammán /@ Antón Alonso S.
El museo contiene una serie de exhibiciones, que incluyen ropa, herramientas agrícolas y artesanales, artículos para el hogar, instrumentos musicales, instrumentos ecuestres, armas y otros artículos utilizados en la vida cotidiana del pueblo jordano, ya sea del desierto, de zonas rurales o de ciudades. .
La mayoría de los artículos cubren el período comprendido entre los siglos XIX y XX. ¡Vale la pena echarle un vistazo!.
Museo del Folclore de Jordania, /@ Antón Alonso S.
Lejos del recuerdo, queda la ciudad moderna, fundada por el Rey Abdullah después de la Primera Guerra Mundial. El Rey Hussein convirtió a la capital en un continuo crecimiento económico, que se puede ver en un paseo por las calles, siempre con la acogedora estancia de sus habitantes.
A través de muchos puntos de la ciudad se ven las dos mezquitas de Abu Darwish y del Malik Abdallah. La primera está construida en la colina de Ashrafiyah y es de gran interés por la piedra bicolor, la segunda se caracteriza por dos alminares gemelos y una enorme cúpula revestida de mayólica azul. Su edificio de principios de los años noventa por un arquitecto jordano, constituye uno de Los motivos de orgullo de la capital, junto con la moderna Ciudad de Los Deportes, Palacio de la Cultura, Monumento a Los Caídos y Museo de Las Fuerzas Armadas.
Mezquita de Abu Darwish, Amman
Durante siglos, la ciudad romana de Jerash ha permanecido sepultada bajo la arena, lo que ha preservado su encanto y su impresionante esplendor. Su situación privilegiada en un valle fértil, atravesado par innumerables manantiales, el rio y su altura a 500 metros sobre el nivel del mar, localizó a la ciudad dentro de una posición privilegiada en el tránsito de las caravanas que desde Petra se dirigían hacia Mesopotamia y el Mediterráneo. Se puede deducir que Los romanos buscaban un lugar donde instalarse para controlar la zona que luego se convertiría en Provincia de Arabia. Hoy en día podemos llegar allí desde Ammán en poco más de una hora.
Los inicios de la ciudad se remontan a la Edad del Bronce y del Hierro. Posteriormente la Gerasa de los romanos gozó de gran prosperidad en el curso de Los siglos I y II d. C., época de Los emperadores Adriano y Trajano, aunque también se establecieron Los griegos.
Trajano anexó a sus conquistas Petra aportando grandes beneficios a Jerash con la nueva ruta comercial "vía Trajana", que unía dos ciudades caravaneras y favorecía todo tipo de intercambios culturales, comerciales y religiosos. Con el fomento de la agricultura, la producción artesanal y la prestación de servicios se contribuye a incrementar el desarrollo del comercio en la región y en los demos países.
En la actualidad Jerash, es reconocida como una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo. Formaba parte de la Decápolis, una dinámica liga comercial de diez ciudades grecorromanas, que gozaban de gran prosperidad cuando el emperador Adriano la visitó en el año 129 de nuestra era.
El primer plano oficial de la ciudad, se remonta al año 70 d. C. Reflejaba el típico esquema romano con la calle principal flanqueada par columnatas y cortada par calles menores también porticadas. Se puede apreciar la prosperidad de la antigua Gerasa, antes de entrar en el área arqueológica a través de la Puerta Sur, recientemente restaurada.
En homenaje a la visita del emperador Adriano, se construyó el Arco de Triunfo, parte de un masivo programa de construcciones. Fue levantado en el 129 d.C. con tres bóvedas de sostén en piedra de color ocre. Su estructura es sencilla y presenta un arco central más grande, flanqueado por dos aberturas laterales más pequeñas. Las columnas empotradas que enmarcan los tres pasajes se apoyan sobre pedestales cuadrados y en la base están decoradas con hojas de acanto, tradicional elemento decorativo del estilo romano.
Arco del Triunfo, Jerash, @Antón Alonso
Ahora pueden atravesarse cuatro imponentes puertas y recorrer sus calles apreciando Las diferentes estructuras que formaron parte de la ciudad, donde se pueden observar los rastros de Las ruedas de Los carros sobre el pavimento imaginando Los prósperos ciudadanos que la habitaron en su momento.
El Arco de Adriano en Jerash, Jordania, @Antón Alonso
Con la entrada por la Puerta Sur, el visitante tiene acceso a la Plaza Ovalada asimétrica, que presenta un largo pórtico de columnas jónicas. La plaza está dominada al oeste par el Templo de Zeus del siglo I d.C. Al oeste del temple se encuentra el gran Teatro Sur, finalizado en el s. II d. C. Los gigantescos bloques de piedra que se ven en su interior formaron parte de las murallas y atestiguan la violencia de Los terremotos que en Los siglos VII y IX dañaron a los edificios de la ciudad.
Panorámica de la Plaza Ovalada o Foro oval, rodeado por una bella columnata de estilo jónico, @M.F. González Sobrado
Un elemento característico de Las ciudades imperiales romanas es la columnata, que se difundió de manera notable en todas las ciudades de Asia. El Cardo Máximus, con una longitud de 800 metros desde la Plaza Ovalada, construido como la arteria principal de la ciudad, queda flanqueado par columnas de estilo jónico y con posterioridad de estilo corintio. Numerosas fuentes embellecían la calle, entre ellas la dedicada a Las Ninfas.
Jerash, El magnífico Cardo Maximus, /@Antón Alonso
En un recorrido por la calle de sur a norte, la visita pasa por una serie de edificios que han conservado su albañilería de piedra, entre ellos el Foro, donde se celebraban el mercado y Las reuniones ciudadanas, templos como la Catedral y el de Artemisa, Termas, pequeño Teatro Sur e iglesias dedicadas a San Jorge, San Juan y Los Santos Cosme y Damián que conservan algunos mosaicos.
Catedral y la entrada. La iglesia bizantina más antigua conocida en Gerasa, @M. F. González Sobrado
Petra, es la ciudad perdida que tallaron en la roca los nabateos hace más de 2.000 años.
El largo y curvo desfiladero, comocido como Siq, que llega hasta la ciudad de Petra./@ M.F. González Sobrado
Pocos lugares del mundo, en especial aquellos a Los cuales se llega sin dificultad, suscitan el encanto que se aprecia con la llegada a la fachada del " Tesoro " en la ciudad de Petra una vez pasado el denominado el "Siq" o desfiladero. Es un momento inolvidable, que sin lugar a dudas nos recuerda la emoción experimentada par el explorador anglo suizo John Lewis Burkhardt, cuando en 1.812 logró entrar en la capital nabatea, tan guardada por los beduinos del desierto jordano.
Petra, Fachada del Tesoro, @Antón Alonso S.
Su gran atractivo se debe a su espectacular ubicación dentro de un desfiladero en el desierto. Hasta allí llegamos desde Ammán en poco más de tres horas. El recorrido desde la entrada y en el interior se puede hacer a pie, en carretas, en caballos, camellos e incluso en alguna parte en burros. Todo va a sorprender nuestra vista e imaginación recordando la historia de nuestros antepasados.
Petra Vistas del cañón sobre Petra desde la cima de los 800 escalones que conducen al Monasterio
El monumento principal "El Tesoro“, cuya fachada fue utilizada en la película Indiana Jones y la Última Cruzada, es sólo el de Los secretos de Petra. Su fachada levantada sobre seis pilares fue construida, se supone que en el S.I A. C. y excavada en lo profundo de la roca, frente a la salida del desfiladero. Es de gran impresión para Los visitantes ya que se presenta con un doble orden corintio muy elaborado, con la creencia de que fuera un templo dedicado a Isis, debido al símbolo ( un disco solar entre dos cuernos) tallado en la cima del frontón. Si llegamos con el brillo del sol matinal, nos quedará la visión de una estructura dentro de la belleza de la roca rojiza.
Templo del Tesoro, detalle de Isis en la fachada, Petra, @M.F. Gonzalez Sobrado
Con una altura de diez metros entre su dimensión de cuarenta metros de altura y treinta metros de ancho, pasamos a la recámara. Dentro de ella se encuentran tres pequeñas cámaras de entierro o salas excavadas en el centro de coda pared. En el pórtico hay una entrada más baja y cada flanco conducía a su propia recámara más pequeña. Debido a que los beduinos creían que esto era una bodega de riqueza, tenían muchas suspicacias para con los extraños, sin querer que los tesoros de los faraones fueran robados.
Situados en la Ciudad Perdida, conviene recordar algo sobre su historia para entender la grandiosidad de los habitantes, que en su momento quisieron dejarnos huella de su pasado.
Las primeras noticias sobre la formación del reino nabateo son con Aretas I y como capital Petra. Reinó durante el siglo II A. C. y le siguió Aretas II, quien fue el primero en acuñar monedas.
A continuación, Obodas II. Durante su mandato se hicieron las estructuras de construcción simple. El siguiente monarca, Aretas III, llevó a los nabateos a su edad de oro y expandió sus fronteras hasta Damasco. En este periodo tomaron con entusiasmo la cultura e ideas griegas, importando artistas y artesanos helénicos, quienes fueron probablemente los responsables de la construcción del Tesoro.
Durante esta época los nabateos entraron en su periodo clásico y fueron entonces más creativos en sus construcciones con pilares, capiteles, frontones, cornisas, figuras y otros diseños importados.
A Aretas le sucedió Malicus, después Obodas y Aretas IV, gran conocido por el rey que ama al pueblo, convirtiendo a Petra en una metrópolis de gran poderío. Cobraron peaje a las caravanas que pasaban y aseguraban el control sobre las rutas del comercio, incluyendo la ruta de la seda del Lejano Oriente. Tuvieron especial fama la agricultura y cría de ganado.
Nuestro paso por la ciudad de Petra implica que cualquier movimiento de la visita nos puede sorprender. Varios senderos nos conducen a cientos de edificios, fachadas, tumbas, baños, y espectaculares bajorrelieves tallados en la roca, nos perderían durante varios días para poder apreciar todo su encanto.
Dentro del área seguida del Tesoro aparece el Teatro, con un auditorio de 33 filas, con capacidad para más de 3.000 espectadores. Al salir del Teatro encontramos todo el valle de Petra al frente. Caminando a través del desfiladero exterior, pasamos por la Calle de Las Fachadas, hilera de casas que pudieron haber sido utilizadas como habitaciones para Los nabateos. Si giramos a la derecha nos encontramos con la Tumbas Reales, Los Monumentos a la Ciudad de Los Nabateos y la Tumba de la Seda, llamada así por su fabuloso arreglo de colores naturales.
Teatro de Petra /@ Antón Alonso
Un poco más adelante se encuentra la Tumba Corintia, coronada por sus capiteles, luego la Tumba de Palacio y la de Sexto Florentino. Hacia arriba, dentro de nuestro recorrido, veremos la Calle de Las Columnas y a su izquierda Las Plazas del Mercado. En el lado opuesto, los restos del Palacio Real.
Petra, Calle de las Fachadas. El nombre viene por la gran acumulación de tumbas de fachada dispuestas en varios niveles, @ Antón Alonso
El único edificio de mampostería aún en pie, que fue usado como templo, es el Palacio de la Doncella, con posterioridad dañado par Los invasores. Se puede hacer un descanso en la montaña, al otro lado de la cuenca del rio para dirigirnos a través de dos caminos, uno que nos llevara al Altar del Sacrificio y otro al Monasterio.
Petra, Monasterio Ad Deir, @Antón Alonso S.
Después del moderno restaurante en dirección norte, se ven Las antiguas escalinatas para ascender al Monasterio, compuesto de dos plantas y con una fachada gigantesca con pilares y nichos escavados en la roca. En su interior se encuentra el nicho dedicado a Dushara, el dios de Petra.
La visita puede continuar hasta el Altar del Sacrificio observando Los canales de agua labrados sobre la piedra para recoger en tiempos de lluvias. En el descenso nos encontraremos con la Tumba del Jardín, que en su parte superior tiene una cisterna para albergar el agua de riego a Las plantas. También se verá la Tumba al Soldado Romano y el Pilar del Faraón.
Tumba de jardín y Triclinio en Petra, /@ M.F, González Sobrado
Ya no queda tiempo para pensar, sin lugar a dudas merece la pena perdernos en el pasado y visitar con mucha tranquilidad la ciudad de Los nabateos.
Si queremos extender el viaje por el país, Jordania nos ofrece otros atractivos que también merece la pena valorar. Mádaba y el monte Nebo. Se encuentra al sur de Ammán. Es una población de más de 5000 años de antigüedad y forma parte de uno de los recorridos más memoriales de Tierra Santa. Es nombrada como “la ciudad de los mosaicos” porque tiene el mosaico bizantino del s.VI en la iglesia greco ortodoxa de San Jorge. Representa el mapa de Palestina con la reproducción de Jerusalén y otros lugares santos.
Entrada a Monte Nebo, Jordania
Por otra parte, mantiene interés el Mar Muerto, que se encuentra a más de 400 metros bajo el nivel del mar Mediterráneo. En el extremo norte del Gran Valle del Rift, está el Vale del Jordán, el nivel más bajo de la superficie de la tierra. Por su poca altitud, es una sierra natural, rica en minerales y en agua que proviene de los wadis más próximos (cauces secos de un río).
Panorámica del Mar Muerto, desde el Monte Nebo, /@ Antón Alonso
El valle tiene un profundo sentido religioso para los peregrinos porque se sabe que Jesús fue bautizado en el río Jordán y que fue emplazamiento de cinco ciudades bíblicas. El mar permite relajamiento en sus aguas de calma, que no dejan hundirse y se pueden visitar los balnearios de aguas termales, probar los masajes relajantes y los poderes de las sales minerales.
Habrá que llegar hasta Wadi Rum para contemplar el paisaje del desierto más extenso de Jordania. Los accesos a la cumbre llegan a 1750 metros de altura y se puede hacer un recorrido a pie por sus colinas y desfiladeros, pasear en camello y disfrutar de una noche bajo las estrellas con el descanso en una tienda beduina.
Jordania, Valle de la Luna, en el desierto de Wadi Rum
En primavera la lluvia pone verde las colinas y se llenan de flores anémonas, amapolas y lirio negro, la flor de Jordania, que crece junto a las carreteras y lugares recónditos. Desde Dana, pueblo ubicado al lado de un acantilado se ve el valle. La Sociedad real para la conservación de la Naturaleza estableció la reserva natural para estudiar la flora y la fauna locales. Hay guías para la visita que tiene más de 600 especies de plantas, 200 especies de reptiles y mamíferos y más de 150 especies de pájaros. Entre los animales más insólitos se encuentra el zorro de Blandford.
Dana, Jordania
Después del recorrido, quedaría pasar unos días de descanso en Aqaba con playas de arena fina y arrecifes de coral. Allí se puede descubrir el fondo submarino con variedad de corales y peces. Los clubs de submarinismo ubicados en la zona, organizan inmersiones tanto de día como de noche. Del mismo modo se pueden practicar otros deportes acuáticos como snorkelling, pesca y navegación o paseos en barco con el fondo de cristal
Aqaba, al atardecer, @M.F. Gonzalez Sobrado
Datos de interés:
Varias compañías de vuelos ofrecen conexiones con la capital de Jordania. Royal Jordanian tiene vuelos directos desde la mayoría de las principales ciudades europeas varios días a la semana.
Hay hoteles de todas la categorías en las principales ciudades, clasificados por el Ministerio de Turismo y tienen buena valoración. También se dispone de alojamientos en el desierto de Wadi Rum., entre ellos Mazayen. Destacamos Days Inn en Ammam Petra Canyon, Gran Tala Bay Resort en Aqaba y Dead Sea Spa Hotel en Mar Muerto.
Pasaporte en vigor, con una validez mínima de 6 meses. Es obligatorio el visado de entrada que se saca a la llegada en el mismo aeropuerto. Es importante disponer de un seguro de viaje para toda la estancia en el país.
Hay un gran número de Agencias de Viajes que organizan diversas rutas. Los taxis son baratos y el transporte también.
ALLIAMCE DMC, agencia receptiva del turismo de España e Hispanoamérica, ofrece los mejores servicios para los turistas con una referencia importante en las visitas guiadas y la experiencia demostrada con buenas referencias de los turistas.
La primavera y el otoño son agradables. La temperatura media es de 23 grados. Julio y agosto son meses calurosos y secos con las noches frescas.
El Dinar Jordano
Las comidas principales llevan cordero. Entre otros platos destacan el " Mansaf " y el " Sheish Khabab ". El país también cuenta con restaurantes de primera clase especializados en cocina extranjera.
Dentro de la artesanía están los bordados, que tienen una gran tradición. Además las alfombras, trabajos en madera de olivo, cerámica palestina, joyería beduina en plata, botellas cobreadas con arena del desierto y productos de belleza del mar Muerto.
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